Cómo eliminar las marcas del acné: estos son los tratamientos que recomienda una dermatóloga
El acné es uno de los condiciones dermatologicas el más común y también uno de los que más huellas dejan en la piel y en la autoestima. Y es que, en muchos casos, tras un brote de acné, la piel queda con manchas, irregularidades y, sobre todo, cicatrices prácticamente imposibles de eliminar.
Y aunque los cosméticos que aplicamos a través de la piel no sirven, la industria de la belleza ha progresado tratamientos muy efectivos quienes logran deshacerse de ellos. Existen protocolos que, a lo largo de varias sesiones, ayudan a que la piel luzca mucho más tersa y esas marcas no deseadas desaparezcan. La doctora Beatriz Beltrán, fundadora de la Clínica Beatriz Beltrán en el Paseo de Gracia de Barcelona, explica cada uno de ellos.
¿Cuáles son los tratamientos que eliminan las marcas de acné?
– Fotona Láser: «Suaviza y regenera con un mínimo tiempo de inactividad. Basado en la tecnología Erbium, YAG fraccionado, es una herramienta de referencia para el tratamiento de cicatrices, texturas irregulares y rejuvenecimiento de la piel. Su acción fraccionada permite una ablación controlada y precisa de las capas más superficiales de la piel: estimula la formación de nuevo colágeno y permite un alisado visible con un tiempo de recuperación muy corto.»
«A diferencia de otros sistemas ablativos, el tratamiento con Fotona proporciona resultados rápidos y seguros, con una reincorporación inmediata a la actividad diaria. En casos de acné activo, el láser Fotona también tiene una acción antiinflamatoria y seborreguladora, permitiendo modular la inflamación y reducir la producción sebácea, controlando así el aspecto y mejorando la calidad general de la piel», explica la Dra. Beatriz Beltrán.
– Láser de picosegundos con resolución PicoWay 1064: con tecnología LIOB para una regeneración en profundidad sin dañar la epidermis. «Es ideal para pacientes que buscan resultados visibles sin signos post-tratamiento ni tiempo de recuperación. Su tecnología emite pulsos ultracortos que actúan mediante un mecanismo fotoacústico y no térmico. A nivel de la piel genera un fenómeno llamado LIOB (Laser-Induced Optical Breakdown) -ruptura óptica inducida por láser- que provoca microlesiones controladas sin dañar la epidermis.
«Estas microcavitaciones estimulan la regeneración de colágeno y elastina, mejorando la textura, firmeza e irregularidades de la piel sin causar daños visibles ni requerir tiempo de recuperación. Trata las cicatrices del acné, los poros dilatados y las discromías, unifica el tono de la piel y mejora la luminosidad de la piel con total seguridad», añade el Dr. Beltrán.
– micronecesidad: «Esta es una opción versátil para tratar el acné. El Microneeding SkinPen crea pequeñas punciones en la piel con agujas finas, estimulando el proceso de curación natural del cuerpo y aumentando la producción de colágeno. Para pacientes con cicatrices atróficas, este tratamiento llena gradualmente las depresiones, dando una apariencia más suave. Las investigaciones muestran que las microagujas pueden atenuar las cicatrices del acné entre un 50 y un 70%», dice el Dr. Beltrán.
– Peelings químicos y peelings médicos.: «Los tratamientos con láser se complementan con peelings médicos adaptados al tipo de piel y a las necesidades clínicas, favoreciendo la renovación celular y la uniformidad de la tez.»
«Entre ellos destaca Dermamelan, un protocolo completo indicado para hiperpigmentaciones postinflamatorias, melasma y manchas residuales de acné. Este tratamiento combina una fase de consulta con el mantenimiento en casa para obtener una piel más homogénea, luminosa y con menor secreción de sebo, gracias a su acción reguladora de los melanocitos y de la actividad sebácea», concluye.
¿Qué puedo hacer en casa para las marcas de acné?
Por otro lado, para que los resultados sean efectivos, la Dra. Rita Sêco recomienda acompañarlo de una rutina facial con ingredientes activos adecuados como niacinamida, ácido glicólico o salicílico. También aconseja seguir 3 pasos fundamentales: limpieza, hidratación y protección solar. Cada uno de estos elementos de la rutina facial aporta los beneficios que nuestra piel necesita para lucir saludable.
– Limpieza: Este es el primer paso de cualquier rutina y el más fundamental. Ayuda a eliminar restos de maquillaje y otro tipo de imperfecciones que se acumulan a lo largo del día. Si no se hace esto, nuestra piel no absorberá eficazmente los principios activos presentes en los productos cosméticos.
– Hidratación: Es un elemento que nunca debe faltar, porque nutre profundamente la piel. También ayuda a mejorar la firmeza, elasticidad y luminosidad del rostro.
– protección solar: un producto imprescindible tanto en invierno como en verano. Nos ayuda a protegernos de los rayos solares, previniendo la aparición de manchas y el envejecimiento cutáneo.
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