Salud

Como no puedo actuar directamente sobre lo que siento, tengo que actuar sobre mi cuerpo o sobre lo que pienso

Como no puedo actuar directamente sobre lo que siento, tengo que actuar sobre mi cuerpo o sobre lo que pienso
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  • Publishednoviembre 23, 2024

En el mundo moderno, controlar las emociones es fundamental. Estrés laboral, retos continuos, distracciones constantes y una sociedad que evoluciona a un ritmo vertiginoso Esto requiere que desarrollemos una fuerte inteligencia emocional si queremos tener éxito y estar mentalmente sanos.. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cuántas veces te has sentido atrapado por sentimientos negativos y incapaz de afrontarlos?

Es aquí donde el gran Mario Alonso Puig, autor de El camino hacia el despertary una de las emisoras más importantes sobre gestión emocional y felicidad. El experto nos da una nueva perspectiva para comprender y gestionar las emociones que promete ser muy eficaz. ¿Quieres probarlo?

Anatomía de una emoción.

Antes de entrar en detalle debemos preguntarnos: ¿qué es una emoción? Las emociones son reacciones complejas que involucran tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente.. Ocurren en el sistema límbico del cerebro, particularmente en áreas como la amígdala, que se activa para responder a estímulos externos.

Esta activación desencadena una serie de respuestas físicas inmediatas. Por ejemplo, Si tienes miedo, es natural que tu ritmo cardíaco aumente o que se libere adrenalina.. Esta reacción física nos prepara para actuar.

A lo largo de la evolución, las emociones han sido clave para nuestra supervivencia. Además, al ser seres pensantes, Hemos logrado desarrollar una versión aún más compleja de la emoción., cual es el sentimiento. Es decir, interpretaciones conscientes y duraderas de las emociones.

Como dice Alonso Puig, sólo “Cuando cambias la emoción, cambias el sentimiento”. Y esta es la clave de todo lo que nos explica el experto.

Porque, quizás ya lo hayas adivinado, la emoción tiene dos fuentes principales que la sustentan: la reacción física y el pensamiento. Lo curioso de todo esto es que la ciencia ha demostrado que esta relación es bidireccional. Es decir, Así como puedes sentirte triste cuando piensas en cosas tristes, puedes sentirte feliz cuando piensas en cosas felices. Y lo mismo ocurre con el cuerpo. Si la ansiedad acelera la respiración, la respiración calmada reduce la ansiedad.



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