El Barça aprende de los errores del pasado y evita una nueva invasión de aficionados del Eintracht en el Camp Nou
Él Barça tomó medidas excepcionales para evitar una nueva ola de fanáticos del Eintracht y logró su objetivo. EL Campeones regresó a Camp Nou 1.140 partidos después y el público respondió con creces.
No se vendieron entradas a los que no eran socios y los aficionados culés acudieron al campo para ver su propio partido. Había alemanes, el mínimo de 2.500 que permite la UEFA para la zona visitante, pero apenas había camisetas blancas en las gradas.
“Cualquier entrada detectada en posesión de un seguidor del Eintracht Frankfurt en el área local será registrada para identificar al socio involucrado”, anunció el Barça a modo de advertencia.
Aficionados del Barça durante el partido contra el Eintracht.
REUTERS
La imagen de un Camp Nou azul en 2022, controlado por la afición visitante y transformado en un bastión del Eintracht, quedó grabada en la memoria de los barcelonistas. Y no permitieron que volviera a suceder.
La sensación se confirmó tras el pitido inicial. Muchos pitos cuando los alemanes tocaban el balón y aplausos cuando era el equipo de Flick el que conservaba la posesión.
El Eintracht no tuvo éxito en la invasión y lo intentó hasta el final. Por ejemplo, a mediodía se produjeron insólitas colas de alemanes en la OAB (Oficina de Asistencia de Barcelona) con la intención de afiliarse al FC Barcelona y acceder a entradas de última hora.
El club detectó este extraño movimiento y prohibió el martes a cualquiera hacerse socio.
Antes del partido, el Eintracht pidió a su afición que se reuniera en la zona de la estación de metro de Palau Reial entre las 17.30 y las 17.30 horas. y 5:30 p.m. y las 18:15 horas. Luego dirígete al estadio con escolta policial.
Esto provocó un caos en el tráfico en el lado de la Avinguda Diagonal y el Trambaix también estuvo cortado durante mucho tiempo debido a la invasión de la vía.
Todo se resolvió y el resultado fue satisfactorio para Laporta. El Camp Nou estaba lleno de aficionados del Barcelona que asistieron a un partido de la Liga de Campeones más de 1.000 días después.
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