Este miércoles la ciudad de Hong Kong, Porcelanase detuvo. Un gran complejo de viviendas fue reducido a cenizas en un incendio que se cobró la vida de al menos 128 personas y dejó alrededor de 200 desaparecidos y cientos de viviendas quemadas. Con sus calles llenas de flores y con familiares y ciudadanos lamentándose entre sollozos por lo sucedido, el incendio se convirtió en el culpable de la peor tragedia que ha sufrido la región en más de tres décadas.

Las autoridades de la zona, con su máximo dirigente, John Lee al frente, han protagonizado este sábado tres minutos de silencio al inicio de los tres días de luto oficial declarados en memoria de los fallecidos en el complejo Wang Fuk, en el barrio de Tai Po. A las banderas a media asta en todos los edificios institucionales de la ciudad se sumará la instalación de «puntos de condolencia» en los 18 distritos con libros para que los ciudadanos puedan dedicar un último adiós escrito a las víctimas.

Las obras, en el punto de mira

Aunque se investigan las causas de la tragedia, todos los datos recabados apuntan a las obras. Y todo estaba mal en la estructura. Las lonas que cubrían la fachada del edificio no eran ignífugos y en caso de emergencia, las alarmas no funcionaron bien. Aunque no se sabe qué lo inició, sí sabemos qué provocó que se propagara tan rápidamente.

Si algo llamó la atención fue la velocidad con la que el fuego destruyó las torres, que sumaban casi 2.000 viviendas y albergaban a unos 4.600 vecinos y que se encontraban en proceso de renovación. El complejo estaba rodeado por andamio de bambú cubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y -según las primeras investigaciones- láminas de poliestireno expandido altamente inflamable, un material prohibido que habría favorecido la propagación vertical y horizontal de las llamas.

Por su parte, los bomberos también detectaron ventanas selladas con poliestireno en uno de los bloques menos afectados, lo que refuerza la hipótesis de deficiencias graves en obras de rehabilitación.

El La alerta se activó a las 14:51. horas de este miércoles (07.51 horas en España peninsular), cuando se escucharon los primeros gritos de alerta al ver un pequeño incendio en la planta baja del edificio. Sin embargo, en cuestión de minutos, la voracidad de las llamas avanzó hasta los pisos superiores, alcanzando siete de los ocho bloques del desarrollo de 31 pisos. Tal fue la velocidad que en apenas 43 minutos, la clasificación del incendio pasó del nivel 1 al 4alcanzando el nivel máximo 5 a las 6:22 pm

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, cientos de vidas quedaron truncadas en un escenario de terror y llamas, andamios y escombros.

Una tragedia por la que buscan culpables

Paralelamente, la Policía anunció la detención de ocho hombres. Todos ellos son directores de la empresa supervisora ​​de mantenimiento y la empresa constructora, que tiene un largo historial de incumplimiento de las normas de seguridad. Se enfrentan a acusaciones de homicidio involuntario y negligencia grave por el uso de materiales no aprobados y por prácticas que habrían agravado el desastre.

Horas más tarde, tres de ellos ya han recibido el fianza en las últimas horas: dos directores y un consultor de ingeniería. Mientras tanto, el Gobierno chino asumió la mayor parte de las labores de rescate, que continúan en estos momentos. A su vez, voluntarios también han acudido cada día al lugar.

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