El centro de I+D de Escribano refuerza a Avilés como gran polo innovador industrial de la región
La decisión del grupo Escribano Mechanical & Engineering de ubicar en Avilés (en La Curtidora) su centro de I+D supone la incorporación de la ciudad al hub de Defensa. Pero no solo eso. Afianza a la comarca como el territorio con mayor concentración de centros de investigación, desarrollo e innovación de todo el Principado.
La comarca avilesina se consolida como un ecosistema ideal para la instalación de centros tecnológicos y de investigación aplicados a la industria. La prueba es que con el E4 Defense Systems del grupo Escribano suma ya una decena de estos centros, todos ellos privados: ArcelorMittal R&D; Windar Technology & Innovation: AdZ Tecnología (Azsa); Asturmadi Reneergy; Satec Hub; Idesa TRC; Gonvarri R&D; el CINNO de Aleastur; IQN de Qímica del Nalón y Saint Gobain. A esta lista hay que sumar Idonial Centro Tecnológico.
La «microárea metropolitana» avilesina es el pulmón industrial de Asturias, según los expertos. Y como tal, está inmersa en una nueva reconversión con la transición energética, la digitalización, la automatización de los procesos, y la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), conformando un ecosistema propio y singular.
La apuesta por la I+D y la innovación data de al menos dos décadas atrás, y con el paso del tiempo se ha consolidado hasta convertirse en «marca» propia interiorizada por toda la población avilesina. El Parque Científico Tecnológico Isla de la Innovación y el Centro de Empresas La Curtidora ya se han convertido en emblemas de los logros alcanzados.
Pero si la comarca atesora el mayor número de centros de I+D privados, es además un territorio singular en el conjunto del país, por las características que la distinguen. Fundamentalmente es su especialización industrial innovadora en distintos sectores económicos, a la que se suma la fabricación de enormes colosos para energías verdes, que todos los centros de I+D son privados, y que las ayudas públicas que reciben son a proyectos y por concurrencia competitiva (no a los centros).
A esto se suma otra singularidad: las empresas tienen sus centros de I+D próximos a los centros productivos, lo que supone un valor añadido a la hora de probar sus avances innovadores e innovadores y una ventaja competitiva, ya que les permite un considerable ahorro de costes en tiempo a la hora de sacar sus nuevos productos o diseños al mercado. Además, pueden mostrar a sus clientes una oferta competitiva difícil de encontrar en otros territorios.
[–>
Los expertos ya han coincidido en señalar que las grandes empresas asentadas en la comarca avilesina juegan un rol propio como ecosistema industrial innovador, con una clara visión internacional. Sus proyectos y productos se distribuyen por el mundo.
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí