PAPEL DE PARED | Adiós al radiador: el papel para la pared que cada vez más gente pone en casa para calentar
Siempre hemos estado acostumbrados al radiador tradicional. El radiador desempeña un papel esencial en el confort térmico de los hogares, pero no por mucho tiempo. La principal ventaja de los radiadores es que garantizan un confort térmico óptimo. Ya sea en un salón, un dormitorio o un despacho, un radiador del tamaño adecuado crea un ambiente cálido que favorece la relajación y la concentración. Además, los radiadores se presentan en una gran variedad de formas y tecnologías, adaptadas a las distintas necesidades. Los radiadores de convección, radiantes y de inercia son soluciones habituales.
Los radiadores de inercia, por ejemplo, son especialmente populares por su capacidad de retener el calor durante más tiempo, lo que reduce el consumo de energía al mantener una temperatura estable incluso después de apagar la calefacción. Los radiadores modernos suelen estar equipados con tecnología de control de la temperatura, lo que permite controlar mejor el consumo de energía. La integración de termostatos y programadores permite adaptar la calefacción a las necesidades reales del hogar. Y así se evita el despilfarro. Además, los modelos eléctricos más recientes suelen ser más eficientes y ahorran más energía.
Esto ayuda a reducir las facturas de electricidad al tiempo que garantiza un calor constante. Una de las principales ventajas de los radiadores es que son relativamente fáciles de instalar, sobre todo los radiadores eléctricos. Los radiadores modernos, especialmente los de inercia o calor suave, afirman estar diseñados para calentar sin resecar el aire. A diferencia de algunos sistemas de calefacción, como los convectores de aire forzado, proporcionan un calor agradable, al tiempo que mantienen un buen nivel de humedad en la habitación. Esto es especialmente importante para prevenir problemas respiratorios o irritaciones de las vías respiratorias.
Del mismo modo, los radiadores contemporáneos ya no son simples aparatos funcionales. Se han convertido en auténticos elementos decorativos. Disponibles en una amplia gama de estilos, tamaños y acabados, pueden integrarse armoniosamente en diferentes tipos de decoración.
Probablemente nunca hayas oído hablar de él, pero es toda una revolución. El papel pintado calefactado consume menos energía que los sistemas tradicionales y, al calentar directamente las superficies, elimina las pérdidas de calor que suelen producirse con los radiadores convencionales. Al sustituir a las calderas de gas o gasóleo, este sistema contribuye a reducir considerablemente las emisiones de CO2, y cuando se combina con energías renovables como la solar o la eólica, resulta aún más respetuoso con el medio ambiente. El calor producido es uniforme, suave y agradable y, a diferencia de otros sistemas, no hay corrientes de aire ni aire frío. Este sistema puede instalarse del mismo modo que el papel pintado convencional, sin necesidad de grandes obras.
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Se coloca detrás del revestimiento mural y se conecta fácilmente a la instalación eléctrica existente. Adecuado para edificios antiguos Los edificios antiguos, que a menudo son difíciles de calentar de forma eficiente, se benefician de la sencilla instalación de este papel pintado calefactado, por lo que es ideal para viviendas mal aisladas o catalogadas. Aunque prometedor, hay que tener en cuenta algunos puntos antes de adoptar este sistema, ya que la inversión inicial es mayor que en los sistemas tradicionales y no es adecuado para estancias con un alto nivel de humedad, como los cuartos de baño, a menos que exista una versión específica. Sin embargo, el papel pintado calefactado podría representar el futuro de la calefacción doméstica.
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