¿Por qué es importante saber si nuestro grupo sanguíneo es positivo o negativo?
Juliana estaba muy ansiosa por ver los resultados de sus análisis, pues los anteriores la habían dejado muy confundida. Su tipo de sangre, a lo largo de su vida, fue O positivopero durante varios exámenes médicos resultó O negativo. Sin entender lo que estaba pasando, decidió acudir a un laboratorio de análisis clínicos para comentar su caso.
Al abrir la hoja de resultados se confirma que Juliana es O positiva, pero con una aclaración: se evidencia una disminución en la cantidad de antígeno D.
¿De qué está hecho el grupo sanguíneo?
Juliana al menos ha despejado las dudas sobre su tipo de sangre, pero la confusión aún persiste. Para comprender mejor lo que está pasando, debemos observar nuestra sangre y prestar atención al tipo de células más abundantes que la componen: los glóbulos rojos. Para ser reconocidos por otros componentes del cuerpo, estos presentan, según el caso, determinadas proteínas o azúcares en su superficie, llamados antígenos.
Imaginemos que tenemos delante unos hermanos cuatrillizos (de un embarazo que dio a luz a cuatro bebés), y para diferenciarlos les regalamos un gorro de un color concreto. De esta manera sabemos que Pedro es el niño del sombrero amarillo, Juan es el del sombrero rojo, Santiago es el del blanco y Carlos es el del verde. Asimismo, la presencia o ausencia de antígenos en la superficie de los glóbulos rojos determina cuál de los cuatro grupos sanguíneos (A, B, AB y O).
Así, las personas que tengan el antígeno tipo A se clasificarán como de sangre tipo A, mientras que las que tengan el antígeno B tendrán sangre tipo B. La presencia de ambos antígenos da lugar al tipo de sangre AB. Finalmente, la ausencia de antígenos A y B en la superficie de los glóbulos rojos corresponde al grupo sanguíneo O.
¿Qué es el factor Rhesus?
Muchas veces, cuando hablamos del tipo de sangre, éste va acompañado de un signo + o -, que corresponde al factor rhesus. Al igual que el sistema ABO, que clasifica la sangre según la presencia o ausencia de antígenos específicos, el sistema Rhesus incluye más de 50 antígenos, pero El antígeno D es el más relevante clínicamente.. La presencia de este antígeno en los glóbulos rojos da lugar a un + junto a nuestro grupo sanguíneo (A, B, AB y O), mientras que su ausencia se indica con un -.
La prevalencia de cada una de estas dos posibilidades varía según la región geográfica. A nivel mundial, aproximadamente el 85% de las personas dan positivo para el antígeno D, mientras que el 15% dan negativo debido a su ausencia.
variantes del antígeno D
En ocasiones la presencia de determinadas mutaciones puede dar lugar a variantes del antígeno D, responsables de discrepancias en los resultados a la hora de determinar el factor Rh, como fue el caso de Juliana. Actualmente se han descrito tres tipos de variantes: Antígeno D débil, antígeno D parcial y DEL.
Normalmente, los glóbulos rojos de las personas con factor Rh positivo están recubiertos de una gran cantidad de antígeno D, pero en los clasificados como antígeno D bajo, esta cantidad es considerablemente baja. Al existir una menor densidad de antígeno D, la sensibilidad de las técnicas de tipaje sanguíneo y de los reactivos utilizados en cada laboratorio puede variar, impidiendo la detección del antígeno. Respectivamente, Una persona puede ser clasificada erróneamente como «factor Rh negativo».Esto es exactamente lo que le pasó a Juliana.
Aproximadamente el 1% de las personas de ascendencia europea son portadoras de esta variante.
En otros casos, las mutaciones afectan la estructura del antígeno D, provocando una alteración de su parte de reconocimiento, llamada epítopo. Esto da lugar al antígeno D parcial, cuya mayoría de portadores se consideran factor Rh positivo. La prevalencia de esta variante varía según el grupo étnico. Por ejemplo, en la población brasileña, se ha observado que hay más personas con antígeno D parcial en la superficie de sus glóbulos rojos que aquellas con antígeno D débil.
Finalmente, la variante DEL, frecuentemente encontrada en la población de origen asiáticose caracteriza por la generación de cantidades tan bajas de antígeno D que las pruebas serológicas estándar no son capaces de detectarlo, clasificando al individuo como Rh negativo.
Relevancia clínica
Hay dos situaciones en las que es fundamental conocer el tipo de sangre y el factor Rhesus para evitar desencadenar una respuesta inmune con consecuencias potencialmente graves.
La primera es cuando acudes a un banco de sangre como donante: debes establecer el factor Rhesus de los donantes para evitar incompatibilidad sanguínea. Si las personas con un factor Rh negativo reciben por error sangre que contiene el antígeno D, Su sistema inmunológico detectará estos glóbulos rojos como extraños y los atacará.. Como resultado, el receptor puede experimentar síntomas que van desde fiebre, escalofríos, presión arterial baja e incluso la muerte. Esto no sucede si el donante y el receptor tienen el mismo factor Rhesus.
La segunda situación está vinculada a las mujeres embarazadas. Durante el período de gestación, Algunos glóbulos rojos fetales pueden atravesar la placenta. y llegar a la sangre de la madre. Si el bebé tiene un factor Rh positivo y la madre negativo, las consecuencias pueden ser graves o incluso mortales. Actualmente, estos casos se manejan mediante el tratamiento con inmunoglobulina Rh (RhoGAM) -o vacuna anti-D, que contiene anticuerpos contra el antígeno D- que se administra a la madre.
Conocer nuestro tipo de sangre y factor Rh es fundamental, porque nunca se sabe cuándo será necesaria una transfusión. Además, es reconfortante saber que donando sangre podemos salvar vidas.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.
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