El BBVA ajusta su oferta al Sabadell por los dividendos y pagará parte en efectivo
El BBVA ha confirmado este martes el ajuste de su oferta de compra del Sabadell a raíz de los dividendos a cuenta de los resultados del año aprobados por los dos bancos, como ya anunció al presentar la opa hostil sobre su rival el pasado mes de mayo. Se trata de un ajuste técnico habitual en este tipo de operaciones, cuya consecuencia más relevante es que los accionistas del banco catalán que eventualmente pudieran aceptar la oferta pasarían a cobrar parte del pago en efectivo y no solo en acciones de la entidad de origen vasco.
El BBVA, así, ha descontado de su oferta los 0,08 euros por acción abonados por el Sabadell a sus accionistas este martes como dividendo. En consecuencia, la ecuación de canje de la opa pasa de una acción nueva del BBVA por cada 4,83 acciones del Sabadell a un título nuevo por cada 5,0196 de la entidad catalana. Además, el banco de origen vasco pagará el próximo 10 de octubre un dividendo de 0,29 euros por acción a sus accionistas, que se suman a la oferta a los propietarios del Sabadell. Es decir, que dicha oferta pasa a ser de una acción nueva del BBVA más 0,29 euros en metálico por cada 5,0196 acciones del Sabadell.
Si todos los accionistas de la entidad presidida por Josep Oliu aceptaran la oferta, algo poco probable dada el rechazo expresado ya públicamente por algunos de ellos, el ajuste de la oferta supondría un desembolso en efectivo para el BBVA de en torno a 314 millones de euros. A cambio, la participación máxima que podrían tener los accionistas del Sabadell en la nueva entidad bajaría del 16,17% al 15,65%.
Los títulos del BBVA han cerrado este martes en bolsa en los 9,3 euros, frente a los 1,785 euros de los títulos del Sabadell. La prima de la opa hoy por hoy asciende, por tanto, al 7,86%. La entidad catalana viene desde hace meses considerándola insuficiente. El grupo de origen vasco, en cambio, insiste en que dicha prima refleja que los inversores consideran que es probable que la operación salga adelante y sostienen que la relevante es la prima del 30% respecto a los precios previos a que se filtrara su oferta.
Competencia, clave
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En cualquier caso, desde ambas entidades se admite que es clave para el éxito o el fracaso de la operación el pronunciamiento que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene que realizar sobre la misma. La ley de opas permite al BBVA desistir si, antes de que acabe el plazo en que los accionistas del Sabadell pueden aceptar la oferta, la CNMC no se ha pronunciado o condiciona la concentración al cumplimiento de algunos requisitos. Además, la ley de defensa de la competencia permite al Gobierno -que se ha opuesto a la compra- imponer condiciones adicionales a las concentraciones cuando la CNMC no las aprueba en la conocida como primera fase, sino en la segunda (que se aplica a operaciones que requieren mayor análisis).
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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya ha dejado entrever que, aunque no tenga la obligación de hacerlo, podría esperar a que la CNMC se pronuncie antes de aprobar la opa y dar inicio al periodo de aceptación para los accionistas. Los técnicos de los dos organismos están en contacto y parece probable que el supervisor bursátil pueda esperar a Competencia si esta dictamina en primera fase. Hay más dudas de que lo vaya a hacer si pasa a la segunda, ya que entonces los plazos se extenderían notablemente y ello supondría someter la cotización de los dos bancos a una elevada incertidumbre durante un periodo muy extenso.
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