Estoy contento con su imagen y con cómo está evolucionando su estilo
La moda es uno de los puntos fuertes de celebridades. Eventos, actos públicos, alfombras rojas… son muchos los eventos a los que estas figuras acuden a diario y, para ello, cuentan con unn equipo que cuida cada paso de la imagen al detalle que proyectan.
Este es el caso de personajes como Dulce (36 años), lola lolita (23) o Victoria Federica (25). La imagen de todos ellos está a cargo de David Rivas, estilista y profesional de la moda con más de una década de experiencia.
Aunque salvaguardar la confianza de sus clientes es uno de sus puntos fuertes, el estilista se ha sentado con LOS ESPAÑOLES explicar a los lectores lo difícil que es proyectar la imagen de cada personaje en distintos momentos.
Sus inicios, los retos que enfrenta o el orgullo que siente al ver el cambio de imagen que ha conseguido con la hija de la infanta Elena (61) y Jaime de Marichalar (62)… así es como Rivas se ha convertido en una de las asesoras de imagen personal más destacadas entre las reinas de las redes sociales y del mundo de la interpretación española.
¿Cómo llegaste al mundo de la moda?
Siempre me gustó la moda y todo lo visual. Estudié diseño general en la Universidad de Estrasburgo y luego decidí especializarme en IED en comunicaciónEstilismo e imagen de moda. Sólo estuve un año porque me llamaron para trabajar como estilista junior en Mango.
Al mismo tiempo, comencé a ayudar a uno de mis profesores y todo salió bien. Era bastante orgániconunca hubo un plan rígido; Las oportunidades simplemente siguieron surgiendo.
¿Cuánto tiempo lleva en la profesión?
Llevo alrededor de diez años profesionalmente, aunque los últimos son los más ligados a los famosos, las alfombras rojas y proyectos más mediáticos.
¿Qué es lo más importante que has hecho como estilista?
No podría decir un solo trabajo específico. Para mí lo importante ha sido, poco a poco, encontrar mi propia identidad en lo que hago.
Más allá de eso, ha habido momentos muy especiales, como los looks de Eduardo Casanova (34) en los Goya, la mirada de la nominada Pol Granch (27) en el look de los Latin Grammy o Cannes Lola Lolita.
También me marcó que el equipo de estilistas de los Estados Unidos de Emma Roberts (34) se comunicarán conmigo para ayudarlos con su búsqueda de Harper’s Bazaar. Ese tipo de cosas te hacen ver que el trabajo va más allá de lo que imaginas.
¿Hay algún trabajo del que estés especialmente orgulloso?
La verdad es que estoy muy orgulloso del trabajo que hago con mis clientes. Una de las cosas más bonitas de esta profesión es poder elegir con quién trabajo y construir una relación real con cada uno de ellos.
Con Victoria Federica estoy especialmente contenta con la imagen que estamos proyectando y con cómo está evolucionando su estilo.. Con Dulceida también siento lo mismo. Llevamos un tiempo trabajando juntos y hemos creado un lenguaje visual muy claro que me representa mucho.
Al final, más que una mirada concreta, me siento orgulloso del camino que voy construyendo con cada uno.
Dulceida, Lola Lolita o Victoria Federica son personajes muy distintos. ¿Cómo hacerles brillar cuidando su imagen?
Siempre empiezo con una reunión para entender cómo quieren verse y qué imagen quieren proyectar. A partir de ahí construyo bajo mi visión, buscando siempre su identidad y que sean favorecidos.
No impongo una estética, sino que trabajo para potenciar lo que hace único a cada uno. Mi objetivo es que se vean a sí mismos, pero más pulidos, más empoderados. desde mi forma de entender la moda y transmitir un mensaje.
La clave es interpretar su lenguaje visual y no los transformes en algo que no son. Es importante que defiendan las propuestas y se sientan identificados para poder transmitir ese mensaje.
¿Recibes solicitudes de marcas para vestir a determinadas personas?
Sí, es bastante común, pero siempre priorizo lo que realmente encaja con el cliente o proyecto y la dirección creativa que estamos construyendo juntos.
¿Hay alguien a quien te gustaría vestir para mostrar tu lado personal?
Por supuesto que hay artistas con los que me encantaría trabajar, como todos. No lo busco, pero me gustaría en algún momento cruzar el charco y trabajar con perfiles más internacionales.
¿Cuál ha sido el desafío más difícil al que te has enfrentado?
La logística, sin duda. La gente piensa que lo complicado es elegir look, pero en realidad es coordinar envíos internacionales, tiempos muy apretado, guarniciones y cambios de última hora. es un trabajo que Requiere improvisación y resolución rápida. siendo impecable.
Cuéntame un poco sobre ti. Cómo llegó a este mundo, si hay competencia y si trabajar con famosos es complicado.
Llegué de forma bastante inesperada, trabajando mucho y asistiendo durante años. Estuve casi tres años en la revista. dondonde comencé a asistir y Terminé haciendo naturalezas muertas y trabajando con talentos.. Ahí surgieron mis primeros looks de famosos y me empezaron a llamar para eventos. Desde entonces he ido construyendo mi propio camino.
En cualquier sector creativo hay competencia, pero creo que cada estilista tiene su propio sello y No lo vivo como una carrera.. Y sí, trabajar con perfiles públicos puede ser intenso porque todo sucede contrarreloj, pero tengo muy buena relación con mis clientes.
Para mí es importante que se sientan cómodos conmigo, que haya confianza y que me sientan casi como un amigo en el trabajo, porque al final están poniendo toda su imagen en mis manos. Cuando existe esa conexión todo fluye mucho mejor.
¿Alguna vez has dudado en cambiar de carrera por la presión que puede suponer?
Sí, he tenido momentos en los que he pensado seriamente en dejarlo. Es un trabajo muy agotador e inestable mentalmente, porque los clientes van y vienen y todo cambia muy rápidamente.
Con el tiempo entiendes cómo funciona el sector, Aprendes a controlar tu ritmo y a no tomarte la presión como algo personal. Y luego, cuando ves tus looks en una alfombra roja o en un proyecto importante, es justo ese momento en el que dices: ‘vale, todo esto tiene sentido’.
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