El fútbol base canario se ha vuelto a ver envuelto en un lamentable incidente que pone en entredicho los valores de este deporte. El partido de Liga Juvenil Interinsular entre Costa Ayala y Huracán B, disputado en Las Palmas de Gran Canaria, acabó no sólo con victoria del equipo visitante por 1-2, sino también con una dura pelea que dejó un saldo de siete expulsados .

«Nos vemos afuera y saldremos».

El enfrentamiento, que trascendió las líneas del terreno de juego, se desarrolló en el vestuario de la cancha de Costa Ayala. Allí, jugadores y aficionados de ambos equipos se enzarzaron en una violenta trifulca. Según un vídeo grabado por un espectador, la escena estuvo marcada por insultos homofóbicos, empujones y varios intentos de agresión física.

En el vídeo se escucha claramente una amenaza verbal: “Cuando quieras nos encontramos afuera y nos divertimos, tú y yo. Nos vemos afuera, eres maricón”. También el que graba, al presenciar tantos ataques simultáneos en los que estuvieron implicadas varias decenas de personas, exclama: «¡Qué vergüenza!».

La Policía Nacional interviene

En las imágenes se puede ver el caos que se generó y cómo había conflictos en casi todos los lugares donde enfocó la cámara. Mientras escuchamos cómo algunas personas pertenecientes a la directiva del club llaman a los jugadores a entrar al vestuario, otros no cesan en sus insultos y amenazas verbales.

La gravedad del incidente requirió la intervención de agentes de la Policía Nacional que, en colaboración con la policía local, se desplazaron al lugar para restablecer el orden. Afortunadamente, no se reportaron heridos graves, incluso si la tensión y el caos que se sentían provocaron indignación entre la comunidad deportiva de la isla.

Por su parte, la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas anunció que abriría una investigación para determinar las responsabilidades de los jugadores y aficionados implicados. Entre las posibles medidas se barajan sanciones económicas y disciplinarias, que podrían incluir la suspensión de los responsables y, en casos extremos, la retirada de las licencias deportivas.

Mayor presencia policial durante los partidos

La violencia en el fútbol base no es un fenómeno nuevo y, lamentablemente, este tipo de incidentes son habituales en los campos de Canarias. Episodios como este muestran claramente la urgencia de implementar medidas preventivas. Entre ellas, se mencionó en varias ocasiones la posibilidad de aumentar la presencia policial en los partidos considerados de riesgo, reforzar los controles de acceso a los estadios y promover campañas educativas dirigidas a jugadores, entrenadores y familiares.

La presión desde las gradas, derivada de una competitividad excesiva o incomprendida, puede conducir a comportamientos agresivos que, en última instancia, afectan a los deportistas jóvenes. El fútbol base es un caldo de cultivo de talento, por lo que se entiende que debe ser un lugar donde los valores del deporte y el respeto mutuo prevalezcan sobre cualquier resultado.

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