Éste es el rumor más comentado en la sala de prensa de la OTAN en Bruselas. Estaba claro que ésta sería una de las primeras preguntas que los periodistas acreditados harían al Secretario General durante su conferencia de prensa. La ausencia de Marco Rubio en la reunión ministerial de este miércoles es más que una simple ausencia. Esto muestra claramente dónde se encuentran actualmente las preferencias de la Casa Blanca.

Mark Rutte, frente a las cámaras, intentó disculpar al estadounidense. «Marco Rubio está muy involucrado en todo esto del fin de la guerra en Ucrania. Presidió reuniones en Ginebra y Miami. Estoy en contacto constante con él. Está trabajando duro y tiene muchos otros asuntos pendientes de los que ocuparse. Así que acepto completamente que no pueda estar aquí mañana», afirmó el holandés.

En su lugar enviará a su segundo, el subsecretario Chris Landau, pero hay información que explica bien la situación. La última vez que un secretario de Estado estadounidense no asistió a una reunión ministerial en Bruselas fue en 1999. La OTAN no se puede entender sin Estados Unidos y una reunión de alto nivel como esta, sin el representante americano, es descafeinada.

La OTAN quiere estar presente en el acuerdo de paz

La Alianza aprecia el trabajo que ha realizado Estados Unidos para lograr la paz. Hay que reconocer que Trump es el primero que ha conseguido sentar a Putin en una mesa, aunque siempre sin la presencia de Kiev al mismo tiempo. La Alianza confía en que estos esfuerzos darán como resultado un tratado de paz, pero existe la preocupación de que las decisiones tomadas a puerta cerrada puedan afectar el futuro de la OTAN.

Los países aliados reconocen que su seguridad está profundamente vinculada a la de Ucrania, particularmente en los estados que también forman parte de la UE. Y por eso quieren estar presentes en las conversaciones y que la OTAN decida todo lo que les concierne directamente.

«En cuanto a los elementos de la OTAN, esto se abordará por separado y obviamente incluirá a los países aliados», dijo Mark Rutte, insinuando que habría una segunda negociación paralela para abordar las garantías de seguridad a largo plazo de Ucrania y que los europeos estarían en esa mesa.

La UE pide que se juzgue a Putin

El mismo día que la delegación estadounidense fue a Moscú para negociar la paz con Putin, la UE alzó la voz para exigir que no se hicieran concesiones al presidente ruso.dados los crímenes de guerra que cometió en Ucrania y por los que debe ser juzgado.

El comisario europeo de Justicia, Michael McGrath, insistió en una entrevista con el diario POLITICO que Rusia no puede escapar del proceso legal al que se enfrenta. Asegura que “si permitiéramos la impunidad de estos crímenes, sembraríamos las semillas de futuras agresiones e invasiones… sería un error histórico de enormes proporciones… «No creo que la historia vea con buenos ojos cualquier intento de borrar la responsabilidad por los crímenes rusos en Ucrania».

El comisario confirmó que «este será el enfoque de la UE en todas estas negociaciones», dejando claro que esto hará aún más complejo llegar a un acuerdo con Putin.

Las autoridades ucranianas dicen que han abierto investigaciones sobre más de 178.000 presuntos crímenes rusos desde el inicio de la guerra. Además, Putin ya es objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por la expulsión ilegal de niños de Ucrania.

La preocupación de la UE es evidente desde que el primer plan de paz elaborado por el equipo de Donald Trump preveía “una amnistía total por las acciones cometidas durante la guerra”.

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