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En 2027 podríamos tener una inteligencia artificial de nivel humano

En 2027 podríamos tener una inteligencia artificial de nivel humano
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  • Publishednoviembre 30, 2024




Antonio Ortiz Medina Parece un tipo optimista. Es una buena cualidad en cualquier caso, pero más aún tratándose de alguien que se ha especializado en un sector (la inteligencia artificial) que acumula algunas de las predicciones más catastróficas que hemos escuchado en los últimos años.

Creador y director de estrategia de varios medios digitales, ahora se dedica al análisis y difusión de todo lo que tiene que ver con la IA. Desde tu podcast, «Monos estocásticos»junto a Matías Zavía, y su sitio web, error500.netse ha convertido en una de las voces más conocidas de nuestro país en este campo. Por eso, esta semana, en Economía para quedarse sin amigos Invitamos a Ortiz a hablar sobre hasta dónde llegará la tecnología (al menos en el futuro a corto plazo) y si nuestros temores de que los robots tomen el control de nuestras vidas están justificados.

Nuria Richart y Domingo SorianoLos presentadores de nuestro podcast más irreverente sobre Economía, no están muy convencidos de las posibilidades que ofrecen las nuevas máquinas. O, mejor dicho, están convencidos de que hay cosas que no les gustan, que les asustan, que les preocupan. ¿Está justificado este miedo o es simplemente la típica reacción humana ante la novedad? Como cuando los agricultores del siglo XIX gritaban a los trenes que creían que devastarían sus campos y contaminarían sus cultivos.

Ortiz cree que es evidente que tenemos muchos desafíos por delante, que no será fácil afrontarlos todos y que no hay respuestas a todas las preguntas que nos hacemos. Pero al mismo tiempo confía en que la IA supondrá un gran avance que mejorará nuestras vidas de formas que ni siquiera podemos imaginar (por ejemplo, en el campo de la salud). Eso sí, al mismo tiempo nos alerta de una realidad: «Los programas están diseñados para maximizar el tiempo de uso», para mantenernos enganchados, un poco como las redes sociales, pero a lo grande. Con una derivada importante, el programador también tiene una forma de pensar que influirá en su criatura: «Habrá mucha ideología codificada en la IA», nos advierte.

Por supuesto, otra pregunta es qué pasará con las relaciones personales. O, mejor dicho, relaciones con los robots. El interacciones con robots artificial Cada vez son más realistas y muchas personas pueden sentir que es más agradable hablar con uno de estos asistentes virtuales que con su vecino: «Los novios o amigos AI tienen un punto a su favor: siempre están disponibles». Y siempre nos dan la razón. Una fortaleza a corto plazo, que luego puede jugar en su contra: porque no está claro que siempre queramos que nos digan que sí: «La IA es muy competente en lo que hace, en dar la siguiente frase en una conversación. Pero no entiende lo que dice. Nosotros, los humanos, tenemos la voluntad de hacer algo». De hecho, a partir de ahí podemos intuir la manera de descubrir al impostor: “La IA se puede distinguir de los seres humanos porque podemos desobedecer”.



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