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La doctrina judicial del ‘árbol envenenado’ y cómo el novio de Ayuso podría usarlo para salvar su causa por fraude

La doctrina judicial del ‘árbol envenenado’ y cómo el novio de Ayuso podría usarlo para salvar su causa por fraude
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  • Publishednoviembre 12, 2025



En justicia no basta con tener pruebas sólidas. Incluso lo que parece irrefutable puede perder todo valor si se obtiene irregularmente. Esa es la idea central de la convocatoria Doctrina del fruto del ‘árbol envenenado’.: Sólo los frutos envenenados pueden proceder de un árbol envenenado. Es decir, si una prueba surge de algo ilícito o se vulneran derechos fundamentales al obtenerla, esa prueba no vale naday cualquier convicción basada en él puede colapsar.

Este principio ha salido a la palestra con uno de los casos más sonados de los últimos años, el de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Hay varios elementos que lo hacen especialmente interesante:

  • los periodistas: Han defendido firmemente sus fuentes y afirmado que tuvieron acceso al correo electrónico involucrado ante el fiscalalgo clave para la defensa y que marca la diferencia entre una filtración jurídica y una vulneración del derecho de defensa.
  • El entorno de Ayuso: Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete, justificó sus contradicciones diciendo que es «periodista y no notario». Y el novio del presidente relató sentirse convertido en «el criminal confeso de España», advirtiendo incluso que podría «abandonar el país o incluso suicidarse». Más allá del drama, estas declaraciones tienen un antecedentes legales: Si puede demostrar que se violaron sus derechos, puede intentarlo anula tu propia causa.

¿Cuál es exactamente la doctrina del fruto del ‘árbol envenenado’?

La idea es sencilla y muy visual: si el árbol está envenenado, nada bueno podrá crecer de él. Aplicado al derecho:

  • La evidencia obtenida sin autorización judicial No son válidos.
  • La evidencia obtenida bajo tortura, presión o intimidación ellos tampoco.
  • Incluso si se obtienen pruebas mientras se busca otra cosa, pueden ser invalidadas.

No es un principio absoluto: hay matices, pero Lo central es que las garantías constitucionales son la base de toda justicia. Sin ellos, incluso las pruebas más sólidas pueden perder su valor.

Precedentes claros

Un ejemplo real y muy ilustrativo se produjo en un caso de pederastia. Un hombre llevó su computadora a un técnico para que la arreglara. El técnico descubrió una carpeta con archivos ilegales y avisó a la policía. El hombre fue arrestado, juzgado y condenado. Sin embargo, El Tribunal Europeo de Derechos Humanos anuló la sentencia porque las pruebas habían sido obtenidas sin permiso judicial. Árbol envenenado, fruto envenenado: no hubo ningún caso.

Aplicado al fraude del novio de Ayuso, si se demuestra que el Las filtraciones violaron el derecho a la defensa.González Amador podría intentarlo anular su caso utilizando este mismo principio. Y más allá del efecto jurídico, esto nos recuerda algo fundamental: Las garantías constitucionales no son un detalle, son las que sostienen todo el sistema judicial.

Incluso si un caso parece sólido debido a los titulares y al drama, Si el árbol está envenenado, todo puede colapsar.. Y ahí radica la fuerza de la doctrina que ya ha sentado precedentes históricos y que sigue siendo clave en la justicia contemporánea.

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