La Comisión Europea indigna a eurodiputados y sociedad civil con una desregulación digital para satisfacer a los gigantes de la inteligencia artificial
La Comisión Europea se prepara para sacrificar parte de sus leyes digitales, entre ellas la pionera regulación de la inteligencia artificial, para satisfacer las demandas de los gigantes tecnológicos y tratar de competir en la carrera que actualmente protagonizan las industrias de Estados Unidos y China.
[–>[–>[–>El próximo miércoles, Ursula von der Leyen presentará un paquete ómnibus para simplificar muchas de las leyes tecnológicas de la Unión Europea. Aunque Bruselas lo ha vendido como un retoque cosmético y limitado, documentos internos obtenidos por el portal MLex destaparon la semana pasada que se planea un recorte «de gran alcance» del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la normativa que ha convertido el bloque comunitario en un referente mundial de la privacidad.
[–> [–>[–>«Es un intento de desmantelar a escondidas las protecciones más fuertes contra las amenazas digitales», advierte una carta a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO en la que 127 organizaciones de la sociedad civil y sindicatos de toda Europa muestran su «profunda alarma» por unos cambios propuestos que causarían «el retroceso más grande de los derechos fundamentales de la historia de la UE«. Para estos expertos en gobernanza digital, las leyes bajo amenaza son «la mejor defensa que tenemos ante la explotación digital y vigilancia tanto por actores nacionales como extranjeros».
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Las ‘apps’ de DeepSeek, ChatGPT y Google Gemini / Andrey Rudakov / Bloomberg
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Recortes a la privacidad
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El borrador del Ejecutivo europeo indica que pretende flexibilizar algunas obligaciones en la protección de datos para facilitar que las pymes puedan cumplir con la legislación. Según POLITICO, también abrirá la puerta a que las empresas de IA puedan utilizar legalmente ciertos datos personales sensibles —como los relacionados con las creencias religiosas o políticas, el origen étnico o la salud de las personas— para entrenar los sistemas que dan forma a aplicaciones comerciales como ChatGPT, Gemini, Claude o Grok.
[–>[–>[–>Esto «debilitará la única norma clara que impide que las empresas y los gobiernos rastreen constantemente lo que hace la gente en sus dispositivos» y «facilitará que quienes tienen el poder controlen los teléfonos, los coches o las casas inteligentes de las personas, además de revelar información sensible sobre dónde van y con quién», advierten desde la sociedad civil.
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Archivo – Sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo / PARLAMENTO EUROPEO/DAINA LE LARDIC – Archivo
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Pausar las normas para la IA de alto riesgo
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La Comisión también quiere retrasar al menos un año la aplicación de parte de su histórica regulación de la IA. En la práctica, eso significa congelar hasta agosto de 2027 las normas que limitan el despliegue de sistemas de IA considerados de alto riesgo porque pueden poner en peligro los derechos fundamentales. Además, contempla demorar las multas contra los contenidos generados por IA que no incluyen marcas de agua para advertir a los usuarios.
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[–>La regulación europea considera de alto riesgo sistemas de IA como los que rastrean la actividad de los estudiantes para saber si están copiando durante un examen, los que regulan de forma automatizada los semáforos de una ciudad o los utilizados en juguetes que hablan, según la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA).
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Con esa exención, filtrada ayer a POLITICO por dos funcionarios europeos, Bruselas pretende contentar a grandes compañías tecnológicas estadounidenses como Apple, Meta, Amazon, Google, Microsoft y OpenAI que llevan años presionando para que revierta una serie de leyes aprobadas democráticamente que consideran como un impedimento a la expansión de su negocio.
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Alumnos durante un examen PAU. / Europa Press
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Aunque Bruselas lo niega públicamente, su maniobra responde a la presión de la administración Trump, pero también de la propia industria europea. En julio, 56 empresas de IA como la francesa Mistral AI o la alemana Aleph Alpha exigieron pausar y simplificar partes de la pionera regulación aprobada definitivamente en mayo de 2024.
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Con esa desregulación, «los proveedores de herramientas de IA podrían eximirse unilateralmente y en secreto de todas las obligaciones y ni el público ni las autoridades lo sabrían», advierten las 127 organizaciones europeas de la sociedad civil.
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Crece el rechazo
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Esa enmienda a la AI Act formará parte del paquete de simplificación que se anunciará el próximo 19 de noviembre. Para que prospere, Von der Leyen necesitará el apoyo de los países de la UE y del Parlamento Europeo. Estados miembro como Francia, Estonia o Dinamarca, que ostenta la presidencia del Consejo de la UE, piden una reforma radical de las leyes digitales asegurando que las actuales frenan la innovación, mientras que otros como Alemania se oponen frontalmente a ello.
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El plan de Bruselas, liderado por vicepresidenta Henna Virkkunen, está despertando cada vez más malestar. Los grupos políticos de centro e izquierda del Europarlamento han mandado esta semana una carta a la Comisión en la que califican los recortes de «extremadamente preocupantes» y de ser una capitulación a las exigencias de EEUU. Socialdemócratas, liberales y verdes ocupan 266 de los 720 escaños de la cámara. Esa oposición podría obligar a Von der Leyen a modificar el paquete ómnibus o a depender, de nuevo, de la extrema derecha para la aprobación de su programa político.
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