La aspirina podría ser clave en el tratamiento contra el cáncer
Se llaman Anaïs Elewaut y Guillem Estivill. Tienen 29 y 28 años respectivamente. Uno viene de Málaga y el otro de Barcelona. Juntos descubrieron a través de experimentos con ratones yel poder de ciertos antiinflamatorios, como la aspirinapara mejorar el inmunoterapia
Y ahí radica su importancia. El cáncer ocurre cuando Las células se multiplican sin orden ni control y logran evadir el sistema inmunológico.que si está debilitado, no los reconoce como una amenaza y no los combate
Los dos investigadores encontraron un elemento crucial en la Activación de linfocitos T malignos.: monocitos, otro tipo de glóbulo blanco que se forma en la médula ósea. Observaron que los monocitos viajan por la sangre y pueden capturar fragmentos de células cancerosas y mostrárselos a las células T, para que puedan reactivar y atacar el tumor.
El grupo de Viena afirma que los medicamentos antiinflamatorios inhibidores de la ciclooxigenasaal igual que la aspirina, son “una estrategia prometedora” para aumentar la eficacia de la inmunoterapia, ya que bloquean la producción de moléculas inflamatorias, como la prostaglandina E2.
Y no sólo la aspirina, sino también otros antiinflamatorios como el ibuprofeno o los que se toman para el dolor. Según estos investigadores, los pacientes que los consumen tienen una mejor respuesta, como se observa en los ensayos clínicos de inmunoterapia.
¿Qué dosis de aspirina o ibuprofeno contra el cáncer?
Según la bióloga barcelonesa, estos antiinflamatorios tienen beneficios a corto plazo para los pacientes con cáncer porque reducir la progresión de la enfermedadincluso si con el tiempo el tumor reaparece. Por ello, ofrecen diferentes combinaciones de inmunoterapia, antiinflamatorios en dosis adecuadas y otro tipo de fármacos que inducen la producción de interferones. Hasta ahora, el descubrimiento ha funcionado en ratones. Y lo demostraron en melanoma, cáncer de páncreas, cáncer de pulmón y cáncer de colon. Pero habrá que ver si también funciona en humanos, lo que sería un gran paso adelante.
Pero ¿qué dosis de aspirina o ibuprofeno sería necesaria? Hay que adaptar los tratamientos sin olvidar los efectos secundarios que provocan estos medicamentos, como problemas digestivos o cardiovasculares. Por tanto, sería necesario combinarlos con otros medicamentos.
Los dos científicos españoles trabajan en el Instituto de Investigación de Patología Molecular de Viena (Austria), bajo la dirección de la bióloga Anna Obenauf. Su estudio fue publicado este miércoles en la revista “Nature”, referencia de la mejor ciencia del mundo.
Las defensas del cuerpo humano, los glóbulos blancos, se forman dentro de los huesos, pero algunos tipos viajan al timo –una pequeña glándula situada en el pecho– para madurar y convertirse en linfocitos T citotóxicos, capaces de destruir células infectadas por virus o bacterias.
No debemos olvidar que La aspirina por sí sola no cura el cáncer. Esta es una de las posibilidades, pero existen otros fármacos similares. y otros aún más potentes que también son antiinflamatorios y podrían aplicarse. Idealmente, terapias combinadas
Un estudio riguroso y esperanzador pero que hay que tomar con cautela. Habrá que ver los resultados de combinar antiinflamatorios con las inmunoterapias más habituales, como los llamados inhibidores de puntos de control inmunológico.
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