“En una caminata de 20 minutos, 5 intervalos de 1 min de alta intensidad aportan 5 min de calidad. Caminar por intervalos es muy interesante”



a veces alguien presume de cuidarse más que nunca. Habla de su nueva rutina, cómo entrena todos los días y lo bien que se siente desde que lo hace. Pero cuando cuenta en qué consiste su plan, admite que Lo único que hace es dar un paseo rápido.. Surge entonces la pregunta de si conviene felicitarlo o recordarle que Caminar no siempre equivale a entrenar.
Álvaro Pucheentrenador personal y licenciado en ciencias del deporte, explica a saber vivir Mucha gente cree que caminar significa hacer un buen ejercicio, aunque fisiológicamente no sea así. Indica que «El mayor error es pensar que caminar es todo lo que necesito«y añade que este malentendido»pierde la oportunidad de mejorar verdaderamente su salud física» Por eso destaca la distinción entre movimiento y entrenamiento: una diferencia que, según él, determina el bienestar a largo plazo.


Transformar un pequeño paseo en una sesión eficaz está al alcance de todos.
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Depender únicamente de caminar limita el progreso físico
El error más común, según Puche, es reducir toda actividad física a caminar. Dice que la mayoría de las personas que practican este ejercicio de bajo impacto «basan toda su actividad física en caminar, y que es insuficiente para mejorar tu condición física«. Explica que el cuerpo necesita Estímulos de fuerza e intensidad. adaptarse, y los paseos suaves fallan para mantener las capacidades musculares o cardiovasculares.


Álvaro Puche explica que caminar suavemente no estimula el cuerpo y no mejora la resistencia.
Comenta que caminar de manera relajada plantea pocos desafíos metabólicos. «La persona que camina lentamente tiene el mismo estímulo que la persona que no se mueve del sofá«, explica el entrenador. Como resultado, el cuerpo no recibe el impulso que necesita para regenerarse o fortalecer sus sistemas.
Este enfoque no busca desanimar a quienes caminan, sino más bien ayudarle a hacer un mejor uso de sus esfuerzos. De esta manera, cada paso puede ser parte de una estrategia de movimiento más efectiva, siempre que haya progresión, propósito y variación.
Caminar a diario no es suficiente para cuidar tu salud
El especialista explica que Caminar 30 minutos al día es saludable para despejar la mente, pero no para mejorar la condición física. Destaca que “caminar 30 minutos al día es muy por debajo de un umbral de estimulación adecuado a lo que nuestra fisiología necesita y exige.» Sin embargo, considera que es una punto de partida que puede ampliarse a algo más exigente.
Puche precisa que “caminar no mejora la función muscular, el sistema cardiocirculatorio, la salud neurocognitiva ni la densidad mineral ósea”. Sólo cuando se combinan actividades de fuerza y alta intensidad. En estos sistemas se producen adaptaciones reales. Por tanto, el músculo no cambia al caminar, sino con el entrenamiento de fuerza.
El paseo tiene un valor emocional obvio, porque aclara tu mente y reduce el estrés. Sin embargo, desde un punto de vista fisiológico, permanecer allí deja la mejora corporal a medio camino. Por tanto, hay que tener claro que sirve para ventilar y moverse un poco, pero no como una herramienta de salud completa.
Cómo disfrutar de una caminata de veinte minutos
Puche considera que El tiempo no es un obstáculo si se aprovecha bien.. Él explica que «caminata dividida Es muy interesante: alternar picos de alta intensidad con recuperaciones activas mejora la respuesta fisiológica». Esta estrategia transforma un resultado simple en un sesión de trabajo útil.
El entrenador sugiere dividir una caminata corta en varios esfuerzos. Recuerde que “cinco intervalos de alta intensidad de un minuto durante una caminata de 20 minutos proporcionan cinco minutos de calidad«. Esta alternancia Activa el sistema cardiovascular y mejora la resistencia muscular. sin necesidad de dedicarle más tiempo.
También recomiendo caminar en pendientes cuando sea posible. Indica que “caminar en pendiente es una buena manera de optimizar el tiempo, porque mejora la fuerza de los glúteos y el trabajo de la cadera«Así que incluso una caminata corta puede convertirse en un Completar el ejercicio si se consideran la intensidad y el propósito..


Muchos piensan que caminar es suficiente para mantenerse en forma, pero los expertos advierten de que sin estímulos de fuerza e intensidad el cuerpo no mejora y se adapta como debería.
EXISTENCIAS
La fuerza como base del bienestar
El especialista considera que la La fuerza es el motor del cuerpo y el verdadero indicador de la salud.. Recuerda que “primero hay que desarrollar una buena función muscular, esto se consigue con fuerza y trabajo de alta intensidad, no caminando”. Según su criterio, Sin músculos activos, el esfuerzo no se puede sostener que mantiene la vitalidad.
Además, afirma que “si pierdo capacidad muscular y mitocondrial, pierdo la capacidad de hacer cualquier cosa de alta intensidad y pierdo calidad de vida, independencia y autonomía”. Según explica, el La pérdida de masa muscular es uno de los signos más evidentes del envejecimiento funcional. Por eso el trabajo forzoso no es opcional, sino necesario para preservar la autonomía.
El músculo, explica Puche, Protege todos los sistemas del cuerpo y mantiene estable el metabolismo.. A partir de ahí, el movimiento cotidiano adquiere sentido, porque el el cuerpo está preparado para responder a los desafíos de la vida diaria con energía y resistencia.
Actividad física después de los 60
El entrenador recuerda que mejorar tu condición física siempre es posibleincluso a una edad avanzada. Destaca que “aún es posible hacerlo a partir de los 60 años; Todo lo que puede hacer una persona de 20 años, también lo puede hacer una persona de 60 años.progresando adecuadamente. » Su mensaje se basa en adaptar la intensidad y el ritmo de trabajo en el punto de partida de cada persona.
Añade que “el de 60 años lo necesita más que el de 50, y el de 70 más que el de 60; «Cuanto mayor eres, más debes tener en cuenta tu edad biológica».. Según él, el envejecimiento no sólo depende del tiempo, sino también de capacidad de mantener activos los músculos y las funciones que los acompañan.
En esta perspectiva, Puche resume que «La alta intensidad es muy amiga de la salud.«. Esta idea, lejos de ser un lema, refleja que la vitalidad se adquiere cuando El cuerpo se cuestiona según sus posibilidades.Siempre con precaución pero sin miedo.
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