Confuso y desordenado. La comisión de Hacienda, aplazada hasta dos veces por falta de acuerdo, ha acabado con un resultado incierto. Con los socios divididos, el Gobierno ha intentado convencer ‘in extremis’ a los partidos políticos del bloque de investidura para llevar a cabo cualquiera de las modificaciones al paquete fiscal. Sin embargo, los vetos cruzados, las contradicciones y la confusión han impedido que de esta comisión salga nada claro.

Los grupos presentes han aprobado reducciones de impuestos para pymes y micropymesaumentar dos puntos el IRPF sobre las rentas del capital superiores a 300.000 euros, eximir las aportaciones de los clubes deportivos no profesionales y desplegar el Estatuto de los Artistas que implicaría bajar impuestos.

Por otra parte, no ha salido adelante el impuesto bancario con el rechazo de ERC, Bildu y BNG. Este impuesto ha estado en el aire hasta última hora desde que se registró un texto alternativo, pactado por PSOE, Sumar y Junts, que incluía un apartado adicional, pero que no ha contado con el apoyo necesario.

También quedan fuera de la reforma fiscal los impuestos sobre seguro privadoSocimis y bienes de lujo. Medidas que formaban parte del acuerdo PSOE-Sumar y que no han conseguido pasar este primer filtro.

Todas las enmiendas presentadas por Podemos han sido rechazadas, por lo que a 31 de diciembre la impuesto a la energía. Sin embargo, las enmiendas rechazadas pueden seguir vivas y por tanto ser debatidas y votadas nuevamente en el pleno que se celebrará el próximo jueves.