Rusia bate su récord desde que empezó la invasión
Desde febrero de 2022, los ciudadanos ucranianos, especialmente los del este del país y especialmente los de la capital, sufren una constante lluvia de drones y misiles lanzados por el ejército ruso sobre sus cabezas. Y este diluvio, que en algunas fases del conflicto pareció menguar, no da señales de amainar.
De hecho, el pasado mes de septiembre el Kremlin batió su récord mensual de lanzamientos de drones en estos más de dos meses de guerra, al lanzar 1.339 drones kamikazes Shahed iraníes sobre suelo ucraniano, según la publicación del Ministerio de Defensa ucraniano, ArmyInform, y ocho menos. según la cuenta de la red social @ShahedTracker, que se dedica a contabilizar este tipo de lanzamientos.
Esta cifra supone una media de 1,8 drones cada hora, es decir, prácticamente un drone kamikaze cada media hora, aunque con una distribución temporal muy desigual, ya que buena parte de ellos se lanzan de noche y generalmente en numerosas tandas de proyectiles consecutivos que en ocasiones exceder de cien.
El récord anterior en el uso de Shahed se alcanzó en agosto de este año, cuando las fuerzas rusas lanzaron cerca de 800 drones de este tipo contra Ucrania, según la cuenta de la red social X @ShahedTracker, que informa sobre el uso de estos dispositivos iraníes.
El tercer mes con mayor uso de Shahed fue septiembre de 2023, cuando los rusos dispararon 521 de estos drones contra Ucrania, según informó Efe.
En el citado relato de La ofensiva exprés que pretendía realizar en 2022 fue frenada prácticamente desde el primer momento.
La buena noticia para Ucrania es que la gran mayoría de estos dispositivos son interceptados por sus sistemas antiaéreos, en parte suministrados por potencias occidentales, con un porcentaje de efectividad que suele superar el 90% mes tras mes, según datos del gobierno ucraniano.
Rusia redobla la producción
El factor más evidente que explica este aumento del uso de drones suicidas iraníes hay que buscarlo en la expansión de la producción propia de Rusia de esta tecnología.
Según explicó a Efe el experto militar y editor jefe de la publicación ucraniana especializada en asuntos militares Defense Express, Oleg Katkov, Rusia ya ha conseguido producir en su fábrica de Tatarstán, un año antes del plan trazado, se entregaron las 6.000 unidades de estos drones originalmente iraníes que estaba previsto fabricar hasta septiembre de 2025.
«En base a esto, el enemigo puede lanzar diariamente hasta 50 drones de este tipo, o incluso más», dijo Katkov al medio ucraniano RBK.
Según las cifras publicadas por ArmyInform, Rusia ya se acerca a estas cifras y las utilizó en septiembre, cuando durante el primer mes desde el inicio de la guerra no dejó de lanzar Shahed contra Ucrania ni un solo día, una media de 44 drones al día. .
Cerca del cien por cien de interceptación
Ucrania intercepta prácticamente todos los drones iraníes que Rusia lanza contra su territorio. Según @ShahedTracker, las defensas aéreas ucranianas lograron derribar o desviar de su objetivo con interferencias radioelectrónicas el 94% de los dispositivos que llegaron a su espacio aéreo en agosto y septiembre de este año.
Pese al alto porcentaje de interceptaciones, los Shahed siguen suponiendo un serio quebradero de cabeza para el Ejército ucraniano, que dedica cada noche un número cada vez mayor de personal y recursos a impedir que estos drones que Rusia lanza en enjambres alcancen sus objetivos, entre los que suelen estar las infraestructuras eléctricas.
Cuando Rusia los lanza simultáneamente con misiles, la misión de estos enjambres Shahed es abrumar las defensas aéreas ucranianas para que no puedan responder a todos los proyectiles.
Más drones perdidos por interferencias
Para evitar el uso de misiles antiaéreos mucho más caros que los drones en cada uno de los derribos, las fuerzas ucranianas crearon patrullas móviles equipadas con armas más ligeras que disparan contra los Shahed para hacerlos caer antes de alcanzar sus objetivos.
Conscientes de la eficacia de este método, los rusos ahora vuelan estos drones a mayor altitud, de modo que las armas convencionales no pueden alcanzarlos hasta que comiencen su descenso hacia el objetivo.
Según el experto en guerra radioelectrónica Serguí Flesh, los Shahed han pasado de volar a una altitud de unos 2 kilómetros a volar a entre 4 y 5 kilómetros.
En respuesta, afirma el experto en su canal de Telegram, el ejército ucraniano ha perfeccionado el uso de medios de interferencia electrónica y provoca que un porcentaje cada vez mayor de drones rusos pierdan su señal, lo que le permite neutralizar a los Shaheds que vuelan a mayor velocidad. altura sin gastar sus municiones más sofisticadas para derribarlos.
Además de defenderse, Ucrania ha desarrollado sus propios drones similares a los Shahed, con los que ataca casi a diario objetivos militares y refinerías dentro de la Federación Rusa.
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