La IA permite el primer embarazo de un paciente sin espermatozoides
Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia (EE. UU.) ha logrado el primer embarazo exitoso gracias a una Inteligencia Artificial (IA) en un caso de azoospermia no obstructiva1, una alteración caracterizada por la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado como consecuencia de un fallo en su producción en los testículos, y que es responsable de hasta el 15% de los casos de infertilidad masculina.
[–>[–>[–>La tecnología implementada en este caso combina IA, microscopía avanzada y técnicas de laboratorio de alta precisión para localizar los espermatozoides viables en muestras de tejido testicular donde antes parecía imposible hallarlos. Hasta ahora, los hombres con este tipo de azoospermia contaban con pocas opciones para tener hijos biológicos.
[–> [–>[–>Como explica el doctor Carlos Balmori, urólogo y especialista en infertilidad masculina de Ginefiv Madrid, «podría abrir una nueva vía para hombres con azoospermia no obstructiva en los que antes solo quedaba la donación ya que ninguno de los tratamientos o técnicas quirúrgicas que empleamos tuvo éxito en este paciente».
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Azoospermia no obstructiva, un reto para los tratamientos de fertilidad
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Es la ausencia de espermatozoides por fallo testicular en la producción. Es difícil de tratar porque la espermatogénesis puede ser mínima y muy localizada, haciendo que incluso cirugías como la micro-TESE tengan tasas limitadas de éxito. Antes de la incorporación de la Inteligencia Artificial, las opciones terapéuticas disponibles eran «buscar exhaustivamente en las muestras de eyaculado en visión directa, realizar biopsias tipo TESE o micro-TESE para localizar focos de espermatogénesis y, si se encontraban espermatozoides, realización de ICSI, la técnica de reproducción asistida más compleja. Si todo falla, la alternativa es la donación de semen».
[–>[–>[–>La IA para la fertilidad solo se ha utilizado con éxito en un caso clínico / Freepik
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Con este modelo de IA, se consigue analizar millones de imágenes por segundo en un chip microfluídico, detectando espermatozoides en tiempo real y aislándolos automáticamente. A diferencia del análisis manual, ofrece velocidad, estandarización y elimina la fatiga del operador. «El estudio solo evalúa la IA en el eyaculado. En teoría podría aplicarse a suspensiones testiculares, pero aún no se ha validado en ese contexto«, recalca el especialista.
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Solo existe un caso clínico exitoso
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El doctor Balmori matiza que el sistema muestra alta precisión analítica, pero «solo existe un caso clínico exitoso, hacen falta estudios con un número más extenso de pacientes». Es una herramienta «prometedora», pero hoy debe considerarse complementaria, no sustitutiva del embriólogo.
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[–>Además de seguir investigando, con estudios clínicos más amplios y aprobación regulatoria, esta novedad «requiere garantizar seguridad, trazabilidad del algoritmo, responsabilidad profesional clara, consentimiento informado adecuado y evitar desigualdades de acceso».
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