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Sin ayudas, yo no puedo abrir mi negocio

Sin ayudas, yo no puedo abrir mi negocio
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  • Publishednoviembre 18, 2024


Salvaron la vida milagrosamente porque el agua empezó a entrar muy rápido y se quedaron dentro de la peluquería de Masanasa. El 29 de octubre nacía de nuevo Susana la propietaria, sus trabajadores y sus clientes. Intentaron sacarlos por una ventana, pero fue imposible. Un hombre con un martillo rompió la ventana de la entrada del edificio y todos corrieron a ponerse a salvo. “No nos queda nada, hay que empezar de cero”, declara el directivo empresarial. Susana asegura que “gracias a Dios tengo ahorros” y con mucha satisfacción y orgullo asegura que muchos familiares y amigos le prestaron dinero para que pudiera abrir la peluquería lo antes posible.

Necesita al menos más de 30.000 euros porque, según Susana, no le queda nada y unas tijeras «pueden costar 250 euros». Además, asegura que encontrar fontanero, carpintero o albañil es tarea imposible “porque tienen mucho trabajo”.

Aún queda un largo camino por recorrer en las ciudades afectadas por la DANA. El agua entró con mucha fuerza y ​​se lo llevó todo. Hoy en día, la humedad inutiliza muchas cosas.

Florentino posee una vinoteca en Picanya. Todo, los muebles, los vinos, los electrodomésticos, todo se lo llevó la inundación y lo poco que quedó, irrumpieron y se lo llevaron. Dice que habló con la compañía de seguros y le dijeron que si quiere abrir su negocio pronto «ponga el dinero» y compre lo que necesite. Afirma que sólo las sillas valen 10.000 euros.

Lo más importante es estar vivo.

Javier es consolado por sus vecinos, quienes le dicen que «lo más importante es la vida». Perdió todo lo que había en su óptica. Asegura que los muebles son muy caros y que trabajan de lunes a domingo para poder abrir. Algunos clientes le piden ciertos artículos como líquido para lentes de contacto o postes para audífonos y él se los trae.

José también trabaja incansablemente. Tiene un quiosco donde vende periódicos, juguetes y mucho material de oficina. El techo de una parte se cayó por la fuerza del agua y el barro se llevó casi todo lo que tenía en la tienda. Asegura que no tiene ahorros, que “si no llega la ayuda no podrá empezar de nuevo”

La mayoría son Trabajadores por cuenta propiapequeñas empresas, que sin ayuda no podrán continuar.

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