4.000 mineros ilegales se niegan a desalojar una mina en Sudáfrica pese a pedirlo las autoridades
La minería ilegal es un problema que afecta a un gran número de países africanos. Se trata de una cuestión que abarca una amplia gama de actos criminales que son absolutamente perjudiciales para el funcionamiento de varios países y cuya erradicación ha demostrado ser una dura prueba para los sucesivos gobiernos de las naciones afectadas. La minería ilegal mantiene vínculos con el yihadismo en Mali y Burkina Faso, participa en el trata de blancos y trata de personas en prácticamente todos los países donde se practica; En la República Democrática del Congo, la minería ilegal es uno de los principales motivos del contrabando de materias primas que cruzan hacia los países vecinos, despojando al país africano de sus propios recursos.
A esto habría que sumarle las pésimas condiciones en las que trabajan los mineros, sin garantías de seguridad y trabajando por cantidades irrisorias de dinero. En definitiva, no hay duda: la minería ilegal es un problema grave. Y en Sudáfrica lo saben. Por este motivo, la policía sudafricana ha lanzado recientemente una operación denominada Vala Umgodi (traducida al inglés como “cerrar el agujero”).que pretende acabar con la minería ilegal en su territorio. En las últimas décadas, el país ha recibido enormes cantidades de inmigrantes ilegales, muchos de ellos procedentes del vecino Mozambique, que entran en Sudáfrica para dedicarse posteriormente al negocio minero. Una dinámica extremadamente dañina y en varios niveles, como ya se ha expresado anteriormente, y que en esta ocasión ha requerido medidas contundentes por parte de las autoridades sudafricanas.
Los medios internacionales hablan incorrectamente de 4.000 mineros (no es una cifra oficial, ya que el Gobierno no ha querido dar cifras concretas) “atrapados” en el tajo minero de Stilfontein, en el noreste del país, cuyo acceso a suministros básicos ha sido bloqueado. cortado por las autoridades. Los alimentos no han entrado en la mina donde se encuentran retenidos los mineros ilegales desde hace semanas. El término “atrapados” sería incorrecto, ya que la estrategia del gobierno sudafricano consiste precisamente en forzar su salida mediante este recorte de suministros. y no hay evidencia de que los mineros que quieren irse no lo estén logrando. Es más: en los últimos días, y siguiendo el marco de la operación, ya han salido a la superficie alrededor de 1.000 mineros ilegales de otras zonas del país como consecuencia de este tipo de presiones, y se espera que los 4.000 mineros de Stilfontein seguir el mismo camino si no quieren morir de hambre en el proceso.
Sudáfrica es un estado soberano que actualmente atraviesa una profunda crisis económica por diversas causas, entre las que se encuentra la situación irregular de sus recursos mineros. Obviamente, señalando a los mineros como víctimas, como “atrapados”, cuando son ellos quienes cometen un acto criminal y cuando la policía sudafricana ha dejado claro que pueden salir en cualquier momento, victimizar (nuevamente) a quienes cometen delitosdespierta asombro entre las autoridades locales, que ya han advertido que seguirán con su estrategia.
El ministro de Gobierno sudafricano, Khumbudzo Ntshavheni, ya aclaró en una comparecencia ante los medios que “no enviaremos ayuda a los criminales. Los vamos a expulsar. Están saliendo. A los delincuentes no se les ayuda, sino que se les persigue. No fuimos nosotros quienes los enviamos allí. [a la mina]”. La mina Stilfontein fue una vez una mina legal, luego abandonada y actualmente ocupada por estos mineros ilegales.los cuales, hay que repetirlo, participan en su conjunto en dinámicas relacionadas con la prostitución, la trata de personas y la trata de menores. Las autoridades sudafricanas incluso han afirmado que los mineros también están armados y que las disputas entre diferentes grupos a veces son mortales.
Por el momento hay pruebas de un minero fallecido, aunque es probable que el número aumente. Todo dependerá de cuánto tiempo les llevará decidirse a marcharse.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí