La Asociación de Altos Estadísticos del Estado (AESE) ha cargado contra Nadia Calviño, exministra de Economía del anterior Gobierno de Pedro Sánchez, y ha defendido la independencia y el trabajo del Instituto Nacional de Estadística (INE) tras las acusaciones y declaraciones contenidas en el libro «Dos mil días en el Gobierno», firmado por Calviño, ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), en el que se le ha imputado el «problema de la metodología de estimación del PIB del INE tras la pandemia».

En el libro, Calviño explica que en 2020 se empezó a observar una divergencia entre la estimación del PIB publicada por el INE y el resto de datos relevantes: empleo, ingresos fiscales, ventas minoristas, etc. «En el Ministerio de Economía teníamos claro que había un problema con la metodología de estimación del PIB del INE. Nunca hemos sabido muy bien por qué, pero lo cierto es que el organismo estadístico mantuvo durante años una estimación de actividad muy inferior a la real», afirma el exvicepresidente del Gobierno. quien además asegura que esta subestimación de la actividad económica por parte de la máxima autoridad estadística oficial afectó, «casi con seguridad, la toma de decisiones empresariales y de inversión». Además, culpa al INE de haber tomado decisiones erróneas de política económica «si hubiera sido tan claro que hubo un error».

Ante estas declaraciones, la asociación, que agrupa a más de 150 funcionarios del Cuerpo Superior de Estadísticos del Estado, considera que son «inapropiadas y perjudiciales» para la credibilidad del INE y del sistema estadístico público. «Se expresan también en un evidente tono paternalista que muestra poco respeto hacia una institución de larga tradición y experiencia», denunció en un comunicado. En este sentido, han destacado que la independencia profesional del INE está garantizada por el Código de Buenas Prácticas de la Estadística Europea y por la Ley de la Función Estadística Pública. «Declaraciones de este tipo pueden socavar la confianza ciudadana e internacional en los datos oficiales, fundamentales para la toma de decisiones públicas y privadas».

Hace más de tres años, la AESE emitió un comunicado recogiendo información de los medios de comunicación sobre la intención del Gobierno de sustituir al anterior presidente del INE. La decisión parecía motivada por la discrepancia que existía entre las cifras publicadas por el INE y las previsiones del Gobierno en estadísticas tan relevantes como el Producto Interior Bruto (PIB) o el Índice de Precios de Consumo (IPC). De hecho, el Ministerio basó sus previsiones de actividad económica en el «Indicador Sintético de Actividad» que «no forma parte del Plan Estadístico Nacional y, por tanto, independientemente de su vigencia, no es una estadística oficial», como subrayan.

Para la asociación, estos intentos de «injerencia del poder político» no han conseguido sus objetivos en el INE, pero han advertido que pueden causar «un daño enorme a la institución y a la credibilidad de sus estadísticas», sobre todo porque han sido expuestos abiertamente por alguien que hoy ocupa un puesto tan importante como la presidencia del BEI. «No se puede ignorar que todo esto ocurre en un contexto de creciente descrédito social de otras instituciones del Estado.

La AESE ha manifestado su apoyo y reconocimiento a los trabajadores del INE, especialmente a los que prestan sus servicios en el Departamento de Cuentas Nacionales, porque su experiencia y profesionalidad son garantía de la calidad y rigor técnico de las estadísticas oficiales, tal y como se reconoce en los informes de seguimiento de la aplicación del Código de Buenas Prácticas. Asimismo, quiso reconocer expresamente la labor de la actual Dirección del INE que, a pesar de este contexto especialmente difícil, garantiza la independencia profesional y autonomía de la Agencia.