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La característica física por la que han discriminado a Sigourney Weaver

La característica física por la que han discriminado a Sigourney Weaver
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  • Publishednoviembre 29, 2024


Sigourney Weaver Es reconocida como una de las actrices más destacadas del cine, famosa por su capacidad de adaptación a todo tipo de personajes y por su poderosa e imponente presencia en pantalla. Se convirtió en una celebridad internacional gracias a su interpretación del teniente. Ellen Ripley gratis Extraño. Desde entonces, ha seguido trabajando y triunfando en la pantalla grande.

Convertida en un icono del cine de acción y ciencia ficción, ha recibido a lo largo de su carrera tres nominaciones al Oscar. Como mejor actriz por Extraterrestres: el regreso (1986), dirigida por James Cameron. Por Gorilas en la niebla (1988) Y una nominación a Mejor Actriz de Reparto por armas de mujer (1988), de Mike Nichols.

Sigourney Weaver destacó en la industria por retratar a mujeres fuertes y complejas, rompiendo con los arquetipos tradicionales de su época y dejando una importante huella en el cine.

La altura, un handicap en la carrera de Sigourney Weaver

Sigourney Weaver

A pesar de su éxito, Weaver enfrentó muchos desafíos en Hollywood debido a su altura, que alcanzó 1,82 metros. Este rasgo físico, que muchas veces superaba la altura de sus compañeros masculinos, le cerró muchas puertas durante los castings, como ella misma confirmó en una entrevista.

«Perdí muchos papeles por mi talla.. Mido 1,90 metros con tacones. Los productores son pequeños y yo nunca fui su fantasía. En cuanto a los actores, si entro en una habitación y un actor se levanta, inmediatamente se avergüenza y vuelve a sentarse. Yo estaba como: «Este trabajo no es para ti». Una vez me ofrecí a pintarme los zapatos descalzos para conseguir un papel porque me hacía parecer más pequeña.«, dijo la actriz, muy insatisfecha con el trato que recibió repetidamente por parte de la industria.

Sigourney Weaver

Estas declaraciones reflejan los obstáculos que enfrentó en un mundo que muchas veces prioriza estándares físicos específicos sobre el talento, la capacidad, el esfuerzo y las ganas de trabajar.

A pesar de estas adversidades, Weaver solidificó su posición como actriz de referencia en Hollywood, apareciendo en títulos icónicos como los cazadores de fantasmas (1984), la tormenta de hielo (1997) y Avatar (2009), una colaboración con James Cameron, con quien ya había trabajado en la secuela de Extraño.

Estas obras demuestran que su capacidad actoral y su carisma escénico superaron cualquier prejuicio ligado a su tamaño. Weaver logró no sólo liberarse de estas limitaciones, sino también convertirse en un modelo de perseverancia en el mundo del cine. Un referente dentro de una industria que, muy a menudo, discrimina a las mujeres por su físico.



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