Desarticulada una banda en Navarra que explotó laboralmente durante 17 años a un hombre residente en Reinosa
Tras ser liberada, la víctima vive en Cantabria con su hija
BILBAO/SANTANDER, 23 de noviembre (EUROPA PRESS)-
Una organización criminal que explotaba a un hombre, natural de Barakaldo y que actualmente reside en Reinosa (Cantabria), durante 17 años, ha sido desarticulada en la localidad navarra de Caparroso, con la detención de cuatro personas, que se han beneficiado de más de 100.000 euros por las prestaciones solicitadas a su nombre.
Tras ser puesta en libertad, la víctima reside en Reinosa donde su hija tiene fijada su residencia, según ha podido saber esta agencia.
El Ministerio del Interior ha informado este viernes de que la Guardia Civil, en la denominada operación «Lucendi», ha desarticulado una banda dedicada a la trata de personas con fines de explotación laboral en la localidad navarra de Caparroso.
En total, cuatro personas han sido detenidas por su presunta implicación en la explotación laboral de un hombre, natural de Barakaldo (Bizkaia) desde hace 17 años. La familia de la víctima informó en 2009 que habían perdido contacto con él en 2003 y que tenía varios problemas médicos y económicos.
El pasado mes de marzo, la Guardia Civil, en la operación denominada «Investigación Desbizca», localizó en Caparroso a este hombre, que viajaba con una familia por el recinto ferial desde 2007. Los investigadores descubrieron que la víctima cobraba una serie de beneficios, como prestaciones de desempleo, pensiones y declaraciones de la renta, en una cuenta bancaria de la que era titular, pero fue otra persona la que acudió a un cajero automático en Caparroso. para retirar el dinero.
«COMO UN ESCLAVO»
Una vez que el desaparecido tuvo contacto con su hija, le manifestó su deseo de irse a vivir con ella y abandonar a la familia con la que convivía ya que «lo tenían como esclavo» e impedían las visitas de su hija al hogar donde vivía. su padre, alegando continuas excusas sin razones lógicas.
Las declaraciones del baracaleño hicieron sospechar a los agentes de que podía ser víctima de trata de personas con fines de explotación laboral, ya que le obligaron a levantarse media hora antes que el resto para encender el fuego, poner lavadoras, doblar la ropa y realizar tareas de limpieza.
También era el encargado de mantener y supervisar las atracciones infantiles durante el tiempo que viajaban a las diferentes ferias municipales, así como de limpiarlas desde la mañana hasta la noche, todo ello sin recibir remuneración alguna.
Tampoco tenía libre acceso a comida ni bebida y se le obligaba a comer separado del resto. Su dieta se basaba principalmente en sándwiches. También se le proporcionó tabaco, no permitiéndole pedirlo ni comprarlo.
Durmió en el camión-remolque del camión vivienda durante el periodo de feria, teniendo prohibido acceder a las habitaciones del remolque familiar, salvo para limpiarlo. En este tráiler había un baño de uso exclusivo del clan familiar, por lo que la víctima tuvo que ducharse en público con una manguera de la camioneta, haciendo sus necesidades también en un lugar alejado de la calle.
Los detenidos tienen domicilio en Portugal y cuando viajaban allí, la víctima dormía en el garaje sobre un colchón, no tenía acceso a la televisión ni al teléfono, ni permiso para salir solo, salvo para realizar diligencias puntuales o comprar con el dinero. justo, justificando el gasto con un recibo de compra.
«TRATAMIENTO AGRESIVO»
Además, la víctima manifestó que se sentía intimidada por el trato agresivo de algunos miembros del clan familiar. No tuvo acceso a su tarjeta sanitaria ni a su DNI y desconoció durante años que recibía una prestación económica a su nombre. En total, los detenidos se habrían beneficiado de más de 100.000 euros por las diferentes prestaciones solicitadas en nombre de la víctima.
Con motivo de todos estos hechos, el pasado miércoles 20 de noviembre se llevaron a cabo dos allanamientos y registros en dos viviendas y un camión de viviendas en la localidad de Caparroso (Navarra), incautándose más de 120.000 euros en efectivo, en la cuenta bancaria de la víctima. , así como recibos de solicitud de diferentes prestaciones a su nombre y otros efectos personales como fotografías familiares, pulsera sanitaria, ropa, etc.
Además, se han intervenido dos terminales telefónicos para su estudio. De los indicios de trata de personas detectados durante los ingresos y registros cabe destacar que la documentación de la víctima se encontraba bajo llave y en poder de uno de los detenidos, la habitación donde pasó la noche presentaba condiciones insalubres y deplorables, que no tenían nada que ver. En el resto de habitaciones donde vivía la familia, sus escasas pertenencias se limitaban a un antiguo álbum de fotos de sus hijos, un despertador y un maletín.
La víctima dependía totalmente de la organización criminal que lo alimentaba o, en ocasiones, le donaba ropa. La residencia estaba en una zona remota y tuvo que utilizar un vehículo para contactar con otros residentes locales, por lo que el hombre dependía totalmente del transporte y no podía tener ningún contacto con el mundo exterior.
CUATRO DETENIDOS
En total, cuatro personas pertenecientes a una misma familia han sido detenidas por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, pertenencia a organización criminal y defraudación de electricidad.
La investigación, llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Bizkaia, está siendo dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Tafalla (Navarra) y la Fiscalía de la Comunidad Foral de Navarra.
En él han participado la UOPJ Navarra, el Grupo de Acción Rápida y el Servicio Cinológico de Cantabria, Equipo Pegaso Navarra. Las investigaciones siguen abiertas y no se descartan más detenciones.
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