estos son algunos de sus dulces «estrella»
«Es la época de más trabajo, pero también la que más nos gusta». Con estas palabras resume la encargada de Pomme Sucre, Alejandra Rodríguez, cómo se vive la Navidad en las confiterías de Gijón, en las que ya cuentan con una amplia variedad de dulces típicos de estas fechas. No faltan los más tradicionales, como los mazapanes y los polvorones, pero también hay espacio para algunas novedades, entre las que triunfan los calendarios de adviento. «Le están gustando mucho a la gente. Siempre hay que intentar innovar», señala Nuria Alba, encargada de la pastelería Balbona.
El escaparate de este negocio situado en la calle Asturias ya luce bolas doradas, casas en miniatura en las que destaca la figura de Papá Noel y calendarios de adviento que contienen chocolatinas. «Como encienden las luces este viernes, el martes empezamos a decorar todo y ya estamos haciendo los turrones», comenta Alba, al tiempo que su compañera, Nuria Chamorro, indica que la Navidad es «una época intensa». «El puente será el pistoletazo de salida y ya no pararemos hasta el roscón, que es lo que más vendemos», destaca.
En la calle Libertad, en Pomme Sucre también cuentan con calendarios de adviento. Sin embargo, tal y como resalta Alejandra Rodríguez, el producto «estrella» de esta confitería es el panetone. «Llevamos desde primeros de noviembre vendiéndolos. Tenemos el clásico, que es de chocolate y naranja, y uno nuevo, que es de gianduia y caramelo. Ese está muy bueno», asegura Rodríguez, que pone el foco en que «tenemos clientes que venían en Navidad cuando eran niños y ahora siguen viniendo de mayores». «Son semanas especiales», agrega.
Por su parte, la gerente de La Playa, Inés Villaverde, afirma que «en cuanto encienden las luces, la gente se imbuye del espíritu navideño y estamos hasta el 6 de enero sin parar». En esta confitería optan por sus dulces clásicos navideños, los troncos de turrón y los polvorones. «Funcionan muy bien, entonces no hay que cambiar la tradición», remarca Villaverde, mientras admira el portal que ya protagoniza el escaparate del establecimiento.
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En The Little Toffee, un local ubicado en la calle Fernando Villamil, cerca del parque de Zarracina, llaman la atención un árbol de navidad de grandes dimensiones, la figura de Papá Noel montado en un globo y una estantería repleta de panetones. «Es una época fuerte para nosotros y siempre cuidamos mucho la decoración de los productos», aseveran Gonzalo García y Alejandro Carmona, quienes añaden que su especialidad son los panetones. «Ya hemos vendido muchos. Tenemos ocho clases. El más peculiar es el de compango, pero ese mola más con vino que con café», bromea García, quien no duda que esta será una Navidad muy dulce para estos negocios que siempre buscan cómo sorpender a los gijoneses y visitantes que abarroten las plazas y calles de la ciudad.
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