Vuelta a la realidad tras el ‘batacazo’ de la Copa ACB: un Real Madrid
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El Real Madrid y el Barça se vuelven a ver las caras, esta vez en Euroliga. Madridistas y culés no pasan por su mejor momento, sumergidos en una temporada convulsa en lo deportivo, pero también en lo institucional. Ambos equipos ocupan una posición peligrosa en la clasificación de la Euroliga. Los blancos son undécimos, a tan solo una victoria del conjunto culé, que ocupa la novena posición. Aún restan ocho encuentros para finalizar la primera fase, pero los caminos de Barça y Real Madrid deben de empezar a tomar otro rumbo si quieren seguir con opciones de cara a pelear por el título en la polémica Final Four de Abu Dhabi. El primer paso, para bien o para mal, lo darán juntos este jueves (20.45 horas) sobre la pista del Movistar Arena madrileño. La urgencia que acompaña a ambos conjuntos marcará un clásico en el que hay mucho más que una ‘simple’ victoria en juego.
Dos proyectos en el alambre
Real Madrid y Barça han pasado por momentos mejores. Ni los blancos ni los culés se muestran satisfechos con los resultados cosechados esta temporada. Ahora, reinan más las dudas que las certezas en dos proyectos que penden de un hilo. Pero un clásico, ya sea en fútbol o baloncesto, no entiende de dinámicas. Es el partido que todos quieren jugar, conscientes de la importancia que supone vencer al eterno rival. Este encuentro, quizá, llega en un momento en el que los dos equipos necesitan más que nunca una victoria de ese calibre, por tanto, lo que se verá este jueves sobre la pista del Movistar Arena será algo más que un clásico europeo.
El equipo dirigido por Chus Mateo se encuentra en undécima posición de la tabla clasificatoria de Euroliga. Los blancos acumulan 13 victorias y 13 derrotas. Además, ha perdido cuatro de los últimos cinco encuentros disputados en competición europea. La Copa del Rey no sirvió al equipo blanco para recuperar sensaciones, más bien lo contrario. Fueron derrotados, nuevamente en una final esta temporada, ante Unicaja, viendo cómo las opciones a conseguir el título se esfumaban. Los de Chus Mateo están viviendo la peor temporada de la última década para el club, habría que remontarse a registros pre-Pablo Laso para encontrar estos resultados. Bien es cierto que recuperó el liderato de la Liga Endesa, pero su clasificación para la siguiente ronda de la Euroliga está en tela de juicio.
En el Barça la situación no es mucho más favorable. Los azulgrana ocupan la novena posición del torneo continental, con un balance de 14 victorias y 12 derrotas. Pese a contar con un mejor balance en Euroliga, los de Peñarroya pasan por una situación más dramática en competición nacional. Las bajas están mermando las capacidades de un equipo que está rindiendo muy por debajo de sus prestaciones. El técnico culé parece no dar con la tecla para hacer más competitivo a su equipo y el tiempo empieza a correr en su contra, las dudas sobre la continuidad de Peñarroya han sido constantes durante toda la temporada. Al igual que los blancos, la Copa del Rey se saldó de la peor manera posible, tanto por la eliminación en cuartos de final ante La Laguna Tenerife como por la lesión de Kevin Punter, que no estará disponible para el choque ante el Real Madrid.
Clásicos disputados en la temporada 2024/25
El Madrid se agarra a Hezonja
La irregularidad de ambos conjuntos está impidiendo ver a Real Madrid y Barça en las posiciones que se esperaba al comienzo de la temporada. Dos figuras están sobresaliendo en este tramo de curso, que permiten a los dos clubes más importantes del baloncesto español seguir en la pelea. En clave madridista, el nombre es Mario Hezonja, que viene de anotar 40 puntos con su selección en las ventanas FIBA. El alero croata está tirando de las riendas de un equipo que poco a poco se descompone. Promedia 17 puntos en los tres enfrentamientos de esta temporada ante los de Peñarroya y es el jugador al que se agarra el Real Madrid para darle vuelta a esta dinámica.
Los incendios provocados en la casa blanca por Dennis Smith Jr. y Serge Ibaka no ayudan. El base norteamericano llegó hace poco más de un mes y su salida es más que inminente, tras un paso sin pena ni gloria por el Real Madrid. Por otro lado, el pívot español mostró su descontento con el rol asumido en estas últimas semanas. La llegada de Bruno Fernando ha incrementado la competencia en el puesto de ‘5’ y la sombra del nivel ofrecido por Vincent Poirier parece pesar a Ibaka, que no ha mostrado el nivel esperado con su fichaje.
En clave culé, todas las miradas apuntaban a Kevin Punter, hasta que cayó lesionado en el encuentro de Copa del Rey ante La Laguna Tenerife. El jugador norteamericano ha sustentado el proyecto del Barça, que se ha visto debilitado con otras bajas de jugadores importantes, pero también con incendios más allá de lo deportivo. El caso Williy Hernángomez no sentó nada bien en el seno del vestuario, coincidiendo con una época en la que el equipo no pasa por su mejor momento. Además, el equipo de Joan Peñarroya se presenta con lo justo a este clásico. El ya mencionado Punter, junto con Vesely, Juan Núñez y Laprovittola no podrán ser de la partida, restando claramente las opciones del conjunto culé de hacerse con la victoria en la pista del eterno rival.
Superioridad blanca esta temporada
Pese a que ambos equipos están pasando por una etapa convulsa, esta temporada el clásico solo se ha teñido de color blanco. Ya en el mes de septiembre los de Chus Mateo vencieron a su eterno rival en las semifinales de la Supercopa Endesa, llevándose el primer clásico de la temporada y siguiendo la corriente de la temporada anterior ante el conjunto culé. De los últimos diez enfrentamientos, ocho se saldan con victorias para los blancos, ganando también la batalla psicológica que puede jugar un papel fundamental en un encuentro de esta magnitud.
También se impuso el Real Madrid en el primer enfrentamiento europeo ante el Barça, esta vez disputado en el Palau. Los de Chus Mateo se aferraron al encuentro, forzando dos prórrogas para terminar ganando el encuentro con un decisivo Edy Tavares, que fue indetectable en el juego interior para los azulgrana. En el último precedente, hace apenas dos meses, el equipo madrileño se volvió a imponer, esta vez en competición doméstica. Pero los clásicos no entienden de dinámicas, tampoco de rachas. Los dos equipos llegan en situación de máxima necesidad y deberán desplegar su mejor versión si quieren llevarse el encuentro. La situación así lo exige, pese a que Real Madrid y Barcelona no estén ofreciendo su mejor cara en la competición europea.
Real Madrid – Barça. Jornada 27 Euroliga
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