Barcelona esconde 15 depósitos pluviales como prevención ante fuertes lluvias
Barcelona cuenta con un plan de prevención ante posibles inundaciones de hasta quince depositos distribuidos por toda la ciudad con el objetivo de retener la lluvia durante los periodos de fuertes lluvias. Los embalses, con una capacidad total de quinientos mil metros cúbicos, evitan inundaciones en la ciudad de Barcelona y reducen el vertido de aguas residuales al medio receptor, mejorando también la calidad de las aguas de baño de la ciudad.
El sistema operativo, según explica el director de operaciones de Barcelona Ciclo del Agua, Gustavo Ramón, se basa en un red unitaria: «Estas cisternas están conectadas a una red de alcantarillado… en tiempo seco las aguas residuales circulan y son llevadas a la planta de tratamiento para su tratamiento. Sin embargo, durante los períodos de fuertes lluvias, el agua cae a las calles y entra al sistema de alcantarillado por las barras.
Una vez que el agua comienza a entrar al tanque, su nivel aumenta en función de la intensidad de las lluvias. Cuando el tanque está lleno y ha pasado el episodio de lluvia, se vacía a través de las válvulas de drenaje.
Según Ramón, el Barcelona tiene un proyecto para el director del red de alcantarillado lo que refleja la infraestructura que se necesita construir en la ciudad para soportar este tipo de lluvias intensas: “Hoy hay quince embalses operativos ubicados en toda la ciudad, pero hay planes para construir treinta y uno más.
El primer tanque construido data de año 1999. Se le conoce como el “Depósito Escuela Industrial”, uno de los más pequeños, pues sólo tiene una capacidad de veinte mil metros cúbicos.
Este primer depósito sirvió referencia comenzar a construir una red que incluya centros de almacenamiento de agua de hasta cien mil metros cúbicos. Sin embargo, tan importante como mantenerlos limpios es contar con una extensa red de almacenes. Como medida preventiva, se limpian la red de alcantarillado y las rejillas de captación para que el agua pueda penetrar a través de la superficie, explica el director de operaciones.
Los depósitos también tienen un doble función: además de absorber el agua que les llega, la depuran para evitar que vaya hacia el medio receptor que, en este caso, son las playas de la ciudad. Tras los años de sequía que sufre Barcelona, la red de embalses no está llena. Sin embargo, históricamente esto ha sucedido dos veces cuando la puerta de entrada tuvo que cerrarse para que no pudiera entrar más agua. Luego de los últimos acontecimientos ocurridos en el país y con las huellas del cambio climático avecinándose, es importante contar con un buen sistema de drenaje y almacenamiento para evitar futuros desastres.
síguenos en nuestro canal whatsapp y no te pierdas las últimas novedades y todas las novedades de anten3noticias.com
Puedes ver todas las novedades del fin de semana en Jugador.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí