Merlin Properties sondea sacar fuera de España su sede si el Gobierno sube los impuestos a las socimis
Merlin Properties, la mayor inmobiliaria del Ibex-35, mantiene como una posibilidad cambiar su sede fiscal fuera de España si el Gobierno aprueba la subida de impuestos a las socimis (Sociedades Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario), pactada ya entre el PSOE y Sumar y a la espera de lograr los apoyos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, según ha podido contrastar ACTIVOS, el vertical económico de Prensa Ibérica.
El pasado lunes, los dos partidos que conforman el Ejecutivo acordaron la «supresión del régimen fiscal especial de las socimis, que hoy solo tributan al 1% en el impuesto de sociedades», según reveló en un comunicado Sumar. Sin embargo, el cambio regulatorio debe ser aprobado en el Congreso de los Diputados y no cuenta con los apoyos suficientes para ello. Tanto es así, que el Gobierno ha retrasado su votación a la próxima semana, ya que Podemos, Junts, PNV o EH Bildu no han comunicado su plácet.
La respuesta de las socimis no ha tardado en llegar. La primera en mover ficha podría ser Merlin Properties, cuyo primer accionista es el Banco Santander. En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicado este miércoles cerca de la madrugada, la compañía ha señalado que «a la vista de las circunstancias, la compañía evalúa en estos momentos distintos escenarios y planes de contingencia, en defensa de sus accionistas, clientes y empleados, para el supuesto de que dicha aprobación se produzca». Esta evaluación, según han revelado, se centra a corto plazo en calcular el impacto efectivo en cash flow (flujos de caja) de esta propuesta, que prevén «limitado por el efecto conjunto de diversas normas fiscales». A medio y largo plazo las decisiones se centrarán en «determinar las medidas a adoptar para salvaguardar los intereses», «sin excluir ninguna posibilidad legal al alcance».
La socimi liderada por Ismael Clemente presenta sus resultados empresariales el próximo jueves y puede plantear a su consejo de administración la posibilidad de trasladar su sede fiscal, cuya salida natural sería Portugal, un país en el que también cotiza y cuenta con numerosas inversiones, entre ellas un centro de datos de nueva construcción.
La otra socimi del Ibex-35 es Inmobiliaria Colonial. Esta compañía ya movió su sede fiscal hace solo siete años, cuando se mudó de Cataluña a Madrid por la deriva independentista que vivía la región y la celebración del referéndum de independencia del 1-O. La empresa, participada por el fondo soberano de Qatar o la Fundación LaCaixa, entre otros inversores, cuenta con la mayor parte de su cartera en Francia, donde a través de SFL es propietaria de numerosos edificios en París. Además, Colonial está inmersa en la fusión con esta filial gala, cuya culminación se espera el próximo año.
Ambas compañías han sufrido en las últimas horas un duro varapalo en bolsa desde que se conoció el acuerdo entre el PSOE y Sumar. Este martes, los títulos de Merlin cayeron un 7,3%, mientras los de Colonial un 5%, perdiendo 434 y 170 millones de euros, respectivamente, de capitalización bursátil.
España, uno de los países con más socimis
España es uno de los países a nivel mundial con mayor número de socimis, solo por detrás de Estados Unidos. Este régimen fiscal, existente en la mayor parte de países, plantea que una compañía no pague impuesto de sociedades a cambio de tener la obligatoriedad de repartir la mayor parte de su beneficio en dividendos, los cuales sí tributan. Su creación está ligada al acercamiento de la inversión inmobiliaria a particulares, históricamente reservada para grandes instituciones y patrimonios.
En el comunicado enviado al regulador, Merlin justifica la existencia de las socimis como versión española de los REIT internacionales. «Son estructuras empresariales activas, con medios y personal directamente afectos a la actividad (en contraposición a los fondos), que se ocupan de promover, construir, adquirir y operar infraestructuras necesarias, modernas y sostenibles para los diferentes sectores económicos, como oficinas, centros comerciales, logística, centros de datos, hoteles, parkings o torres de telefonía, todo ello con liquidez diaria y como forma de ahorro popular para los particulares e indispensable para el correcto funcionamiento de fondos de pensiones, fondos de inversión, mutuas, aseguradoras, family offices y fondos soberanos».
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Además, cree que el régimen tributario actual elimina «la doble imposición» y «garantiza equilibradamente un determinado nivel de tributación efectiva, la distribución puntual de beneficios y la rentabilidad de ahorradores e inversores». «Este régimen es un gran activo para el crecimiento de la economía española«, sentencia la empresa liderada por Clemente, que matiza que no operan viviendas.
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