Motosierra en mano, amenaza a un vecino en el barrio ferrolano de Caranza
La mañana de este jueves, el barrio Caranza vivió Momentos de verdadera perplejidad. Eran poco más de las diez cuando el sonido de una motosierra rompió la calma de la calle Armada Española. Un hombre, armado con la herramienta, amenazó a otro que, desde la puerta de un edificio vecino, blandía un rastrillo. Los vecinos, entre el miedo y la incredulidad, Grabaron la escena desde las ventanas mientras alertaban a la policía.
Las imágenes, que rápidamente circularon en las redes sociales, muestran a los dos hombres llamándose a distancia, tocándose, sin acercarse. Uno de ellos utilizó la motosierra una y otra vez; El otro se defendió con el rastrillo y, según testigos, incluso portaba un cuchillo. “Pensábamos que se iban a matar en el acto”, relata un vecino del edificio situado frente al aparcamiento donde ocurrieron los hechos.
Fuentes municipales confirman que los dos implicados son antiguos conocidos de la policía local. Este sería un nuevo episodio de un enfrentamiento vecinal que ya había generado tensiones en el barrio. A pesar de la gravedad del altercado, la situación no empeoró en ese momento: El hombre de la motosierra se subió a un coche que lo esperaba y salió del local, mientras el otro permaneció en el portal.
A los pocos minutos llegaron varias patrullas de la policía nacional y local. Los agentes acordonaron la zona y tomaron declaraciones a varios testigos. Según las primeras informaciones, uno de los hombres resultó herido, aunque no de gravedad, por lo que fue necesaria la intervención de una ambulancia del 061, que lo trasladó al hospital.
La calma no duró mucho. Mientras la policía escoltaba a uno de los implicados, los familiares del otro salieron a la calle y comenzaron los empujones, gritos e insultos. Testigos afirman que incluso se arrojaron objetos, como destornilladores, mientras se escuchaban amenazas de muerte y acusaciones de “soplones”. Los agentes tuvieron que intervenir nuevamente para contener la situación.
En ese momento, una joven, esposa de uno de los protagonistas, fue detenido por la policía por presuntamente portar un cuchillo.
Pasadas las once y cuarto de la mañana, la situación podía considerarse bajo control. La ambulancia abandonó el lugar con el herido y los agentes continuaron hasta la zona para recopilar información.
Los vecinos, aún molestos por lo vivido, decían entre ellos que “esto no va a quedar así”. El hecho dejó una sensación de inseguridad en la región, donde no es la primera vez que se producen enfrentamientos entre los implicados. La Policía Nacional mantiene abierta la investigación para esclarecer lo sucedido y determinar posibles responsabilidades penales.
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