Diego Martínez: «En la primera charla les pedí a los jugadores que no volvieran a mirar la clasificación»
–PREGUNTA: El 21 de octubre, la noche de su debut, cuando ganaron al Valencia en Mestalla, dijo que el equipo había empezado a cambiar el chip. ¿En qué momento de ese proceso de cambio se encuentran?
-RESPUESTA: Yo comenté en la presentación que muchas veces en la vida necesitas un clic, algo que te genere un impacto emocional y mental. Me refiero a todo lo que repercute con los estados de confianza. Evidentemente el clic no es circunstancial, tiene que ver con muchos pequeños ajustes que se intentan hacer desde el día a día. Cuando encuentras la recompensa de la victoria con un equipo que llevaba 23 partidos sin ganar, eso genera una sensación especial de satisfacción muy grande y de incluso de alivio. Porque al final cuanto más ganas, más cerca ves la victoria. Y cuanto menos ganas, más lejos. Por eso me refería a ese clic. Estamos en pleno proceso de cambio porque apenas llevamos un mes y estamos inmersos en este proceso, que va a ser duro y difícil, pero también bonito y apasionante.
-P. Han pasado de sacar tres de 27 puntos a sumar nueve de 12, de no ganar un partido de los últimos 23 a conseguir tres victorias en cuatro encuentros con usted. ¿Cómo se consigue cambiar una dinámica muy negativa en tan poco tiempo?
R. En el fútbol una cosa es el rendimiento y otra cosa es el resultado. Y para conseguir buenos resultados tienes que aumentar tu rendimiento individual y colectivo. Pero no solo depende de tu rendimiento, depende de muchos factores que tienen que ver también con adelantarte en el marcador o no, con el impacto anímico que generas en el rival, con ajustes técnico-tácticos, con aumentar el rendimiento individual de jugadores… Son muchas variables. Cuando vinimos sabíamos que iba a ser una situación límite. Seguimos en una situación muy complicada, pero estamos en el inicio de un proceso. Y eso es de lo que estamos con mayor confianza, la que te dan los buenos resultados y los buenos rendimientos, pero los objetivos se consiguen allá por el mes de mayo o junio. Y creemos en lograrlos, si no no hubiésemos venido. Pero el camino va a ser largo y duro, sabemos que vamos a pasar por momentos de todo tipo.
-P. ¿Qué es más difícil en una situación así: recuperar la confianza o recuperar el fútbol?
-R: Va todo de la mano. Cuando llegamos había unas prioridades muy claras, respetando la esencia de las fortalezas de los jugadores. Había 14 jugadores nuevos y eso influía: 14 jugadores con diferentes características, diferentes mentalidades, habría que amalgamarlos. Siempre respetando la esencia del ADN de este equipo y este club había que añadirle otros registros necesarios para poder sumar puntos. Una cosa es lo que necesitamos para poder sumar puntos, otra cosa sería el siguiente paso de llevar los partidos a donde queremos durante más tiempo. Y por último, rizar el rizo sería estar donde nos gustaría, tanto en fútbol, como en mentalidad como en resultados. Pero eso todavía queda muy lejos.
-P. A menudo habla de la importancia de la gestión emocional de los recursos humanos, de hacer que las cosas pasen.
-R. Cuando un equipo mejora defensivamente no solo tiene que ver con la primera línea, con los defensas, tiene que ver con un trabajo de 11. Igual que un equipo que ataca mejor y que es más eficiente ofensivamente es porque ha defendido mejor. El dato va de la mano, y más en el fútbol moderno de transiciones y donde el ritmo de juego es altísimo y el nivel de precisión todavía mayor. La persona es lo primero, las emociones son lo primero, pero eso tiene mucho que ver con las seguridades y con las fortalezas. Seguridades que te pueden dar recursos en el juego, que te hagan sentir más autoeficaz, recursos tanto individuales como colectivos, que te hagan sentir que puedo superar al rival. Separar lo técnico y lo táctico de lo mental y lo emocional es un error. La especificidad es muy importante y la gestión emocional es muy importante, va todo de la mano.
-P. ¿Ha sido fácil hacer partícipe a todos, integrar a toda a toda la plantilla en su idea de juego?
-R. Lo primero que hicimos al llegar es escuchar, observar, empaparnos de una idiosincrasia muy clara, concreta y especial, la de la Unión Deportiva Las Palmas. Y en base a eso añadir cosas necesarias, transmitir al grupo que esto es necesario para sumar puntos. Porque en el camino en el que estábamos, si eres la tercer peor racha de la historia de la Liga en no ganar partidos, evidentemente algo hay que modificar. Añadir registros, cambiar, matizar, pero siempre respetando la esencia y para potenciar las virtudes y las fortalezas de los jugadores. El talento que tenemos es muy importante a nivel técnico, de combinación, de calidad asociativa. Somos un equipo muy bueno en eso, pero solo con eso no nos llega. Tenemos que añadirle cosas y en eso ha consistido este inicio de un proceso. Todavía queda todo por hacer, aunque ese primer paso, que era muy importante, lo hemos dado muy bien.
Todavía queda todo por hacer, aunque el primer paso para lograr la permanencia, que era muy importante, lo hemos dado muy bien
-P. Hablaba de que el equipo estaba viviendo la tercera peor racha de la historia de la Liga. ¿Se lo pensó mucho cuando recibió la llamada de Las Palmas? ¿No le asustó la dificultad de este reto?
-R. Soy una persona reflexiva y analizo mucho. Hemos tenido otras propuestas, pero yo me guío por la intuición. Es verdad que era un reto muy difícil, una situación límite, pero eso lo hacía apasionante porque entendíamos que teníamos talento y era una aventura en un club con las ideas claras, que sabe lo que quiere. Tanto el presidente Miguel Ángel Ramírez, como Luis Helguera y Patricio, el director general, nos transmitieron un querer trabajar juntos, una idea muy clara como club. Un club con un potencial de crecimiento y una plantilla con talento que nos hizo decidirnos. La oportunidad de crecimiento y el margen de mejora era evidente. Nos gusta rebelarnos y reivindicarnos.
-P. Se hizo cargo del equipo durante el parón de octubre, han pasado 40 días y en este parón lo han aprovechado para cargar pilas y recuperar jugadores lesionados. ¿Cómo les ha venido este parón?
-R. Yo me adapto. Pensar en los calendarios o pensar si es bueno o malo… Al final esto depende del siguiente resultado. Hemos estado tan focalizados en aterrizar aquí, en intentar sacar el máximo rendimiento del día a día en una situación tan límite, tan complicada y tan compleja como esta. Es como si en mi vida hubiese un paréntesis de 40 días, como si nada más existiese. Y al final también eso lo hemos disfrutado, porque estás tan concentrado que no te da tiempo a pensar en nada más. Creo que para el equipo era necesario frenar, parar la competición, coger energía, porque ha sido mucha competición en muy poco tiempo. Después de una victoria y de nueve de 12 puntos ojalá todos los parones sean así.
Queremos estar en Primera división en junio, cuando acabe LaLiga. Ese es nuestro único objetivo y nuestro único deseo. No echamos cuentas ni miramos la clasificación, ahora sólo existe el partido del Mallorca
-P. ¿Dónde considera que en este tiempo ha mejorado más el equipo para los objetivos que se ha marcado, en la efectividad defensiva (han pasado de un 63% a un 76%) o en la eficacia atacante (de un 23% han saltado a un 53%)?
-R. Por los dos lados. Al final para sumar puntos hay que ser fuertes en las áreas, es algo que nos planteamos como objetivo, tanto en el área ofensiva como en el área defensiva, tener una mayor eficiencia. El equipo ha marcado fuera de casa, quitando el partido de Copa que fueron siete goles, hemos viajado a Mestalla, Atlético, de Málaga. Tres equipos y tres campos muy difíciles, y hemos hecho seis goles. Esto habla a las claras de lo que quiere el equipo. Pero también hemos mejorado a nivel de eficiencia defensiva y sobre todo el equipo está más junto, hay una mejor relación entre líneas. El equipo maneja o intenta manejar más detalles, desde la ayuda de todos, de 11 que atacan y 11 que defienden. Estamos mejor organizados ante posibles pérdidas, situaciones de transición en ataque, en defensa. Tenemos jugadores de mucho talento que pueden atacar rápido o atacar lento, o hacerlo con balón parado. Pero sí, posiblemente el tema de ser un equipo más compacto, más junto en ataque y en defensa, es decir, mejor las líneas en profundidad y en anchura y con mejores rendimientos en las áreas en el área ofensiva y en el área defensiva, yo creo que por ahí van los tiros.
-P. Después de cada victoria ha mandado siempre el mismo mensaje: “Aún nos queda mucho por mejorar”.
-R. Por supuesto. Ojalá muchas veces sumemos nueve de 12, pero sabemos que es muy difícil y vamos a intentar incluso hacer 12 de 12. Pero esto es Primera División y es muy difícil ganar. Por eso valoré tanto la victoria del Rayo, ganar después de perder en fútbol es muy complicado. Estamos construyendo un proyecto, configurando un equipo y hay que seguir asentando cosas que hemos hecho un poco mejor. También hay otras facetas que tienen que ver con los planes de partido, con los tipos de equipo que nos hemos enfrentado. Al final todo eso también condiciona. Todavía tenemos poco ‘background’ juntos, tendremos que ampliar nuestro repertorio y nuestras posibilidades en cuanto a abanico de posibilidades como equipo, y para eso hace falta mucho, hace falta tiempo y hace falta un trabajo de calidad.
-P. Viendo el calendario para acabar la primera vuelta, les quedan cuatro partidos en casa ante rivales directos como Mallorca, Valladolid, Espanyol y Getafe. Tal como están en la clasificación y fuera los dos rivales duros visitáis al al Barcelona y a la Real Sociedad. Cuando llegue al ecuador del campeonato, ¿dónde le gustaría que estuviera Las Palmas?
-R. Ahí no me vas a coger. Cuentas, nosotros, no. Queremos estar en Primera División en junio, ese es el único objetivo y el único deseo. Cuando llegamos, en la primera charla que tuve con el equipo les pedí una sola cosa muy clara: no debíamos de mirar la clasificación. Teníamos que hacer nuestro camino y no mirar la clasificación para nada, ni cuando ganásemos ni cuando no ganásemos. Solo existe el Mallorca, nada más. Cada partido es una aventura muy difícil y especialmente para un equipo como nosotros. Pero ahí está también la ilusión que tenemos, en el reto y el desafío. Si estamos focalizados en hacer nuestro camino y en sumar nuestros puntos da igual lo que hagan los demás, da igual la clasificación. Lo que está claro es que hace un mes todo el fútbol español nos daba por descendidos y ahora estamos en plena lucha. Eso en sí mismo ya es un gran logro yu queremos seguir así.
–P. ¿Le preocupa que la afición con esta buena racha se pueda malacostumbrar? Es decir, que luego no asuma que conseguir el 75% de los puntos posibles es imposible.
-P. Veo a la afición muy concienciada. Creo que es inteligente, es un club que viene de una racha muy difícil y el cariño que nos han transmitido desde el primer día es brutal. Me regalaron una pancarta que pone “Todos los caminos conducen a la permanencia” y un cartel, una placa, que pone ‘Calle Permanencia’, como si fuese la calle de un club, la tengo en mi despacho. Estamos muy concienciados, desde el presidente hasta todos y cada uno de los aficionados. Y sabemos que va a ser difícil, que va a haber que remar mucho y cuando vengan los momentos de dificultad tenemos que estar más unidos que nunca. Hay un lema que me encantó desde el principio: la unión hace Las Palmas. Así debe de ser para poder conseguir los objetivos.
La afición está muy concienciada, como todos en el club, del primero al último. Tengo en mi despacho una placa que me regaló una peña el otro día. Pone ‘Calle Permanencia’
-P. Hablaba antes de lo que había crecido el equipo a nivel a nivel colectivo, a nivel individual también. Hay jugadores que irían Rodríguez Viti Molero, Manu Fuster, Fabio Silva. Están empezando a dar un rendimiento acorde a su talento. ¿Qué margen de mejora tienen a nivel individual los jugadores?
-R. Eso nunca se sabe. Te has dejado muchos en el tintero. En mis equipos siempre ha habido muchos cambios en las alineaciones de principio de temporada a las del final, porque creemos que el estatus hay que ganárselo. Los roles van cambiando en base al rendimiento. Pero tienen margen de mejora. También va a depender mucho de la capacidad de aprendizaje que tengan, porque para mí eso es un talento, no solo es lo que seas capaz de hacer, sino también la capacidad para incorporar registros.
-P. En estos cuatro partidos has apostado por una alineación inicial bastante fija con pocos cambios. ¿Se mantendrá esta fórmula?
-R. No es contestarte a la gallega, depende del rendimiento y de lo que necesita el equipo. Hay que configurar varias cosas. Una es que necesitamos el plan de partido para ese y que necesitamos de nuestra idea de juego para ese partido en concreto. Estados de juego y de confianza. Y ese es el otro polo, entender los momentos de la competición. Eso también es un crecimiento como equipo, porque al final esa exigencia de poder estar a un nivel de intensidad y ritmo de juego muy alto también la tiene que dar la posibilidad de introducir cambios. Cosas que parecen que no tienen importancia.
-P. Una seña de identidad de sus equipos es manejar distintos registros tácticos. ¿Está pudiendo implantar esa mezcla o, dada la delicada situación en la que estaba el equipo la prioridad era sumar resultados a toda costa, anteponiéndolo a cualquier cosa?
-R. Si yo pudiese anteponer el resultado a cualquier cosa, le daría a ese botón siempre. Al final esto depende de muchas variables y no todas dependen de ti. En cuanto a rendimientos individuales y colectivos, intentamos mejorar en aquellos registros que entendíamos que eran más prioritarios. Respecto a manejar diferentes sistemas de juego estamos en ello, que no era fácil porque eso va a ser un proceso más lento ya que estás en mitad de temporada. Pero hemos tenido matices a nivel táctico. Intentamos sacar lo mejor de cada uno respetando lo mejor de cada uno, pero poniendo siempre el equipo por encima de todo.
Respetando siempre la esencia de este equipo y de este club necesitábamos añadir cuanto antes otros registros necesarios para poder sumar puntos
-P. Habla de un ADN futbolístico, de una idiosincrasia que ha tenido Las Palmas en su tradición histórica. Un estilo de juego asociativo bastante reconocible. ¿Eso lo tuvo en cuenta a la hora de asumir el equipo?
-R. Es que es fundamental. No tendría sentido proponer una identidad de juego que no respetase las características de los jugadores. Otra cosa es que tengamos que añadirle algo a ese ADN. Lo que necesitamos es que si el partido no se pone como me gusta, no dimita de él. Lo estamos construyendo entre todos, también con un perfil de tipo de partido distinto que hemos tenido en estos cuatro partidos, y eso con el tiempo iremos ajustándolo, iremos pareciéndonos más a las secuencias que nos gustarían de juego. Es decir, llevar el partido más a donde queremos. Pero sobre todo, insisto, respetando esa esencia y completándonos como equipo, porque para competir en Primera División y en los diferentes partidos que hay dentro de un partido necesitas muchos recursos, muchas variables y sobre todo, no dimitir de los partidos.
-P. Siempre habla de la importancia de conocer la cultura de cada sitio, saber adaptarse, en Las Palmas la cultura futbolística está muy consolidada. ¿Le ha sorprendido la intensidad con la que viven hoy el fútbol?
-R. Es apasionante. El contexto es muy especial, es una idiosincrasia muy marcada. Te das cuenta no solo de esa identidad tan marcada, esa sentimiento de pertenencia, sino también del contexto. Y esto es muy enriquecedor.
-P. Con semejante inicio el recibimiento de la afición habrá sido muy bueno.
-R. Estamos muy agradecidos por el cariño que nos han dado del primer día y también de la confianza que han transmitido en el equipo y en nosotros. Empezando por el Presidente, que desde el primer día ha sido superpositivo, pues la situación del equipo era muy compleja, y pasando por todos y cada uno de los aficionados. Ahí es donde está la mentalidad ganadora. Y lo que hace grande a un club no puede estar en los momentos buenos. Es una mezcla de pasión, de intensidad, de emocionalidad, de sentimiento de pertenencia… Todo eso junto ahora hay que canalizarlo en positivo, porque también es cierto que esa emocionalidad muchas veces nos lleva a picos de euforia y de pesimismo.
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