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este es el primer paso antes de hacer cualquier tipo de ejercicio para fortalecerlo

este es el primer paso antes de hacer cualquier tipo de ejercicio para fortalecerlo
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  • Publisheddiciembre 2, 2025


Como cualquier otra parte del cuerpo, el suelo pélvico es una estructura –formada por músculos, ligamentos y fascias– que debemos saber identificar y controlar para poder integrarlo adecuadamente en nuestra actividad física diaria. Sin embargo, su ubicación “oculta” y sus limitaciones El conocimiento de cómo y cuándo contraerlo hace que la prevalencia de disfunciones del suelo pélvico (incontinencia urinaria o fecal, prolapso, dolor o alteración de la actividad sexual) sea muy alta, especialmente en las mujeres.

María Torres LacombaDoctora en biomedicina y catedrática de Fisioterapia por la Universidad de Alcalá (UAH), es presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas para la Salud de la Mujer y la Salud Pélvica (AEF-SAMU), que responde a una creciente demanda social de las mujeres, que necesitan respuestas a problemas tan extendidos pero tradicionalmente silenciosos, como la pérdida de orina por ejercicio o el prolapso de los órganos pélvicos -vejiga, útero-. y recto-, provocadas por disfunciones del suelo pélvico y que están mucho más extendidas que en la población masculina.

Además, en 2007 fundó y continúa trabajando en el grupo de investigación “Fisioterapia en los Procesos de Salud de la Mujer” de la UAH, donde se aplica la perspectiva de género a los problemas de salud pélvica, ya que la anatomía y la fisiología determinan la prevalencia de disfunciones que afectan de manera diferente a mujeres y hombres. Se centran en los primeros, para quienes estos problemas pueden incluso limitar su actividad física, que es de por sí menor que la de los hombres. Sin embargo, como señala Torres, dejar de moverse no debería ser en ningún caso una opción.

-Tradicionalmente, las investigaciones en salud estudian más el cuerpo masculino, por lo que todavía quedan muchos problemas por resolver en lo que respecta a la salud de la mujer. ¿Es este también el caso de la salud pélvica?

-Es interesante destacar que en el estudio de la disfunción del suelo pélvico el sesgo de género va en detrimento de los hombres. Esto puede deberse a que la prevalencia es menor que en las mujeres, para quienes algunos estudios indican que entre un 40 y un 50% sufre disfunciones de este tipo a lo largo de su vida. Hay factores de riesgo inherentes a nosotras, como el embarazo, el parto vaginal o los cambios hormonales ligados a la menopausia, además de la propia anatomía, que nos hacen más propensas. Por lo tanto, debemos continuar nuestra investigación para comprender mejor lo que sucede en los cuerpos de las mujeres.

-¿Cuáles son los factores de riesgo que impactan la salud pélvica de los hombres?

-Las alteraciones en la salud pélvica masculina, como la impotencia funcional o la incontinencia urinaria, pueden estar relacionadas con procedimientos quirúrgicos como los del cáncer de próstata. Sin embargo, también sufren disfunciones del suelo pélvico, particularmente relacionadas con un aumento de la presión intraabdominal durante las actividades cotidianas y la práctica de deportes de impacto. Esta presión suele ser, en mayor medida, la causa de las hemorroides en los hombres y de la incontinencia urinaria de esfuerzo en las mujeres, aunque existen muchas otras disfunciones en ambos grupos de población.

-¿Por qué algo que ocurre naturalmente, como el aumento de la presión intraabdominal al saltar, toser o reír, causa problemas de salud tan comunes?

-Lo mismo ocurre con el resto de músculos, que deben estar preparados para evitar lesiones cuando practicamos cualquier tipo de actividad física exigente. En el caso del suelo pélvico no se produce exactamente una lesión, pero, si no cuidamos los músculos que lo componen, los aumentos repetidos de la presión intraabdominal que se producen a lo largo de la vida pueden ser un factor de riesgo para muchas disfunciones. En el caso de las deportistas, por ejemplo, la más común es la incontinencia urinaria de esfuerzo.

-¿Qué pueden hacer las deportistas y, en general, las mujeres activas para prevenir la disfunción del suelo pélvico?

-Se pueden mejorar las cualidades musculares del suelo pélvico, como la fuerza, la resistencia o el tono y así prevenir o curar problemas como la incontinencia urinaria. Para conseguirlo, se ha demostrado que lo más eficaz es lo que llamamos fisioterapia específica de la musculatura del suelo pélvico, que combina las diferentes formas de ejercicios que pueden realizar estos músculos, trabajando todas sus fibras con diferentes cargas y movimientos rápidos, lentos o estáticos. Sin embargo, esto no debe hacerse sin una evaluación profesional previa de este músculo para conocer su estado inicial.

-Generalmente no es necesario un examen previo de los músculos de nuestro cuerpo antes de empezar a acudir al gimnasio. ¿Por qué es necesaria una valoración profesional del suelo pélvico antes de empezar a fortalecerlo?

-Por muy sorprendente que parezca, una valoración del suelo pélvico es donde descubrimos si realmente sabemos contraerlo, algo fundamental para nuestra salud y que muchas veces tenemos que aprender a hacer correctamente. En estas valoraciones, el profesional valora la función y el estado de este músculo y, en base a ello, puede prescribir ejercicios específicos para mejorar las cualidades musculares que cada persona necesita potenciar. Así que este debe ser el primer paso antes de realizar cualquier tipo de ejercicio para fortalecer el suelo pélvico.

-¿A qué te refieres con contraer correctamente el suelo pélvico?

– Contraer correctamente los músculos del suelo pélvico es tan importante que deberíamos introducirlo en las actividades de la vida diaria, pero hay muchas personas que no lo hacen en absoluto, o lo hacen poco, o lo hacen en exceso o pujan al intentar contraerlos. Todo el mundo debería hacer lo que llamamos contracción anticipatoria de los músculos del suelo pélvico y automatizarla una vez que aprenda a hacerlo bien. Básicamente, esto consiste en contraer este músculo ante cada aumento de presión intraabdominal, al toser o al saltar, para que el empuje hacia abajo de las vísceras no debilite, a la larga, incluso los esfínteres, provocando prolapso y pérdida de orina.

-Sin embargo, hoy en día existen pocas campañas para prevenir la disfunción del suelo pélvico. ¿Cómo cree que podrían ser tratados por nuestro sistema sanitario?

-Creo que la prevalencia disminuiría si la fisioterapia del suelo pélvico se incluyera en la cartera de servicios de atención primaria y, especialmente, si se tratara durante el posparto. También sería muy útil desarrollar protocolos de colaboración entre diferentes disciplinas basados ​​en guías y mejorar el conocimiento en salud de la mujer, lo que también se podría lograr desde atención primaria. Por otro lado, al igual que los cribados como el del cáncer de mama, sería bueno fomentar el cribado de estas disfunciones en determinadas etapas de riesgo como el posparto, la menopausia o entre mujeres que practican mucho deporte de impacto.

-¿Y qué pasa con las clases de ejercicio en grupo, como los ejercicios de Kegel o de hipopresión, que se ofrecen en muchos centros de fisioterapia y deportes?

-Los cursos grupales tienen ventajas que hay que aprovechar, como el apoyo y la motivación que generan en quienes los asisten, y que son muy importantes para desarrollar hábitos. Sin embargo, lo ideal sería que vinieran después de haber comprobado que saben contraer su suelo pélvico y que sus músculos están preparados para integrar estos ejercicios en sus rutinas. Para ello, es posible que primero necesiten realizar los ejercicios específicos de los que os hablé anteriormente, que deben programarse de forma personalizada.

-En el caso de mujeres que ya sufren pérdidas de orina por un suelo pélvico insuficientemente fuerte, ¿se recomienda suspender la actividad física que las provoca?

-En ningún caso se plantea abandonar la actividad física, pero sí tendrán que introducir adaptaciones imprescindibles para mejorar su situación, como la contracción anticipada de la musculatura del suelo pélvico por el aumento de las presiones intraabdominales que provoca el salto o la carrera. El fortalecimiento del suelo pélvico debe integrarse en el ámbito deportivo, particularmente en los deportes de alto rendimiento, donde la prevalencia de pérdidas urinarias por ejercicio es mayor, pero no sólo eso.

-De hecho, la inactividad física sigue siendo bastante común entre las mujeres, y aumenta con la edad, y, sin embargo, no se correlaciona con una disminución de la pérdida de orina por el ejercicio.

-Yo diría que si no hacemos algo con nuestro suelo pélvico, todas las mujeres estamos condenadas a sufrir una disfunción en algún momento. Todos experimentamos aumentos de la presión intraabdominal que no podemos evitar, como la tos durante un resfriado o una alergia, y a lo largo de la vida se van añadiendo factores como el embarazo, el parto o los deportes de impacto, pero los menos activos presentan con mayor frecuencia factores de riesgo adicionales como la obesidad o el estreñimiento. Entonces, así como se recomienda el entrenamiento de fuerza para la población general, todos deberíamos incorporar la contracción anticipatoria y el fortalecimiento del suelo pélvico.



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