Será como una nueva ciudad
Tarragona se suma al carro de los barrios tecnológicos y ya ha proyectado el suyo con un horizonte a dos décadas vista. El ingeniero y urbanista Miquel Barceló ha presentado este jueves su estudio de viabilidad de un hipotético distrito innovador en la ciudad y las conclusiones lo dejan claro: «Es viable y totalmente necesario«, ha dicho el experto. El nuevo barrio proyectado se situaría en la zona actualmete ocupada por el polígono industrial Francolí con una extensión de 30 hectáreas y tendría en el edificio vacío de la Tabacalera el centro neurálgico principal. La perspectiva del consistorio y de Barceló es la creación de más de 60.000 puestos de trabajo directos e indirectos en los próximos veinte años con la implantación del barrio tecnológico.
La proporción del nuevo barrio sería de ’40-40-20′. Es decir, el 40% del suelo construido dedicado a la actividad económica, el 40% a las vivendas y el 20% restante de espacio público y equipamientos. «La propuesta que hacemos no es la de transformar la ciudad, sino la de transformar un sector concreto pero implicar toda la ciudad», afirma Barceló. Sin hablar de cifras económicas ni de plazos inmediatos, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (PSC) ha confirmado que el estudio de Barceló sirve de orientación al ayuntamiento para iniciar en breve la contratación del proyecto ejecutivo que tiene que hacer realidad el barrio innovador. «Tenemos muy claro a dónde vamos, por eso empezamos a andar», ha dicho el alcalde, poniendo el foco en la colaboración publicoprivada.
La proyección del experto para esta zona actualmente ocupada por el polígono industrial del Francolí, con centros importantes como el Parc de Bombers de Tarragona, el Tanatori y decenas de naves industriales y empresas, es a veinte años vista, los cuatro primeros «de puesta en marcha, de credibilidad y buscar las herramientas». Este futuro barrio ocuparía unas 30 hectáreas correspondientes a la zona comprendida entre el río Francolí al este, la T-11 y la Horta Gran al norte, el barrio de Torreforta al este y la vía del tren y las instalaciones del Port de Tarragona al sur. El barrio tecnológico atraería miles de personas y crearía entre 20.000 y 25.000 puestos de trabajo directos en la ciudad, más unos 40.000 de indirectos, según los estándares internacionales. En toda el área metropolitana estas cifras serían aun mayores, teniendo en cuenta que el barrio tecnológico beneficiaría también municipios y empresas más allá de la capital.
Este barrio tecnológico acogería, entre otros, cuatro grandes sectores: la economía azul, el sector turístico, las TIC y las industrias culturales y creativas, sin cerrarse a los ámbitos logísticos, energéticos o de salud. Barceló ha apuntado al conocimiento, la ciencia y la tecnología como «base del funcionamiento del distrito», beneficiados de la atracción de talento y de la dinamización de clústeres económicos y de conocimiento como la Universitat Rovira i Virgili o el Clúster TIC Catalunya Sud.
Tarragona se encuentra ahora mismo en la redacción de un nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) que, según Viñaules, será «totalmente compatible» con la propuesta del barrio técnológico: «Miquel Barceló ha trabajado muchas horas con el equipo redactor del POUM, que será un punto de inflexión en la transformación del barrio, pero no habrá que esperar a su aprobación para empezar a trabajar», ha confirmado el alcalde. Barceló ha repetido que el barrio innovador de Tarragona no solo es viable «sino que es necesario» y ha afirmado que «la ciudad que no hace el proyecto de transformación es una ciudad que entra en proceso de decadencia. El barrio innovador de Tarragona será como una nueva ciudad«.
La Tabacalera, el embrión del distrito innovador
En el punto más importante de este futuro barrio, la antigua fábrica de tabacos de Tarragona, la Tabacalera, se sitúa justamente al otro lado del Francolí. Se trata actualmente de un gran complejo con un edificio ahora vacío en el que el Ayuntamiento ha proyectado una gran transformación, con la ubicación de centros de investigación, estudios universitarios, la nueva biblioteca estatal y el Conservatori de la Diputació, entre otros. «La Tabacalera sería el centro simbólico, con sus 40.000 metros cuadrados útiles«, ha afirmado Barceló, con espacio para empresas y equipamientos culturales para lo que él ha definido como «una ciudad vibrante, donde pasan cosas».
De hecho, por primera vez, el alcalde Rubén Viñuales se ha abierto a la posibilidad de que la Tabacalera sirva también para vivienda de esas personas que atraiga el barrio tecnológico y ha reconocido que desde el consistorio «ya se lo han planteado». Esto es un elemento novedoso porque hasta ahora y durante años, los gobiernos municipales han señalado el gran complejo junto al Francolí como la ubicación idónea para incontables proyectos, pero nunca para domicilios de vivienda. La Tabacalera tomará más importancia porque puede actuar como el «embrión» y ejercer de centro neurálgico del nuevo barrio, entre otros espacios a reformar: zonas determinadas del Port y los centros cívicos de los barrios.
La diferencia con otros grandes proyectos
El estudio realizado por Miquel Barceló, que le fue encargado por el Ayuntamiento de Tarragona a principios de este 2024, se ha fijado en tres elementos de análisis (el estadístico, el socioeconómico y las entrevistas personales a 60 personas y entidades de la ciudad) para conocer la viabilidad de un distrito económico. «Nos hemos impregnado de la historia y las características de la ciudad, el espíritu de la gente, esto es fundamental para un análisis como este, y la conclusión es que Tarragona es un territorio que ha empezado muchas iniciativas los últimos años pero pocas han tenido éxito. Aquí ha fallado la gobernanza», ha establecido el urbanista.
Este déficit de gobernanza, al que hay que sumar el de la gestión y la participación, son los que han llevado al «fracaso» proyectos importantes como el del Hidrógeno Verde que se presentó en época del alcalde Pau Ricomà (ERC): «¿Quién a día de hoy sabe qué es el hidrógeno verde?», se ha preguntado Barceló. Unas de de las soluciones para evitar otro fracaso como este serán «definir el instrumento de gobierno que reúna los diferentes agentes, la sostenibilidad del distrito y utilizar el elemento diferencial del territorio, el área metropolitana«. «Ciudades del tamaño de Tarragona hay muchas en Catalunya, pero zonas con las características del área metropolitana del Camp solo hay una», ha definido el experto.
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El modelo 22@ de Barcelona, de ejemplo
El Ayuntamiento de Tarragona le encargó el proyecto de viabilidad al ingeniero, urbanista y economista Miquel Barceló porque dirigió el diseño, hace 25 años, el barrio tecnológico de éxito de Barcelona, conocido con el nombre de 22@. Tras más de dos décadas de vida, el barrio de la capital catalana es «el motor de la economía de Barcelona con un éxito reconocido por todos y que inauguró un modelo que se ha generalizado en todo el mundo«, en palabras de Barceló, por eso se utiliza de ejemplo en muchos proyectos y servirá de modelo para el de Tarratgona. Desde entonces, el ingeniero ha trabajado en varios proyectos fuera de Catalunya y de España y, al recibir la propuesta de Tarragona, asegura que pensó que «ya era hora«.
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