Pere Navarro, director de la DGT, explica la edad a la que te retirarán el carnet de conducir
Desde este año 2025, los conductores de más de 65 años en España enfrentan una de las reformas más relevantes en el campo de la licencia de conducir de las últimas décadas.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido fortalecer los controles médicos y psicotécnicos para aquellos que desean mantener su permiso al volante, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes entre el colectivo senior.
España ha experimentado en los últimos años un aumento notable en la esperanza de vida, entre los países más largos de Europa.
Al mismo tiempo, el número de conductores mayores de 65 años ha crecido constantemente, según datos oficiales, actualmente representan más del 16% del censo de conductores, y se espera que esta cifra exceda el 20% para el año 2030.
Este envejecimiento implica desafíos específicos en términos de movilidad y seguridad. El DGT señala que, aunque los ancianos tienden a ser conductores prudentes, el 26% de las víctimas fatales en los accidentes de tráfico ya lo son.
Los reflejos, la visión, la movilidad articular y las habilidades cognitivas tienden a disminuir con la edad, todos ellos factores relevantes para la conducción segura.
Cambios clave del DGT
Hasta ahora, la licencia de conducir se renovaba cada 10 años para niños menores de 65 años. Desde 2025, la periodicidad cambia sustancialmente:
- De 65 a 69 años: renovación obligatoria cada 5 años.
- A partir de los 70 años: la renovación debe hacerse cada 2 años.
Este acortamiento del proceso busca facilitar la supervisión médica más cercana y adaptado a los cambios físicos y mentales asociados con el envejecimiento.
Pruebas médicas más estrictas
La gran novedad es el refuerzo de los exámenes médicos: los titulares deben ir a un centro de examen médico autorizado y superar pruebas psicofísicas más completas, que incluyen:
- Examen de visión y audición: Se evalúan tanto la agudeza visual como la capacidad de auditar señales y ruido.
- Coordinación del motor y reflejos: Pruebas para determinar la habilidad, los tiempos de reacción y el control de las extremidades.
- Prueba de capacidad cognitiva: Se detectan posibles casos de memoria, atención, toma de decisiones y otras habilidades cruciales.
- Evaluación de antecedentes médicos y medicamentos: El personal de salud revisará el historial médico y los medicamentos, poder solicitar informes de especialistas, como neurólogos o cardiólogos, según corresponda.
El DGT ha publicado una lista de 35 enfermedades o patologías que puede prevenir o limitar la renovación de la licencia de conducir. Entre los más relevantes:
- Enfermedades neurodegenerativas: Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, demencias.
- Patologías cardiovasculares: arritmias, infartos recientes o angina inestable.
- Trastornos psiquiátricos severos: depresión severa, bipolaridad.
- Accidente cerebrovascular reciente.
- Diabetes mal controlada.
- Cáncer avanzado o afecciones musculares graves.
Sin embargo, la presencia de una de estas condiciones no implica la descalificación automática: cada caso se evalúa individualmente de acuerdo con el control de la dolencia, los informes médicos y los riesgos reales de conducción.
Si el conductor excede las pruebas pero se detectan las limitaciones, el permiso puede renovarse por un plazo más corto (uno o dos años) o incorporar condiciones especiales, como la limitación de los horarios (no conducir por la noche), viajes (solo radio urbana) o necesitan usar anteojos/auriculares.
En casos de peor pronóstico, se negará la renovación, retirando el permiso para salvaguardar la seguridad de todos.
Como novedad, el DGT ha implementado un Plataforma digital que permite iniciar la solicitud de renovación y consultar el médico histórico, el sancioner y los puntos del titular.
La medida tiene como objetivo reducir las colas y los procedimientos de expedición, aunque el examen médico permanece cara a cara y obligatoria en todos los casos.
Los expertos en gerontología y movilidad señalan la importancia de fortalecer la capacitación, ofrecer alternativas de transporte y evitar la estigmatización. Recuerda que muchos conductores mayores mantienen buenas habilidades y un alto grado de responsabilidad al volante.
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