La SEPI «dinamita» el plan de Hunosa y los sindicatos amenazan con movilizaciones
El SOMA-FITAG-UGT y CC OO pidieron a última hora de la tarde de ayer la dimisión de Belén Gualda, presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Los sindicatos mineros la acusan de dinamitar la negociación del nuevo plan de empresa de Hunosa, compañía dependiente de la SEPI. Las centrales rechazan imposiciones desde Madrid cuando, afirman, el acuerdo en Asturias estaba ya casi cerrado. Amenazan con movilizaciones.
El malestar de los sindicatos llega después de nueve meses de negociación y más de 20 reuniones en las que, apuntan, se han desarrollado «de manera pormenorizada» las líneas generales del nuevo plan de empresa y sus actividades. «Ha sido un trabajo riguroso y realizado conjuntamente con la dirección de la compañía para establecer las necesidades reales de plantilla». Cuando el acuerdo parecía solo pendiente de ser oficializado, las centrales han entrado en conflicto con la SEPI. «Con una actitud totalitaria, obvia por completo todo este trabajo y plantea una propuesta alternativa muy alejada de las conclusiones a las que llegó la comisión negociadora», denuncian. Ante esta actitud, que los representantes de los trabajos califican de «confiscatoria», afirman que no les queda más opción que pedir la dimisión de la presidenta de SEPI, «por ser su máximo representante».
«Esta actitud pone de manifiesto que la SEPI secuestra la negociación, omite el trabajo de la comisión negociadora y dinamita cualquier posibilidad de acercar la misma a un posible acuerdo», señalan los dirigentes sindicales. Las organizaciones aseguran que no están dispuestas a llevar lo que consideran una doble negociación. «Lo que negociamos en Asturias no puede ser renegociado en Madrid. Es por ello que exigimos una reunión de manera inmediata con un representante de SEPI con capacidad de decisión y, de no ser así, el conflicto está servido».
El SOMA y CC OO recalcan que la transición justa «no puede llamarse justa si deja consigo cadáveres por el camino». Y añaden: «La transición debe ser justa social y laboralmente, dando cobertura a todos los trabajadores afectados y eso no puede hacerse si no se da una solución a todos los excedentes generados por la actividad minera, tanto los de la empresa matriz como los de las subcontratas». Ahondando en la queja, remarcan que «no es posible una transición justa que no de cobertura de manera global a más de un centenar de trabajadores que llevan en algunos casos más de 30 años trabajando para Hunosa en su actividad principal a través de subcontratas o que la solución para los excedentes de Hunosa pase por reconvertir mineros con más de 20 años de experiencia y un acusado desgaste físico en peones de oficios varios, atentando directamente contra su dignidad profesional».
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Los sindicatos apuntan que la propuesta de la SEPI «no es la hoja de ruta que nos acerca al acuerdo, como tampoco lo es tomar decisiones desde un despacho de Madrid, alejados totalmente de la realidad, sobre las soluciones que han de ponerse encima de la mesa para trabajadores de muy difícil recualificación, tal y como se recoge en el propio Acuerdo Marco para una Transición Justa de la Minería del Carbón». Las centrales son tajantes: «De no haber respuesta a nuestra petición en los próximos días, nos veremos abocados a iniciar un calendario de movilizaciones con el objetivo de revertir esta situación».
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