La nueva bolsa de interinos para cubrir vacantes en la Generalitat podría retrasarse por problemas técnicos

La bolsa de interinos para cubrir de forma automática las vacantes que vayan surgiendo en la Generalitat de Catalunya corre el riesgo de retrasarse. Desde la conselleria de Presidència reconocen, a preguntas de EL PERIÓDICO, que han tenido un problema con el proveedor que está trabajando con el CTTI en el diseño del aplicativo informático y que ello podría ralentizar la puesta en marcha del nuevo sistema.
No obstante y pese a ello, desde el Govern confían poder cumplir con los plazos que se habían fijado y empezar a volcar los primeros datos de los 6.000 interinos que calculan incluir dentro de dicha bolsa en las próximas semanas, entre finales de marzo y principios de abril. Para así poder tener en ya en marcha y funcionando el nuevo sistema «durante el verano», según especifican desde Presidència.
Los problemas con el proveedor del CTTI fueron expuestos formalmente el pasado 17 de febrero por los sindicatos a la dirección de Funcion Pública y, posteriormente, en las sucesivas consultas no se les ha dado respuesta exacta de cuándo estarán totalmente solventados, según explican distintas fuentes sindicales consultadas.
Hasta ahora el método de Función Pública para seleccionar a los candidatos mediante los que cubrir un puesto que se haya quedado temporalmente vacío -por la baja médica del funcionario titular, por ejemplo- consistía en ofertas específicas emitidas desde cada departamento, de los que las organizaciones sindicales siempre habían recelado por la discrecionalidad que permitía.
Con el nuevo sistema, que fue negociado y avalado de manera unánime por IAC, UGT y CCOO, los tres sindicatos representados en la Mesa General de la Función Pública, se crearía una bolsa de vacantes para cada cuerpo de la Generalitat, similar a la que ya rige entre los maestros.
Los interesados solo podrán participar en una y allí deberán indicar ámbito territorial y si quieren jornada completa o parcial. Quedarán excluidos de la misma los funcionarios de prisiones, bomberos, agentes rurales, Agència Tributaria y el cuerpo de abogados de la Generalitat.
Inquietud entre parte de los interinos
El nuevo mecanismo de asignación es una vieja pretensión de los sindicatos y cuenta con su aval unánime, si bien entre una pequeña parte de los 6.000 interinos potencialmente afectados por esta bolsa –la cuantificación del número de personas la realizó la Generalitat- existe malestar por la confección de la misma.
El problema que trasladan fuentes consultadas es que el sistema de asignación es muy genérico y dificulta casar el perfil y habilidades específicas de un candidato con la plaza que puede tocarle luego.
Dicho déficit se concentra en los empleos adscritos al cuerpo general –una de las categorías laborales más nutridas de la función pública-, que se han convertido en un “cajón de sastre”, según lo define un sindicalista consultado, donde cohabitan perfiles tan diversos como ambientólogos, técnicos para la prevención de violencias machistas o administrativos, entre muchos otros.
Dicho sobredimensionamiento del cuerpo general se remonta, según rememora esa misma fuente, a la época de recortes en la función pública, cuando se congelaron o mermaron muchas ofertas de empleo público y para poder incorporar distintos perfiles se renunció a reconocer especialidades. «Se trató de mantener el servicio a toda costa y ahora, 15 años después, lo estamos pagando», afirma.
Hasta ahora las ofertas temporales incluían dos baremos: uno, los requisitos formales como el título C1 de catalán o haber superado un examen sin haber sacado oposición, y dos, un apartado de “se valorará” donde se describen las habilidades concretas requeridas en el puesto y que hasta ahora guiaba los criterios de selección. Tras la introducción de la bolsa, en tanto que mecanismo automático, se asignará la plaza según el puntaje de los requisitos formales y los segundos desaparecerán.
«Generará muchas ineficiencias porque personal que nunca ha desempeñado esas funciones concretas tendrá que formarse para realizarlas y cuando ya se haya adaptado saltará, porque el titular habrá vuelto”, cuentan desde la asamblea de las trabajadoras de la conselleria de Igualtat i Feminismes, un colectivo de trabajadoras organizado para protestar contra la creación de dicha bolsa. «La calidad del servicio público se verá perjudicado«, insisten. Desde Funció Pública rechazan de pleno que ello pueda suceder y confían en que el nuevo sistema de cobertura de vacantes agilice las sustituciones preservando la calidad del servicio.
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