La reina del museo
A los 22 años, recién llegada a España desde su Italia natal, Isabel de Farnesio tuvo que lidiar con un marido seriamente trastornado y con las intrigas cortesanas. Dada su juventud y el papelón que se encontró, Isabel se las arregló bastante bien. Reina consorte de España por su matrimonio con Felipe V, supo hacerse respetar, fue leal a su esposo hasta el final y aún tuvo tiempo y voluntad para cultivar sus pasiones: los libros, la música, la danza, la pintura, la escultura… Fue, sin duda, una de las grandes promotoras culturales del siglo XVIII en Europa.
[–>[–>[–>Isabel atesoró una inmensa biblioteca y una colección de arte con cerca de un millar de cuadros, además de esculturas y otros muchos objetos. Algunos llegaron con ella desde Parma, donde nació y creció; otros fueron adquiridos por sus marchantes de confianza por toda Europa, y otros llegaron como herencia o como regalos. A su muerte, su legado pasó a manos de Carlos III y luego, cuando se fundó el Museo del Prado, una buena parte de él fue a parar a la gran pinacoteca nacional. El resto, en manos de Patrimonio Nacional, se dispersó. No es difícil rastrearlo porque, además de una extensa documentación, la Reina de España marcaba sus propiedades con la flor de lis, el distintivo heráldico de su linaje.
[–> [–>[–>La mitad de las salas del Prado contiene alguna obra de la colección de Isabel de Farnesio, 358 en total, y entre ellas hay cuadros de Velázquez, Ribera, Teniers, Correggio, Rubens, Luca Giordano, Reni, Guercino, Veronés, Tintoretto, Brueghel el Viejo, Van Dyck, Brueghel el Joven, Clara Peeters, Parmigianino o Watteau, por citar a algunos. También de Murillo.
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Ella fue quien abrió las puertas de la colección real al maestro sevillano. «La Sagrada Familia del pajarito» era una de sus cuadros favoritos. Está también «La Inmaculada Concepción de los Venerables», «El Buen Pastor» y «Los niños de la concha». En total, la Reina reunió 28 Murillos y 19 de ellos están en el Prado. Recientemente el Museo recuperó un boceto del pintor para su obra «Santa Ana dando una lección a la Virgen», robado en 1897 y localizado en el Museo de Pau, en Francia.
[–>[–>[–>Podría decirse que en el hallazgo intervino, en cierto modo, la reina Isabel, porque se produjo cuando la historiadora del arte Noelia García Pérez andaba investigando y organizando materiales para «El Prado en femenino», que en esta tercera edición se ha detenido ante la imponente figura de Isabel de Farnesio. Hasta finales de mayo de 2026 la mejor contribución de la italiana al país del que fue soberana está a la vista en las salas y las galerías del Museo.
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