El vestido ibicenco que Katy Perry no pudo comprar
¿Cómo llegó el vestido de una firma de moda de Ibiza a manos de la cantante y actriz americana Katy Perry? Ocurrió de forma accidental. Una historia un tanto increíble. La artista se alojaba en el lujoso Hotel Six Senses de Cala Xarraca, en el municipio de Sant Joan, mientras rodaba diferentes localizaciones para la promoción de su último (y polémico) vídeo ‘Lifetimes’ en distintos puntos de Ibiza y Formentera. Katy y su equipo buscaban looks especiales y originales para la puesta en escena de sus rodajes y, de forma fortuita, acudió a la boutique Agora, situada en uno de los espacios de este lujoso complejo hotelero y fundada hace cuatro años por las expertas en moda británicas Tiffanie Darke, colaboradora de moda en The Sunday Times Style y Harrods, y Danielle Agnelli, quien hizo lo propio para Vogue y The Telegraph en Londres. Su filosofía es redefinir el lujo actual reciclando, restaurando, reduciendo y alquilando ropa, por lo que se ha convertido en un referente de solidaridad de la moda en la isla desde 2021.
En esta boutique, que vende marcas sostenibles internacionales, hay un espacio de ropa de alquiler para las fiestas y eventos que se celebran en el hotel. A él acuden sus clientes para buscar un modelo apropiado para lucirlo una noche sin tener que comprar una pieza que, a lo mejor, solo van a utilizar una vez.
Katheryn Elizabeth Hudson, conocida artísticamente como Katy Perry, es cantante, actriz, modelo, productora discográfica, bailarina, compositora, personalidad de televisión y empresaria estadounidense. Es una artista que ha vendido más de 143 millones de discos en todo el mundo y tiene más de 200 millones de seguidores en la red. Más, incluso, que Shakira. Katy fue una de las clientas que acudió a la tienda en busca de un vestido especial, se fijó en el perchero de ropa de alquiler y allí encontró un modelo que le llamó poderosamente la atención. Tanto le gustó que pensó en comprarlo para convertirlo en uno de sus outfits, pero su sorpresa fue mayúscula cuando la vendedora le comentó que no le podía vender el vestido, solo alquilárselo para la ocasión por 200 euros. Solo podía comprarlo bajo demanda en la página web de Jennyinibiland por 750 euros.
El modelo en concreto era un traje de corte oriental tradicional con cuello con un vivo de raso negro y botón chino, un vestido compuesto por un tejido metálico de polipiel vegana con forro de algodón y cremallera. Un modelo bautizado como ‘Shangai’ y diseñado por Jenny Guerrero, artista multidisciplinar residente de Ibiza y propietaria de la firma Jenny in Ibiland. Jenny diseña, confecciona y vende bajo demanda sus creaciones en diferentes tiendas y boutiques de lujo y está «contenta de ser fiel al producto que se hace en Ibiza», aunque, en su caso «sea bastante futurista y especial» apunta. Guerrero acaba de contraer matrimonio con el reconocido chef ibicenco Alberto Pacheco y tiene planes futuros para nuevos proyectos relacionados con el arte, la moda y la gastronomía.
Finalmente, Katy alquiló el vestido y su propio marido, el actor británico Orlando Bloom, otro visitante habitual de las Pitiusas, grabó con el móvil una secuencia del clip de su nueva canción, ‘Lifetimes’, con el traje ‘Shangai’ de Jenny en dos entornos: uno futurista y otro más callejero.
Jenny defiende a la cantante y la promoción que ha hecho de la isla pese a la polémica despertada por la grabación de su vídeo, en la que se la ve en un área dunar protegida de Formentera: «Cada vez que venga un artista y haga un rodaje en positivo es bueno para la promoción y que se conozca mejor Ibiza. Estoy a favor de que los creadores muestren otros lugares icónicos de la naturaleza y rincones originales de las Pitiusas porque no ensucian, no piden dinero a cambio, piden permiso y no hacen daño. Sin embargo, los dj vienen aquí a llevarse el dinero cada noche y solo muestran la fiesta».
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Guerrero remarca que uno de los objetivos de su marca es generar el menor impacto en el medio ambiente: «Solo confeccionamos dos o tres piezas de cada diseño nuevo, luego ofrecemos a nuestros clientes encargar el vestido a su medida. Antes de ofrecer el producto final probamos durante seis meses el primer prototipo, cómo es el tejido, el lavado… y así determinamos su duración y precio final, ya que como diseñadora mi sueño es que la prenda dure toda la vida». Jenny trabaja ahora en otro proyecto para Carla Paucar, estilista de C. Tangana.
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