Japón se pone en pie de guerra contra los osos
La primera amenaza a la que ha tenido que reaccionar la recién nombrada primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, no está teniendo nada que ver con las grandes potencias globales como China y Estados Unidos, con cuyos líderes ya se ha reunido, sino con algo mucho más mundano, el aumento de ataques de osos a personas que ha obligado a Japón ha tomar medidas excepcionales.
[–>[–>[–>Desde el pasado abril, la amenaza de este animal salvaje ha dejado 13 muertos y más de un centenar de heridos en 220 ataques. Una cifra récord desde que se tiene constancia, que se han producido en su mayoría en la montañosa región de Akita, al norte de Honshu, la isla principal del país.
[–> [–>[–>Tal está siendo la situación, que las autoridades niponas han aprobado este viernes un paquete de medidas, entre las que se incluyen la implantación de vallas eléctricas y trampas, incentivos para sacarse la licencia de caza, y el envío de expertos a las localidades más afectadas para brindar apoyo logístico y financiero a las autoridades locales. De hecho, la administración de Takaichi está animando a los miembros retirados del Ejército –las Fuerzas de Autodefensa–, y la Policía a que obtengan licencias de caza para ayudar a los cazadores locales. Quines, cada vez más envejecidos, se han visto superados por los ataques.
[–>[–>[–>
Una serie de iniciativas que se suman a las ya tomadas en los días previos, como el permiso “sin precedentes” a la policía de utilizar armas para disparar a los animales en situaciones de riesgo; y la presencia de unidades especiales antidisturbios para patrullar los barrios en busca de osos. Un operativo denominado «cacerías de emergencia», que también se ha desplegado en la prefectura de Iwate y cuya actividad puede extenderse hasta el invierno. “A partir de hoy nace el equipo especial ante la aparición de osos en la zona», explicó este jueves el jefe de la Policía de la prefectura de Akita, Minoru Kobayashi, en una rueda de prensa sobre la decisión del Gobierno japonés de permitir el uso de armas de alto calibre a los uniformados.
[–>[–>[–>Una señal de precaución en el parque Senshu en Akita, Japón, advirtiendo de la presencia de osos. / Franck Robichon / EFE
[–>[–>[–>[–>[–>[–>
Ante esta situación, algunos colegios de la región han hecho que los estudiantes cuelguen de sus mochilas pequeñas campanas para ahuyentar a los animales. Entre ellas, la escuela de Meitoku, próxima al parque de Senshu, donde según el testimonio de un trabajador recogido por la Agencia Efe, cada vez más familias optan por llevar a sus hijos en coche, incluso cuando sus residencias están a pocos minutos andando. De hecho este parque, a pocos pasos de la estación central de Akita, estuvo cerrado el jueves por la presencia de osos por la zona. Dos de los cuales fueron atrapados en los últimos días y un tercero fue avistado pero no capturado.
[–>[–>[–>
Atención internacional
[–>[–>[–>
La situación de Japón, y de esta región montañosa en particular, ha logrado capturar la inquietud de los medios internacionales e incluso la del Gobierno de EEUU, cuya embajada alertó este jueves del aumento de los ataques y llamó a sus ciudadanos a evitar zonas donde se hayan avistado osos.
[–>[–>
[–>Más allá de estas medidas, la Administración de Sanae Takaichi se ha comprometido a aumentar la financiación pública para prevenir esta oleada de ataques y, según la cadena pública NHK, a elaborar una hoja de ruta antes de marzo de 2026 –fecha que marca el fin del año fiscal–, que especifique la cantidad de osos que deben capturarse en cada región.
[–>[–>[–>
«Esta es una situación grave que amenaza la seguridad de la población«, declaró Takaichi en un comité presupuestario de la Dieta, el parlamento nacional, en el que se comprometió a aumentar el apoyo financiero a los gobiernos locales para cubrir las tasas de las asociaciones de cazadores o los costes de captura de osos. Unas declaraciones a las que se ha sumado este viernes el portavoz del Gobierno nipón, Minoru Kihara, durante su rueda de prensa diaria donde ha señalado que el objetivo de este nuevo plan es “reducir el número de osos que aparecen en zonas habitadas».
[–>[–>[–>
Miembros de las Fuerzas Terrestres de Autodefensa de Japón transportan un oso a un vehículo en Tokio, Japón. / Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón / EFE
[–>[–>[–>[–>[–>[–>
Falta de cazadores y comida
[–>[–>[–>
La proliferación de estos ataques no nace de la nada. Según la cartera de Medioambiente del Gobierno japonés, la falta de cazadores, la mala cosecha de bellotas, los inviernos más cálidos que retrasan la hibernación y la despoblación de las zonas rurales han compuesto el mix perfecto para que estas especies se internen en zonas urbanas o concurridas por el ser humano.
[–>[–>[–>
Dejando escenas que ahora navegan por las redes sociales donde se avisa de la aparición de estos osos. Entre ellas, una de este mismo miércoles, donde podía verse a un oso correr por la pista del aeropuerto de Hanamaki, en la prefectura de Iwate. Un suceso que obligó su cierre durante más de una hora y provocó el despliegue de los equipos de seguridad. Aunque el animal acabó desapareciendo en la maleza.
[–>[–>[–>
También en la localidad de Hachimantai, en esta misma provincia, un hombre resultó herido tras toparse con dos osos mientras paseaba a su perro cerca de una zona de arrozales; y otro, un cazador octogenario de la prefectura de Niigata, a 300 kilómetros al noroeste de Tokio, fue atacado por un oso mientras patrullaba una carretera rural en la ciudad de Shibata. Este último, según la policía, utilizó su arma para matar al oso, de 1,5 metros, en el acto, pero sufrió heridas de baja gravedad..
[–>[–>[–>
Incluso, entre los afectados por estos ataques se encuentra un español que en octubre resultó herido cuando se topó con un oso en la aldea de Shirakawago, Patrimonio de la Humanidad.
[–>[–>[–>
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí