Denunciadas por los trabajadores, SpaceX y Amazon tratan de asestar un golpe mortal a los sindicatos
Amazon y SpaceX, dos de las empresas más influyentes del mundo, están tratando de asestar un duro golpe a los sindicatos en Estados Unidos. Ambos gigantes, propiedad de los milmillonarios Jeff Bezos y Elon Musk, han acudido a los tribunales con la intención de que los jueces declaren la inconstitucionalidad de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), el organismo que vela por los derechos de los trabajadores y por su organización colectiva.
Este lunes, los abogados de Amazon y SpaceX comparecieron ante la Corte de Apelaciones del 5º Circuito de EEUU para denunciar que la agencia, creada por el Congreso en 1935, ejerce demasiado poder en la aplicación de las leyes laborales y en la resolución de conflictos entre las empresas y los empleados. La NLRB es un servicio público equiparable a lo que Inspección de Trabajo y Seguridad Social hace en España.
Una sentencia favorable a los intereses de Amazon, SpaceX y otras empresas que han presentado más de dos docenas de impugnaciones podría debilitar o directamente paralizar este organismo, dificultando aún más la formación de sindicatos y sus acciones para mejorar los salarios y las condiciones en sus puestos de trabajo.
Abusos contra los trabajadores
Ambas compañías han acudido a la justicia después de ser acusadas de violar los derechos de sus empleados. Según las decenas de demandas de NLRB, el gigante del comercio electrónico habría aplicado tácticas ilegales para impedir la organización laboral como proferir amenazas o despedir a simpatizantes sindicales. La compañía aeroespacial, por otro lado, habría despedido ilegalmente a empleados que criticaron públicamente a Musk.
Los tres jueces que este lunes escucharon las demandas Amazon y SpaceX cuestionaron las maniobras legales que han seguido para elevar el caso al Tribunal de Apelaciones, dominado por magistrados conservadores. El caso podría terminar llegando a Tribunal Supremo de EEUU, también controlado por una mayoría de jueces nombrados por los republicanos. El mayor órgano judicial del país ya ha dictado sentencias que limitan el poder de las agencias públicas.
Musk y Trump
La batalla legal contra los sindicatos se recrudece en un momento peculiar. La NLRB y los sindicatos ha disfrutado de un apoyo sin precedentes durante la administración demócrata del presidente Joe Biden, una posición que con toda probabilidad se verá mermada bajo la presidencia de Donald Trump. «Sería un caos que no se permitiera a la agencia desempeñar sus funciones y hacerlo correctamente», ha advertido Jennifer Abruzzo, consejera general de la NLRB nombrada por Biden.
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Tras aportar unos 200 millones de dólares a la exitosa campaña presidencial de Trump, Musk ha sido elegido para dirigir una nueva agencia (aún por crear) centrada en recortar gastos del gobierno federal y «eliminar la montaña de regulaciones asfixiantes que no sirven al bien mayor». Con ese poder en sus manos, el hombre más rico del planeta podría beneficiar a sus empresas, que tienen contratos millonarios con la administración pública pero también son investigadas por posibles infracciones. Se desconoce si Musk podrá influir políticamente en el rumbo de la NLRB.
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