Es necesaria, pero el sistema es absurdo
El empresario José Elías, uno de los nombres más influyentes del panorama económico españolha reabierto el debate sobre el modelo de inmigración en España tras publicar una reflexión crítica en su perfil de LinkedIn. Lo hizo con un mensaje directo: La inmigración es fundamental para mantener sectores como la agricultura, pero el sistema que regula la llegada e integración de trabajadores extranjeros es, a su juicio, «inoperante y contradictorio».
Elías sostiene que existe un claro desfase entre las necesidades del mercado laboral español y las trabas administrativas para permitir trabajar a quienes llegan al país. El empresario recuerda que cada año quedan miles de puestos vacantes en el campo, en tareas estacionales o en empleos que, apunta, «los ciudadanos españoles rechazan sistemáticamente».
Para él, la contradicción es clara: España admite la entrada de inmigrantes, pero Se necesitan meses –si no años– para conceder permisos que les permitan trabajar legalmentelo que genera frustración, vulnerabilidad y problemas añadidos tanto para los recién llegados como para los sectores que necesitan mano de obra.
Una crítica directa a la incoherencia del modelo
“Si permites que alguien entre al país, debes darle inmediatamente la oportunidad de mantenerse a sí mismo”.resume Elías en su publicación, señalando que el sistema actual empuja a miles de personas a situaciones de absoluta precariedad. Según su reflexión, quienes se ven impedidos de trabajar legalmente sólo tienen dos opciones: buscar empleo en la economía sumergida o depender de recursos públicos insuficientes.
El empresario califica esta estructura como “un disparate que no beneficia a nadie”.y garantiza que la falta de coherencia administrativa no sólo perjudica a los migrantes, sino también bloquea la productividad y la competitividad del país.
Elías menciona el caso de Estados Unidos como ejemplo de un sistema más pragmáticodonde los inmigrantes irregulares reciben permisos de trabajo temporales mientras se resuelve su situación. De esta manera, explica, pueden valerse por sí mismos y evitar caer en dinámicas de supervivencia insostenibles.
Aunque reconoce que ninguna legislación es perfectaconsidera que permitir el trabajo desde el primer momento proporciona estabilidad, reduce la economía informal y facilita la integración. En España, sin embargo, denuncia que el proceso burocrático es tan lento que “Impide que quienes llegan puedan aportar al país desde el primer día, a pesar de que muchos tienen muchas ganas de hacerlo”.
Tolerancia cero para quienes no respetan la ley
Uno de los puntos más convincentes del análisis de Elías es su defensa de una inmigración laboral que respete las normasacompañado de una firme exigencia de expulsión de quienes cometan reincidencia.
“La mayoría viene a integrarse, trabajar y progresar” insiste, destacando que Los propios migrantes que cumplen la ley rechazan la permisividad hacia conductas delictivas. El empresario sostiene que la convivencia pacífica y la integración efectiva requieren claridad: quien incumpla reiteradamente, afirma, debe ser devuelto a su país de origen.
Lejos de una postura restrictiva, Elías dice sentirse “encantado” de que personas de otros países busquen mejorar su vida en España.y que gracias a ello también se promueve el crecimiento económico. Destaca que la inmigración, bien gestionada, Es un motor de innovación, diversidad y fortalecimiento laboral.
Para él, la clave no es cerrar puertas, sino abrirlos con criterio eficiente: permitir que quienes lleguen se pongan a trabajar de inmediato y exigir, al mismo tiempo, que respeten las normas básicas de convivencia y legalidad.
Un debate fundamental: economía, integración y realismo
La reflexión del empresario llega en momentos en que el país debate cómo garantizar la sostenibilidad de sectores esenciales.desde la agricultura hasta la logística y el cuidado. La falta de relevo generacional en el campo, las dificultades para cubrir puestos de trabajo con horarios exigentes y la estacionalidad de algunas actividades han puesto de relieve la necesidad de reforzar los flujos migratorios regulados.
Elías sostiene que la única forma de equilibrar el sistema es vincular la entrada de inmigrantes al empleo realagilizar los permisos y generar un marco transparente tanto para las empresas como para los trabajadores. En su opinión, esto permitiría combatir la economía sumergida, reducir la explotación y ofrecer oportunidades reales de integración.
Su mensaje se suma a las voces -provenientes de economistas, empresarios y organizaciones sociales- que reclaman una profunda modernización de la normativa migratoria española. Para Elías, la reforma debe sustentarse en dos pilares: facilitar el acceso al trabajo legal y establecer mecanismos rápidos para expulsar a quienes incumplan reiteradamente la ley.
“Hay que hacerlo con la cabeza y con un sistema que funcione” concluye el empresario, instando a que España adopte un enfoque pragmático alineado con las necesidades reales de su tejido productivo.
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