Cupra Ateca, suelo

You have meddled with the primal forces of nature, Mr. Beale! Arthur Jensen (Network, 1976)
Elías ha salido el primero de clase en cuanto la campana ha anunciado el final del día y mientras el profesor de matemáticas lanza las últimas instrucciones en vano. Sólo Carlos toma nota en la primera fila refugiado tras sus gafas mientras los demás pasan a su lado rozándole intencionadamente y burlándose de él. Como siempre Elias corre sin mirar atrás. Se apresura intentando ganar la puerta cuanto antes porque no soporta la cháchara de pasillo. No quiere quedarse para reírse de los chistes malos de Antonio, quiere escapar de los empujones de Mario, las miradas de desprecio, los comentarios en voz alta para provocar, los cuchiceos, las miraditas, las risas forzadas. Elías piensa que quizás tenga un problema con sus niveles hormonales o con la maduración de su cerebro porque todas esas cosas que parecen encandilar a sus compañeros y compañeras de clase le aburren profundamente. No ha querido arrimarse ni a los juerguistas, ni a los deportistas, ni siquiera a los frikis y por eso es el raro y no le parece mal si con eso le dejan en paz. Tampoco es que sea especialmente brillante en los estudios, esa especie de aislamiento no le ha acercado a los profesores ni su inteligencia se ha adaptado a los rígidos programas educativos ni tampoco ha buscado la complicidad de otros individuos apartados de la vida social de su escuela. Elías tiene su propio mundo y ahora corre junto a las vías a encontrarse con él. Está atardeciendo cuando atraviesa la barrera que le lleva al viejo túnel de servicio del ferrocarril ya en desuso que pasa por debajo de las vías. La vegetación lo ha tapado casi del todo pero él sabe por donde puede pasar. Pisa los charcos que han dejado las escasas lluvias de marzo con la confianza del que pasa casi a diario. El olor a humedad le hace sentirse como en casa mientras se apoya en las paredes para alcanzar la salida. Mientras sube por la cuesta del cementerio piensa en su madre: «no vuelvas tarde Elías» dice todos los días acariciándole el pelo.
Pero nunca hay nadie en casa cuando vuelve para comprobarlo por muy tarde que vuelva. Tanto que Elías todos los días siente la tentación de no volver para comprobar si su madre se daría cuenta. Esta mañana le ha preparado la merienda colocando una manzana en una bolsa. Es la única manzana que había en el frutero, golpeada y de un color cobrizo que tiró antes de entrar a clase. «¿Te comes la merienda Elias? Estás muy delgado…» Dice siempre ella. Y él siempre asiente pero duda de que ella se de cuenta. Ella no se da cuenta de nada. Nunca pregunta por las notas. Nunca pregunta por sus amigos. Elías no se siente solo, eso ya no lo siente. Pero sabe que ella sí se siente sola. Pero Elías no cuenta para ella así que ha dejado de preocuparse. La valla del cementerio es larga y a Elias se le hace más larga aún porque hasta que no acaba no ha llegado a su destino. Así que mientras el sol va bajando Elías se pone a correr alocadamente, con la mochila rebotando sobre su espalda sin control. Entonces la valla del cementerio termina y Elías se adentra en un campo de amapolas sin dejar de correr. Mueve los brazos de un lado a otro e inclina la cabeza mientras deja que un grito se escape de su garganta mientras mira hacia el cielo despejado de nubes. La excitación le invade junto a una duda que se apodera de él de repente: ¿seguirá ahí? Elías relantiza al llegar a un pequeño grupo de cipreses junto al que encuentra la valla metálica. Elías se detiene como siempre para pasar la mano sobre el óxido de las columnas de hierro que sujetan la puerta desvencijada. Ahora Elías avanza despacio por las hierbas altas de la finca abandonada. Llega a una montaña de piezas oxidadas de las que ya no se distingue su uso original. Puden ser piezas de coche, electrodomésticos o parte de los trenes que pasaban por el ferrocarril. Elías aparta una chapa de acero casi carcomida por completo. Ahí está. Sigue latiendo, respira.
Modelo analizado | Cupra Ateca |
Motor y acabado | 2.0 TSI 190 CV DSG-7 4Drive |
Potencia | 190 CV |
Velocidad máxima | 214 Kmh |
Aceleración o-100 | 8,7 s |
Largo/ancho/alto | 4398/1799/1442 mm |
Potencia máxima RPM | 150 CV |
Par máximo Nm/RPM | 320 Nm |
Caja de cambios | Automática 7 marchas |
Web | https://www.cupraoficial.es/ |
Precio | 33.970 euros |
Cuando en 2018 vio la luz la marca Cupra, escisión de Seat, el primer modelo fue una versión deportiva del Seat Ateca, un SUV familiar que con los ajustes de la marca filial española se transformó en un verdadero deportivo con 300 caballos con un comportamiento dinámico que le ha hecho casi legendario. Con el tiempo y tras unos retoques estéticos dos años después, Cupra incorporó una versión con el motor TSI de 190 caballos para proporcionar una variante de acceso algo más económica. Nosotros hemos tenido ocasión de probar esta última versión.
El Cupra Ateca 190 TSI representa la evolución de un modelo clave para la marca española, que busca consolidar su posición en el segmento premium deportivo sin renunciar a la practicidad familiar. Con una estrategia centrada en diferenciarse de SEAT mediante diseños agresivos y ajustes técnicos refinados, este SUV combina un motor 2.0 TSI de 190 CV con tracción total 4Drive y suspensión adaptativa. En un mercado donde rivales como el Audi Q3 Sportback o el BMW X2 M35i priorizan el lujo convencional, el Ateca apuesta por un carácter deportivo accesible, respaldado por una ergonomía pensada para el uso diario.
Cupra: una marca especial
Cupra ha logrado establecerse como una marca independiente con identidad propia, alejándose progresivamente del espectro de SEAT y de otras marcas del grupo Volkswagen proporcionando a sus modelos de una personalidad propia con una estética y carácter deportivo muy acusados. Esta versión con un motor algo menos potente representa un intento de la marca por competir en precio con otros SUV de diseño y comportamiento deportivo algo menos radicales, sin renunciar a las señas de identidad de la marca. No en vano el Ateca aún supone un buen porcentaje de ventas de la marca.
Diseño agresivo
El frontal del Ateca 190 TSI mantiene el lenguaje visual de los modelos de Cupra, con la clásica parrilla hexagonal en negro brillante y el logotipo central iluminado. Los faros Full LED Matrix, con tecnología Dynamic Light Assist, adaptan el haz luminoso para evitar deslumbramientos como en otros modelos del grupo . Otros detalles de tintes deportivos son los deflectores funcionales que mejoran la aerodinámica (Cx de 0,32). El paragolpes inferior, con un difusor en aluminio oscuro, reduce visualmente la altura libre al suelo (18 cm) para darle un aspecto más agresivo.
En el lateral, las llantas de 19″ en diseño «Machined R» con acabado negro y detalles en cobre contrastan con los pasos de rueda ensanchados. El Ateca dispone además de elementos decorativos en aluminio satinado, reforzando su carácter urbano y moderno. Los retrovisores con luces indicadoras dinámicas y la línea de cintura ascendente hacia las luces traseras crean una silueta estilizada de aspecto deportivo, aunque para conseguir esa linea el diseño de las ventanas traseras (sin marco en el tercio inferior) limita ligeramente la visibilidad al estacionar.
La parte trasera destaca por un alerón integrado y luces LED con secuencia dinámica, un elemento que el Mercedes GLA 250 solo ofrece en su versión AMG. El difusor deportivo, aunque menos prominente que en el Ateca VZ de 300 CV, incorpora cuatro salidas de escape cromadas que difieren del diseño ovalado del Tiguan R-Line. El acceso al maletero, situado a 72 cm de altura, resulta más ergonómico que en el Volvo XC40 (78 cm), facilitando la carga de objetos pesados1.
Calidad de materiales y confort
Pasando al interior encontramos una combinación de materiales premium como la piel perforada con microcosturas en color cobre y paneles de fibra de carbono genuino que proporcionan ese aire deportivo propio de los modelos de Cupra que empapa también el diseño del habitáculo. Aunque el diseño general comparte elementos con el SEAT Ateca FR, Cupra justifica la diferencia de precio y categoría con la colocación de superficies suaves de plástico blando en el salpicadero y las puertas, aunque los plásticos duros en la zona inferior de la consola central recuerdan sus orígenes. Los asientos deportivos tipo baquet, con ajuste lumbar eléctrico ofrecen un buen equilibrio entre sujeción lateral (ideal para curvas cerradas) y confort en viajes largos.
En las plazas traseras, el Ateca ofrece unas buenas capacidades de habitabilidad, tal y como encontramos en la versión de Seat. El túnel de transmisión central limita la comodidad del quinto pasajero, aunque la banqueta inclinable y los apoyabrazos con porta vasos integrados mejoran la comodidad de los pasajeros.
El maletero dispone de 485 litros que puede alcanzar los 1.524 l con los asientos abatidos. Este incluye un sistema de anclajes «Vario» que permite dividir el espacio en secciones, una ventaja frente a otros sistemas de SUV de tamaño similar que no permiten flexibilizar el espacio disponible. La rueda de repuesto desaparece en favor de un kit antipinchazos, liberando 32 litros adicionales bajo el piso para herramientas que puede ser utilizado para pequeños objetos.
Tecnología y conectividad
El sistema de infoentretenimiento, basado en el sistema MIB3 de Volkswagen, integra una pantalla táctil de 9,2″ con sensores hápticos. Aunque su interfaz es intuitiva, volvemos a lo que comentamos siempre: la ausencia de controles físicos para funciones básicas (como la climatización) obliga a desviar la vista de la carretera y en general proporciona una peor experiencia que en los modelos que combinan sensores táctiles con los mandos físicos. El cuadro digital de 10,25″ incluye un modo «CUPRA» que prioriza el cuentarrevoluciones analógico con una estética deportiva. La conectividad inalámbrica Apple CarPlay/Android Auto es un punto a favor . El sistema de sonido BeatsAudio de 450W, con subwoofer bajo el maletero y una buena experiencia sonora, a pesar de que el aislamiento acústico no es de los más eficaces.
Antes de pasar a la prueba dinámica vamos a revisar las características mecánicas. El bloque 2.0 TSI de 190 CV entrega 320 Nm de par desde 1.500 rpm, cifras que quedan claramente por debajo que la versión de 300 caballos. La tracción total 4Drive, gestionada por un embrague Haldex de quinta generación, envía hasta el 50% del par al eje trasero en aceleraciones bruscas, mejorando la tracción, algo útil sobre superficies con poca adherencia.
Como en otros modelos del grupo es posible seleccionar distintos modos de conducción. En modo Comfort, el cambio DSG7 prioriza la suavidad, elevando marchas antes de las 2.000 rpm. Sin embargo, en Sport el cambio apura mucho más el motor y retrasa los cambios de relaciones hasta las 4.500 rpm, aprovechando mejor la potencia del coche. Aún en modo confort el consumo es algo alto en ciudad, alcanzando los 9,5 litros cuando el tráfico es denso.
En ciudad, el Ateca 190 TSI demuestra una agilidad sorprendente para sus 4,36 m de longitud. El radio de giro de 10,8 metros es bastante contenido para un SUV de su tamaño permite virar en calles estrechas con mayor facilidad que otros modelos similares con aspiraciones deportivas similares a las de este modelo. El sistema Park Assist, con reconocimiento automático de plazas, ejecuta maniobras con precisión que ya hemos visto en otros modelos de la marca y resulta realmente eficaz.
Carreteras secundarias: como en casa
En tramos sinuosos, el Ateca despliega su verdadera personalidad. La combinación de suspensión DCC y dirección directa junto con el excelente cambio DSG permite enlazar curvas con agilidad, manteniendo trayectorias controladas incluso en superficies mojadas (donde la tracción total se hace notar). Para poder divertirnos a fondo es mejor seleccionar los modos de condicción deportivo o individual o apurar las marchas con las levas. Es entonces cuando notamos que el Ateca ha sido concebido precisamente para este tipo de trayectos rápidos y sinuosos.
En autopista el motor de 190 caballos permite conducir con tranquilidad y confort. A 120 km/h, el motor gira a 2.100 rpm en séptima velocidad por lo que el sonido mecánico no es demasiado elevado. El Travel Assist mantiene la distancia de seguridad con suavidad y sin que tengamos que intervenir, con un funcionamiento cuya eficacia ya hemos comprobado en otros modelos del grupo. Algunos fallos por exceso de «prudencia» no empañan un sistema que permite conducir con un nivel de relax muy elevado en trayectos largos y que es comparable al que montan marcas de modelos de lujo.
Pero es que gracias a esa parsimonia en revoliciones, el gasto de combustible también puede considerarse bastante comedido. En nuestras pruebas el consumo en autopista se ha sido de aproximadamente en 7,4 l/100 km a velocidad constante legal (entorno a los 110 kilómetros por hora), acercándose bastante a las homologaciones WLTP que declara el fabricante de 7,1 l/100 km. El confort acústico se resiente cuando superamos los 110 kilómetros por hora sobre todo en lo que respecta al ruido aerodinámico, máxime si dejamos el techo panorámico abierto, algo que otras marcas solucionan con un deflector que no está presente en este modelo.
Conclusiones
El Cupra Ateca 190 TSI consolida su nicho como SUV deportivo que con esta motorización añade el adjetivo de accesible. Busca un equilibrio que como hemos comentado en otros modelos es muy difícil entre deportividad y practicidad. Su motor 2.0 TSI, combinado con la tracción total 4Drive y el cambio automático DSG, proporciona una experiencia de conducción dinámica que no alcanza las sensaciones de la versión de 300 caballos pero suficiente para divertirse en terrenos virados, en donde muestra el verdadero carácter y la calidad de su chasis y suspensiones.
Para aquellos que buscan un SUV familiar con voluntad de deportivo y tecnología puntera tanto en el sistema de propulsión como en las excelentea ayudas a la conducción, este modelo representa una opción coherente y de precio razonable. Sin embargo, los conductores que prioricen la eficiencia extrema o el lujo absoluto encontrarán alternativas más especializadas. En definitiva, el Ateca 190 TSI demuestra que la deportividad no está reñida con el sentido común, ofreciendo lo mejor de ambos mundos en un paquete estéticamente arriesgado pero funcionalmente impecable.
RESUMEN
Una de las referencias si hablamos SUV deportivos ahora con un motor menos potente pero con un precio más asequible. Versátil pero algo ruidoso.
Sistema de infoentretenimiento8
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí