«La escasa información que sale del norte de Gaza da fe de un nivel catastrófico de matanzas, destrucción y hambruna, así como de desplazamientos forzados de civiles mientras toda una población está bajo bombardeos, asedio y riesgo de hambruna, además de verse obligada a elegir entre desplazamiento o muerte», denunció Borrell en una de sus últimas intervenciones sobre el conflicto.

«Necesitamos un alto el fuego inmediato en Gaza y la liberación incondicional de todos los rehenes. Los civiles de Gaza también necesitan urgentemente un acceso rápido y sin obstáculos y una distribución sostenida de asistencia humanitaria a gran escala en toda Gaza», afirma el ex ministro. de Asuntos Exteriores de España.

El primero en salir a la palestra para derribar la propuesta de Borrell fue el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Annalena Baerbock. «Siempre estamos a favor de mantener abiertos los canales de diálogo. Por supuesto, esto también se aplica a Israel», explicaron este jueves fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín.

El departamento dirigido por Baerbock sostiene que el diálogo político previsto en el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel ofrece una oportunidad regular para discutir el cumplimiento del Derecho internacional y la prestación de ayuda humanitaria a la población de Gaza. Por otro lado, detener el diálogo no ayudaría a nadie, ni del lado palestino ni del lado israelí.

La verdad es que él El gobierno de Netanyahu ha rechazado sistemáticamente las últimas invitaciones de Borrell venir a explicarse a Bruselas y no ha aceptado la convocatoria del Consejo de Asociación UE-Israel, que los europeos exigen desde el pasado mes de mayo. Sus ministros han acusado al diplomático español de ser antisemita, odiar a Israel y ponerse del lado de Hamás.

La propuesta de Borrell de suspender el diálogo político con Israel fue presentada por primera vez en la reunión de embajadores de los 27 celebrada este miércoles para preparar el Consejo de Exteriores del lunes. «Sin previo aviso, el Servicio de Acción Exterior planteó este asunto. Fue una completa sorpresa y suscitó inmediatamente objeciones por parte de un gran número de Estados miembros», afirman las fuentes consultadas.

Además de Alemania, el resto de países que expresaron su rechazo al plan de Borrell fueron Italia, Países Bajos, Austria, Hungría, República Checa, Grecia y Dinamarca. Una oposición que hace imposible que prospere esta iniciativa sancionadora. Y según lo escuchado en su interrogatorio ante el Parlamento Europeo, Kaja Kallas le dará carpetazo en cuanto sustituya al español.

En su carta conjunta enviada a la Comisión en febrero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el entonces primer ministro irlandés, Leo VaradkarExigió una «revisión urgente» del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, alegando que el Gobierno de Netanyahu viola la cláusula que exige el respeto a los derechos humanos.

La presidenta Ursula von der Leyen ha ignorado esta petición y nunca ha dado respuesta a la carta. Por su parte, Borrell, completamente alineado con Sánchez en la línea dura contra Israel, ha planteado la cuestión en varios Consejos de Exteriores, pero tampoco había hecho ninguna propuesta concreta al constatar la profunda división entre los Estados miembros sobre el conflicto palestino. Israelí. Una cautela que ha decidido dejar de lado en su despedida del Gobierno de la UE.