hasta cinco ciudadanos italianos identificados
La investigación iniciada por la Justicia italiana para esclarecer el caso de Ciudadanos italianos que viajaron durante la Guerra de los Balcanes a Sarajevo para disparar contra civiles. -como si de un safari humano se tratara- empieza a dar frutos. Al menos cinco ciudadanos italianos ya han sido identificados. Una de estas personas es propietaria de una conocida clínica de estética, pero lo más sorprendente es que los servicios secretos italianos lo sabían y no hicieron nada.
La Fiscalía italiana se dedica especialmente a desenmascarar a estos ‘cazadores de humanos’ que participaron en los fusilamientos de niños y adultos, pero señala que podría haber otros ciudadanos de origen estadounidense o rusoen su mayoría multimillonarios y oligarcas.
¿Qué se sabe sobre ellos?
La investigación periodístico-judicial ha trazado un marco macabro en el que Una organización llevó a sus desalmados clientes en aviones serbios desde Trieste (Italia) al aeropuerto de Belgrado.. De allí fueron trasladados hasta las colinas alrededor de Sarajevodonde se unieron a la artillería de los serbios de Bosnia para entrenar su puntería contra civiles que se habían convertido en objetivos ambulantes.
Los clientes de esta organización son ricos y respetados en su vida diaria, pero fueron capaz de pagar hasta 100.000 euros por el fin de semana. El escritor y periodista Ezio Gavazzeni, que ha desenterrado el caso a partir de pruebas, ha explicado en la televisión italiana que podrían estar implicados. «notarios, abogados, profesionales con recursos económicos, empresarios, con mucho dinero disponible». «Hay un número bastante grande»añadió.
Estos datos macabros que poco a poco se van conociendo contrastan con los testimonios de quienes los sufrieron. «Frente al Museo Nacional, cuando yo era niño, uno de estos francotiradores me disparó»dijo Faruk Šabanović, que quedó en silla de ruedas tras uno de estos disparos. Pero aún más impactante es el de una familia que ha expuesto que su bebé fue asesinado «cuando tenía un año».
«Hay testimonios de familias que, por ejemplo, pierden a su pequeña hija mientras estaba en el cochecito; un bebé de pocos meses, y el francotirador dispara a la niña y no a los padres», añadió Gavazzeni al respecto.
Sin embargo, aunque han pasado tres décadas, la abyección y la crueldad de estos safaris humanos y el hecho de que los servicios secretos serbios e italianos estuvieran al tanto de ellos es impactante.
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