un empeño de Trump plagado de incertidumbres
Llegan pocas noticias desde la Franja de Gaza. Con la entrada en vigor del alto el fuego hace apenas un mes, el enclave palestino ocupa menos titulares, pero ni los bombardeos ni la hambruna han desaparecido, por mucho que hayan menguado en las últimas semanas. También permanece la incertidumbre sobre el futuro de los gazatíes, y quién velará por su seguridad. La Administración del presidente estadounidense Donald Trump insiste en la creación de una Fuerza de Estabilización de Gaza para la segunda fase de la tregua. En principio, estaría compuesta por tropas de países árabes y de mayoría musulmana, pero ningún país ha confirmado su participación, mientras que las autoridades israelíes vetan la presencia de cada vez más actores, aumentando los temores a una ocupación.
[–>[–>[–>Un borrador de la resolución de Estados Unidos enviado a los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas revela algunos detalles. El mandato de la fuerza incluiría la estabilización del «entorno de seguridad en Gaza garantizando el proceso de desmilitarización de la Franja de Gaza, incluyendo la destrucción y la prevención de la reconstrucción de la infraestructura militar, terrorista y ofensiva, así como el desarme permanente de los grupos armados no estatales», afirma el documento al que ha tenido acceso el medio The National. Sus integrantes trabajarían en coordinación con Israel y Egipto, y junto a un servicio de policía palestino recién entrenado y examinado.
[–> [–>[–>«Mientras Netanyahu quiere que estas fuerzas actúen como fuerza de ocupación, subcontratistas del Ejército israelí, para atacar a Hamás y otros grupos armados, desarmarlos, destruir túneles, realizar labores policíacas, de espionaje, contrainsurgencia, etc., los países árabes y Turquía buscan un enfoque más realista, para que funcionen como fuerza de protección»
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Pero las palabras siguen quedando muy lejos de la realidad. «Todavía no hay un mandato definido, porque Israel sigue mostrándose muy hostil», cuenta el analista y escritor gazatí, Muhammad Shehada, a este diario. «Las tropas israelíes están planeando quedarse en Gaza a medio plazo, lo que, para los israelíes, significa permanentemente«, añade, señalando la supuesta ocupación temporal de Cisjordania que ya acumula medio siglo de existencia. «Mientras Netanyahu quiere que estas fuerzas actúen como fuerza de ocupación, subcontratistas del Ejército israelí, para atacar a Hamás y otros grupos armados, desarmarlos, destruir túneles, realizar labores policíacas, de espionaje, contrainsurgencia, etc., los países árabes, incluyendo Turquía, buscan un enfoque más realista, para que funcionen como fuerza de protección«, constata Shehada.
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Negativa de Emiratos y Jordania
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Esta semana, los Emiratos Árabes Unidos han anunciado que no participarán en esta fuerza internacional de estabilización con mandato de Naciones Unidas porque aún no ven un marco jurídico claro para ella. Israel ya ha descartado la participación de Turquía en la fuerza con las declaraciones esta semana de un portavoz del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en las que declaraba que «no habrá tropas turcas sobre el terreno» gazatí. A su vez, el rey Abdalá de Jordania ha subrayado que sus tropas no se unirán. La semana pasada Estambul celebró una reunión de planificación, a la que no asistió Azerbaiyán, que se barajaba como un participante seguro, aunque dijo que no lo haría a menos que se estableciera una tregua total.
[–>[–>[–>Los países árabes han declarado su voluntad de que se otorguen mayores responsabilidades a una fuerza policial civil palestina independiente, y no quieren ver a sus soldados nacionales enfrentados con los milicianos de Hamás. Además, el derecho internacional prohíbe la entrada de tropas extranjeras en la Palestina ocupada sin el consentimiento explícito de los palestinos. A la población civil de Gaza, no se le ha consultado nada, ni ha participado en las conversaciones para el establecimiento de esta fuerza. Egipto, por su parte, busca garantías de que no se convierta en una potencia ocupante dirigida remotamente por Estados Unidos e Israel. «La discrepancia fundamental radica en que Netanyahu quiere que sean subcontratistas de la ocupación, mientras que todos los mediadores, los países árabes y Turquía, quieren que estén más alineados con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU«, afirma Shehada.
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«Muy pronto»
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«Israel intenta comunicar a los países europeos y a Estados Unidos que está dispuesto a retirarse del este de Gaza si se movilizan las fuerzas de estabilización; sin embargo, al mismo tiempo, intenta por todos los medios impedir su creación, ya que Netanyahu ha bloqueado de inmediato cualquier intento de participación de algún país», dice el analista. Con la entrada en vigor del alto el fuego, los estadounidenses instalaron el Centro de Coordinación Civil-Militar (CCCM) que lideran en Kiryat Gat, al sur de Israel, y planean establecer una gran base militar en suelo israelí, cerca de la frontera con Gaza, para uso de las fuerzas internacionales, según informan medios israelíes. Cada vez que le preguntan sobre el tema, Trump se muestra muy optimista con su iniciativa. «Muy pronto» las fuerzas de estabilización estarán sobre el terreno, dijo el presidente de EEUU el jueves.
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[–>A su vez, ha reiterado su afirmación de que muchos países se han ofrecido como voluntarios para aportar tropas a la fuerza que se enfrentará a Hamás si fuera necesario. No obstante, los diplomáticos árabes en privado han sido muy claros: no quieren enviar a sus soldados a Gaza si eso implica luchar contra el grupo, que se niega públicamente a desarmarse. En el CCCM, ya habría tropas de Israel, Estados Unidos, Jordania, el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Canadá, Australia, Francia, España y los Emiratos Árabes Unidos, según The Times of Israel. Pese a la presencia de los soldados extranjeros, la composición, el rol, la cadena de mando, el estatus legal y otros aspectos del CMCC aún no se han definido. En principio, la fuerza de estabilización se desplegará en Gaza a medida que se vayan retirando las tropas israelíes del territorio.
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De momento, el Ejército israelí controla más del 50% del territorio gazatí. En estas cinco semanas de tregua, alrededor de 250 personas han muerto en ataques israelíes, y los israelíes continúan destruyendo infraestructuras a su lado de la Línea Amarilla que divide Gaza en dos. «Netanyahu está intentando reanudar el genocidio lo antes posible», denuncia Shehada. «La razón por la que el acuerdo sigue vigente hasta ahora es porque a Trump le preocupa más el espectáculo del fracaso y que Netanyahu lo esté tomando por tonto, que el acuerdo en sí», concluye el analista gazatí. Mientras los gazatíes siguen languideciendo, continúan a la espera de que fuerzas extranjeras decidan por su futuro y su seguridad.
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