Steve Jobs, el impacto de un visionario en la tecnología mundial
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Steve Jobs habría cumplido esta semana 70 años si un cáncer de páncreas no se hubiera cruzado en su camino. A pesar de su muerte prematura en octubre de 2011, su nombre sigue siendo sinónimo de innovación, creatividad y esa búsqueda incansable de la excelencia que sigue inspirando a ingenieros, científicos y tecnólogos de todo el mundo.
Y es que Jobs se atrevió a imaginar lo imposible, transformando industrias y redefiniendo la interacción humana con la tecnología con unos diseños revolucionarios que siguen marcando camino décadas después. IEEE ha publicado una retrospectiva de su carrera que usamos como base para, enfocado en sus principales productos y su impacto, dedicar nuestro pequeño homenaje a este genio de la tecnología.
El impacto de Steve Jobs
Jobs fue más que un empresario tecnológico exitoso; fue un visionario que cambió el mundo con su inquebrantable impulso a la innovación. Revolucionó muchas áreas, entre ellas la informática, las telecomunicaciones, el entretenimiento y el diseño. Los productos y servicios que desarrolló se han convertido en parte integral de la vida moderna y forman la base de futuros avances tecnológicos.
Aclamado por su visión, también fue criticado por su mal carácter, su impaciencia y su falta de empatía. Su liderazgo autocrático y exigente le alejó de sus colegas y provocó conflictos, pero esos rasgos también impulsaron la innovación y ofrecieron lecciones sobre los obstáculos y las aspiraciones del liderazgo.
Apple I, II, III, Lisa – Apple Computer
Dicen las crónicas que Steve Jobs tenía 15 años cuando en 1971 conoció e hizo amistad con Steve Wozniak, un entusiasta de la electrónica con aspiraciones de crear su propia computadora. Y terminó consiguiéndolo con el Apple I presentado en el Homebrew Computer Club en abril de 1976. Originalmente pensado para uso personal, Jobs tuvo claro tras su gran acogida que aquello había que convertirlo en producto comercial no sin antes crear la compañía Apple Computer el 1 de abril de 1976.
Tres meses después comenzaron a venderlo a una tienda local por 666,66 dólares. Aunque se trataba de un tablero de circuitos al que el comprador tenía que añadir componentes como carcasa, fuente de alimentación, teclado o pantalla, era un gran paso adelante ya que las computadoras de aficionados de la época se montaban a base de kits y mucha soldadura.
El mismo año del lanzamiento del Apple I y con otro prototipo en el bolsillo, en un vuelo para asistir al evento Personal Computing Festival, Jobs y Wozniak coincidieron con los fundadores de Processor Technology y su diseño de computadora llamada Sol, una máquina que podía entregarse con montaje de todos los componentes. De nuevo, el instinto de Jobs funcionó y vio que aquel era el camino: ofrecer una máquina completa terminada y lista para funcionar.
Así comenzó a nacer el definitivo Apple II. Su influencia en la industria fue colosal, tanto como para provocar el desarrollo del IBM PC, una máquina clave en la historia de la computación moderna, que acercó como ninguna otra los ordenadores personales al público masivo. Y llegó el Apple III, el primer gran fracaso comercial de Apple, lo mismo que Lisa, a pesar de lo revolucionario del equipo. provocaron las primeras convulsiones y cambios corporativos en Apple.
Hubo despidos entre la plantilla de 1.000 empleados a comienzos de los 80, Steve Jobs asumió el puesto de CEO y Mike Markkula dimitió como presidente, siendo reemplazado por John Sculley. Cuentan que Jobs convenció al entonces vicepresidente de Pepsi con la siguiente pregunta: «¿Prefiere pasar el resto de su vida vendiendo agua azucarada o tener la oportunidad de cambiar el mundo?».
Macintosh, MacBook… Destitución de Jobs
En enero de 1984, Apple comercializó el primer ‘Mac’ de su historia con el modelo Macintosh 128K. Un modelo que comenzó su andadura de forma impactante con el comercial «1984» de Ridley Scott estrenado en la XVIII Super Bowl y considerado por las firmas especializadas como uno de los mejores anuncios televisivos de la década.
Sin llegar al desastre del Apple II, el primer Macintosh tampoco tuvo el éxito esperado, y aunque la situación mejoró con los siguientes modelos, especialmente el Macintosh II que abrió una nueva dirección en los Mac por su arquitectura abierta y un diseño modular similar al empleado por el IBM PC, produjo un movimiento corporativo fundamental, un choque de trenes entre John Sculley y Steve Jobs por el poder en Apple que provocó la destitución de Jobs como gestor y el posterior abandono de Apple en 1985.
Steve no perdió el tiempo y en otra muestra de determinación convirtió el despido en oportunidades. Pronto fundó la empresa NeXT Computer Inc. estableciendo un modelo de negocio similar al de Apple, con venta del hardware y el sistema operativo con destino a empresas y sector educativo. Renombrada posteriormente a Next Software, fue comprada por Apple en 1996 para actualizar el sistema operativo de las computadoras Macintosh.
Otro momento destacable de Jobs en ese periodo fue la compra de Pixar Animation Studios a Lucasfilm. Convertida en un estudio independiente, produjo el primer largometraje animado por computadora en la historia del cine, Toy Story. Una auténtica revolución en el apartado creativo al que siguieron otros éxitos hasta su venta a Disney en 2006.
Tras el regreso de Steve Jobs a Apple, la compañía actualizó la serie de portátiles PowerBook y amplió su catálogo de ordenadores personales con los AIO todo en uno iMac con un diseño firmado por Jonathan Ive (muchos años responsable de diseño industrial en Apple). Después llegaron los compactos Mac mini, los portátiles MacBook modelos Pro y Air y las estaciones de trabajo Mac Pro.
Mención especial merecen la línea de reproductores de audio digital, iPods, seguramente el primer gran bombazo de Apple por la revolución para la industria musical que supuso y el inicio con iTunes de las tiendas de contenido, posteriormente concretada en la App Store. Menos conocida entre el gran público, pero también destacable, fue la transformación de la industria editorial con los iBooks y los servicios de suscripción a medios.
iPhone, iPad…
Con ser importante todo lo anterior, la historia moderna de Apple comienza con el lanzamiento del iPhone. Un dispositivo que impactó como ningún otro en la industria moderna de las telecomunicaciones y en general en la de toda la tecnología mundial por su enorme influencia.
Corría el 9 de enero de 2007 cuando un Steve Jobs en la cresta de la ola y tras arrasar la industria de la música con los iPods, se dispuso bajo el grito de guerra «hoy vamos a hacer historia juntos» a presentar un nuevo dispositivo en la conferencia Macworld que por entonces se celebraba en el Moscone Center de San Francisco. Apple estaba a punto de revolucionar la industria y convertirse en ‘una compañía de móviles’. Tanto es así que la presentación del iPhone «obligó» a un cambio de nombre de la misma empresa. De Apple Computer Inc. a Apple Inc.
Nombrado por la revista ‘Time’ como ‘el invento del año’ el éxito del iPhone fue absoluto y la repercusión de su lanzamiento total para la industria tecnológica en varios frentes. Y lo mismo para Apple, ya que su línea de móviles está considerada como el dispositivo hardware más rentable de la historia.
Además, fue el preludio de su tienda on-line, la App Store, pronto convertida la tienda digital más rentable del planeta y en un gran apoyo para la multimillonaria división de móviles de la compañía. El resto ya es historia y la línea de móviles supone hoy el 60% de los ingresos de Apple.
Y unos años después llegó el iPad. Un empeño del propio Jobs, cuya visión quedó patente para abrir al público masivo una categoría de producto que hasta entonces era meramente testimonial, reducido a ámbitos profesionales y/o corporativos o meros prototipos que no acabaron de comercializarse.
Aunque el concepto de ‘tableta electrónica’ era conocido desde los años 50, el poderoso marketing de Apple apuntó fuerte por un dispositivo que mejoraba todo lo visto anteriormente en el sector, en hardware y también en software. Por supuesto, el sentido de la oportunidad aprovechando el tirón del iPhone comercializado tres años antes, también funcionó. Y es que, en su primera versión, esencialmente se trataba de un iPhone gigante con diseño espectacularmente ligero y delgado.
Aún sin tanta trascendencia como el iPhone para la cuenta de resultados de Apple, la influencia del iPad en el desarrollo global de tablets fue enorme y hoy existe oferta de decenas de fabricantes. Ninguno ha alcanzado los niveles de venta de los tablets de Apple.
Finalmente, señalar que uno de sus últimos proyectos (Apple Park) fue la construcción de un campus corporativo circular en Cupertino como sede de Apple. Apodado The Spaceship cuando se inauguró en 2017, la instalación albergaba a 12.000 empleados en un edificio de cuatro pisos con estacionamiento subterráneo y zonas ajardinadas que ocupan un 80% de la superficie total. La instalación es un ejemplo de campus de alta tecnología.
Lecciones de la vida y obra de Steve Jobs
La vida y la carrera de Jobs ofrecen perspectivas valiosas para tecnólogos, desarrolladores, especialistas en marketing y líderes empresariales. En el panorama tecnológico actual, de rapidísima evolución, hay lecciones clave de su legado que siguen siendo particularmente relevantes:
- La innovación requiere una visión audaz y la asunción de riesgos. Jobs creó productos que la gente ni siquiera sabía que necesitaba hasta que los probó. «No es trabajo del cliente saber lo que quiere”, fue una de sus frases famosas.
- La simplicidad es la máxima sofisticación. Jobs defendió el minimalismo y la claridad en el diseño y la interfaz de usuario, reconociendo que la simplicidad mejoraba la usabilidad.
- La pasión y la perseverancia son la clave del éxito. La carrera de Jobs estuvo marcada por triunfos inequívocos y también por grandes reveses. Después de ser expulsado de Apple, Jobs fundó NeXT y dirigió Pixar antes de regresar a su compañía para orquestar una de las transformaciones corporativas más notables de la historia.
- La tecnología debe servir a los usuarios. Jobs se comprometió a crear tecnología que se integrara perfectamente a la vida humana. Su principio era que la tecnología debe servir a un propósito que satisfaga las necesidades humanas.
- Desafiar el pensamiento convencional. La campaña Think Different de Apple mostraba a las claras la filosofía de Jobs: desafiar las normas, cuestionar las limitaciones y perseguir ideas no convencionales que pudieran cambiar el mundo. Esa visión sigue inspirando a la generación actual de investigadores e ingenieros a traspasar los límites y explorar nuevas fronteras.
Steve Jobs y la inteligencia artificial
Como muestra de que fue un adelantado a su tiempo y aunque algunos analistas dicen que Apple se ha retrasado en la respuesta a la explosión actual de las tecnologías de inteligencia artificial, hay que decir que Jobs la tenía muy en cuenta décadas antes y anticipó su potencial transformador. En un discurso pronunciado en 1983 en la Conferencia Internacional de Diseño en Aspen, Colorado, predijo que los sistemas impulsados por IA transformarían radicalmente la vida cotidiana. Su visión coincide estrechamente con los avances actuales en IA generativa.
Por ejemplo, Jobs consideraba que los libros eran un medio poderoso, pero estático, que carecía de interactividad. Imaginó herramientas que permitieran una interacción más profunda con el texto, planteando preguntas y explorando los pensamientos del autor más allá de las palabras escritas. «Algún día, un estudiante podrá no solo leer las palabras de Aristóteles, sino también hacerle una pregunta y recibir una respuesta»:
Más allá de la interactividad, Jobs anticipó avances en sistemas de IA inspirados en el cerebro. Creía que la informática evolucionaría al comprender la arquitectura del cerebro, y predijo avances inminentes. Su temprana defensa de las tecnologías impulsadas por IA (como el reconocimiento de voz, la visión artificial y el procesamiento del lenguaje natural) culminó con la adquisición de Siri en 2010 y su lanzamiento como una de las primeras soluciones que llevaron la asistencia personal impulsada por IA a la vida diaria.
Una verdadera lástima que su muerte prematura le impidiera presenciar la revolución de la IA en curso, porque es seguro que este genio transformador hubiera desempeñado un papel fundamental en la aplicación de la IA (y en otros tantos campos) en el progreso y creatividad humana. Vaya desde aquí nuestro reconocimiento en una semana muy especial donde Jobs hubiera cumplido 70 años.
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