Prueba de Mercedes Clase G 580 con tecnología EQ Edition One
Vaya por delante que, como usuario confeso de todoterrenos en su hábitat, el Mercedes Clase G me tiene ganado en cualquiera de sus iteraciones a lo largo de su casi medio siglo de vida. Y, en este sentido, lo primero que hay que aclarar sobre su versión eléctrica es que si alguien aún se pregunta si este G 580 con tecnología EQ es un verdadero Clase G, la respuesta es un rotundo “sí”.
Bajo su inconfundible carrocería poliédrica anclada a un clásico chasis de largueros y travesaños, este Clase G esconde dos trenes motrices completamente nuevos, cada uno de los cuales cuenta con dos motores eléctricos solidarios a su correspondiente transmisión de dos velocidades.
Cada motor envía el par disponible a una única rueda empleando el desarrollo estándar o un desarrollo más desmultiplicado que se selecciona en parado, con la palanca del cambio en ‘N’, accionando la tecla “central” que en los Clase G con motor térmico activaría el bloqueo del diferencial central. O sea que cada motor y cada rueda tienen su propia mini-caja de cambios o mini-caja tránsfer, según cada uno lo quiera interpretar.
El Mercedes Clase G 580 o el derviche giróvago
Aquí no hay diferenciales porque no son necesarios y, por tanto, no hay posibilidad de bloquearlos. Cada rueda recibe el par a la carta, puede girar independientemente de las demás e incluso rotar en sentido opuesto a su compañera de eje, lo que nos permite, en determinadas condiciones, girar 360º sobre el centro de la planta del vehículo, funcionalidad que se acciona pulsando la tecla del bloqueo trasero y que Mercedes ha bautizado como G-Turn.
Seguramente ya habrás visto al G 580 bailando como un derviche giróvago, y no tengo reparo en confesar que es una maniobra adictiva, pero también hay que aclarar que, por una parte, genera una notable erosión sobre el suelo y, por otra, está claro que no es lo más deseable para los neumáticos. Además, requiere hacerse a un mínimo de velocidad, por lo que no es aconsejable practicar este ejercicio si hay obstáculos cerca.
Netamente más práctica es la funcionalidad bautizada como G-Steering, que se acciona con la tecla tradicionalmente reservada al bloqueo del diferencial delantero. Sobre firmes deslizantes y a baja velocidad, esta función bloquea la rueda interior trasera cuando giramos el volante, como si tiráramos de un freno de mano hidráulico. Su eficacia depende de lo deslizante del firme y de la velocidad a la que maniobremos, pero hasta que te acostumbras, “asusta” la capacidad de “enroscarse” que tiene este mastodóntico Clase G cuando seleccionamos esta función.
Y lo de “mastodóntico” no es un adjetivo gratuito, porque colocar cuatro motores eléctricos, sus transmisiones de doble velocidad y una batería de 124 kWh (116 kWh netos) en un Clase G ya de por sí estructuralmente pesado hace que la masa en orden de marcha alcance 3.085 kilos, lo que nos deja muy cerca de los 3.500 kilos de masa máxima homologada.
No vamos a decir que el G 580 parezca un peso pluma, porque no lo parece, pero ni de lejos aparenta desplazar más de tres toneladas en vacío, en parte porque bajo el pedal disponemos de 1.164 Nm que se traducen en 587 CV, por lo que la relación entre peso y potencia es de 5,3 kg/CV.


De cara a los consumos, al inconveniente de la masa debemos sumar la resistencia a la penetración aerodinámica y la resistencia a la rodadura, claramente superiores a las de cualquier otro SUV eléctrico. Con todo ello, su autonomía en ciclo combinado WLTP se queda en 473 kilómetros. Gracias a su capacidad de recarga de hasta 200 kW, la batería puede recuperar el 80 % de la carga en 32 minutos.
No obstante, creemos que aquí Mercedes no ha dado el do de pecho cuando hay ya numerosos automóviles en el mercado capaces de cargar a 350 o 400 kW, algo que un vehículo de enorme consumo, coste de adquisición y perfil tecnológico como es este G 580 debería haber implementado.
En este sentido, el dilatado proceso de desarrollo de este automóvil tiene parte de culpa. Y es que Mercedes ha querido evitar que la adopción de una tecnología rupturista conllevara errores de juventud. De hecho, ya en 2021 pudimos ver el primer prototipo en el Salón de Múnich (Alemania), y en estos años ha habido avances significativos en la gestión de la electrónica de potencia que han hecho que un humilde Mercedes CLA 250+ pueda cargar a 320 kW y un Smart #5 alcance los 400 kW.
El Clase G eléctrico es un extraordinario todoterreno
Pero más allá de lo rápido que se cargue o se descargue su batería, este Clase G eléctrico es un soberbio todoterreno cuyo mayor problema es que hace extraordinariamente fácil lo que debería ser difícil. Su conductor tan sólo ha de apuntar con el volante a donde quiera ir y dejar que la máquina resuelva, sin acelerar ni frenar incluso, todo ello en un ambiente de confort superior incluso al de un clase G térmico gracias en gran medida a la adopción del eje trasero de Dion; una muestra más de la capacidad de reinventarse de este icono del 4×4 a punto de cumplir medio siglo de vida.


¿Merece la pena pagar los casi 200.000 que cuesta este equipadísimo First Edition o los 164.000 euros que cuesta una unidad sin equipamiento opcional alguno? La respuesta obvia es “depende”. Evidentemente, para el 99 % de la población está fuera de toda consideración, pero no tengo reparo en confesar en que me encantaría tener un Clase G como éste en mi garaje si mi poder adquisitivo fuera diez o veinte veces superior al que es.
Y lo que está claro es que la política de posicionamiento del Clase G en el segmento del ultra-lujo no es ningún dislate porque cuanto más caro es, más deseable se vuelve. Las casi 50.000 unidades anuales que hoy se fabrican (y que son el techo de producción de una fábrica que ha crecido hasta donde ha sido posible) tienen lista de espera, mientras que el espartano modelo de 1979 apenas alcanzaba las 2.800 unidades anuales, muy por debajo del techo de producción previsto cuando nació el por aquel entonces espartano todoterreno que va camino de cumplir medio siglo de vida con más salud que nunca.


Mercedes Clase G 580 con tecnología EQ First Edition: 196.221 euros
Nos gusta…
- Capacidades todoterreno prodigiosas
- Superior confort de marcha
- Cero emisiones en el entorno natural
Debe mejorar…
- Elevada masa en orden de marcha
- Autonomía limitada
- Precio desmesurado
Características técnicas, consumos y prestaciones del Mercedes Clase G 580 con tecnología EQ First Edition
| Motor | Eléctricos, 432 kW |
| Disposición | 2 x del. + 2 x tras. transversales |
| Potencia máxima | 587 CV (4 x 147 CV) |
| Par máximo | 1.164 Nm (118,78 mkg) |
| Batería | |
| Tipo de batería | Iones de litio |
| Capacidad de la batería (total / neta) | 124 kWh / 116 kWh |
| Potencia máx. carga (CC-CA) | 200 kW – 11 kW |
| Tiempo recarga mín. (200 kW) | 32 minutos (10 – 80 %) |
| Tiempo recarga máx. (11 kW) | 11 h 50 m |
| Cargador embarcado | 11 kW |
| Transmisión | |
| Tracción | A las 4 ruedas |
| Dirección | |
| Dirección | Cremallera con asistencia eléctrica |
| Vueltas de volante (entre topes) | 3,0 |
| Diámetro de giro (m) | 13,6 |
| Frenos. Sistema (Del./Tras.) | Discos ventilados |
| Suspensión | |
| Delantera: Independiente de paralelo deformable, con amortiguadores de dureza variable, muelles y barra estabilizadora | |
| Trasera: Eje de Dion, con barra Panhard, amortiguadores de dureza variable, muelles y barra estabilizadora | |
| Ruedas | |
| Neumáticos del./tras. | 275/50 R20 118V |
| Marca | Hankook Ventus |
| Dimensiones y capacidades | |
| Peso en orden de marcha (kg) | 3.085 |
| Largo/Ancho/Alto (mm) | 4.624 / 1.931 / 1.986 |
| Capacidad maletero (l) | 454 |
| Prestaciones (mediciones propias) | |
| Velocidad máxima | 180 km/h |
| Aceleración (en segundos) | |
| 400 m salida parada | 13,04 |
| 1.000 m salida parada | 25,12 |
| De 0 a 50 km/h | 2,13 |
| De 0 a 100 km/h (oficial) | 4,77 (4,7) |
| Recorriendo (metros) | 71,05 |
| Recuperación (en segundos) | |
| 400 m desde 40 km/h en D | 11,37 |
| 1.000 m desde 40 km/h en D | 23,40 |
| De 80 a 120 km/h en D | 2,72 |
| Recorriendo (metros) | 76,95 |
| Error de velocímetro a 100 km/h | + 4 % |
| Frenadas (en metros) | |
| Desde 60 / 100 / 120 km/h | 15,55 / 43,34 / 54,70 |
| Sonoridad (en decibelios) | |
| A 60 km/h / A 100 km/h / A 120 km/h | 53,2 / 61,5 / 66,4 |
| Consumos | kWh/100 km |
| Ciudad A 22 km/h de promedio | 27,9 |
| Carretera A 90 km/h de crucero | 29,2 |
| Autopista A 120 km/h de crucero | 34,3 |
| Consumo medio (Porcentaje de uso 30% urbano; 50% autovía; 20% carretera) | 31,4 |
| Autonomía media | |
| Kilómetros recorridos | 369 |
| Consumos oficiales | |
| Ciclo combinado WLTP | 28,9 |
























































































Puedes consultar la fuente de este artículo aquí