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Un festival de cine de autor, en el que su gala inaugural puede decirse también que es de firma. Si el año pasado fue Santiago Segura, su presentador, el que marcó el rumbo, sacó las carcajadas y se quedó como protagonista para el recuerdo, en esta edición 62.º los aplausos, elogios y risas los despegó Rossy de Palma. La popular actriz, con más de cuatro décadas de trayectoria, recibió el Premio «Isaac del Rivero». Fue el momento más intenso, divertido y disfrutado por el público. Porque la artista, cantante, modelo y «chica Almodóvar», entre otras cosas, se lo pasó en grande en Gijón. Natural, con desparpajo y muy espontánea, hasta se agachó a besar el suelo del teatro Jovellanos. Bailó, se movió con soltura sobre las tablas, transmitió ternura y complicidad con Carmen Moriyón, alcaldesa de la ciudad; y con Manuel del Rivero, hijo del creador del FICX.
La 62.º edición del evento cinéfilo gijonés se abrió en una gala que presentó el cómico Julián López, y en la que también se entregó el Premio de Honor al director Ado Arrieta. A sus 82 años, el cineasta madrileño recibió la distinción con mucha emoción, en otro de los instantes más aplaudidos, hasta el punto de que le costó por momentos hilar su discurso, a causa de un nudo en la garganta. «Me encanta este premio. Estoy entusiasmado de estar aquí, de recibir esta distinción en un festival completamente cinéfilo, que me lo han dado por amor al cine y no por otros motivos», reconoció.
El también director Albert Serra, que participa en este FICX con «Tauromaquia», fue el encargado de entregarle el reconocimiento. «Tengo una amistad y un respeto hacia él desde que nos encontramos por primera vez, que no he tenido por nadie más. Es el único cineasta español con el que tengo trato continuo. Representó el underground y la pureza. Es un personaje singular, único y extraordinario», dijo sobre Arrieta, pionero del cine independiente.
Julián López relevó a Santiago Segura y el El Gran Wyoming al frente de la gala de apertura, que mantiene la esencia de alternar los reconocimientos con el tirón cómico de sus presentadores, y alguna que otra interacción. En esta ocasión fue por ejemplo con la actriz Ingrid García-Jonsson, que se encontraba entre el público porque hoy habrá un pase especial en el Jovellanos de la película «Una ballena», en la que forma parte del reparto. «Me gusta tu apellido, Jonsson. ¿Eso se compra o se adquiere como un dominio?», le indicó López. «Cásate conmigo y lo tienes», le respondió la actriz.
El cómico manchego, de la generación de «La hora chanante», también bromeó sobre el cine de autor y las proyecciones. Lo hizo al mencionar al director del FICX, Alejandro Díaz Castaño, al que había leído refiriéndose a que algunas de las películas posiblemente no se distribuyan ni se puedan ver después del FICX. «No sé si es algo bueno o malo», indicó, al mismo tiempo que gesticuló y bromeó sobre esa circunstancia y este tipo de cine.
En el ecuador de la gala, la presencia de Rossy de Palma encendió los ánimos. Se refería la propia actriz por la mañana, en otro acto con el público y la prensa, a «esa cosa enérgica que tengo», en referencia a cuando aparece en escena y le da un giro o «despierta» la acción. «A veces en Francia me sacaban para darle esa chispa», confesó De Palma. Algo parecido sucedió en esta gala, porque desde su saludo hasta una despedida efusiva levantó las pulsaciones y los decibelios del teatro. «¡Puxa Gijón, puxa el cine, puxa la alcaldesa, puxa el FICX y este festival, y puxa todo el mundo que esta aquí! Con el corazón lo digo, os dedico a todos estos premio», exclamó la popular artista mallorquina, pero con raíces avilesinas, localidad de sus padres y donde veraneó en su infancia. «Estoy muy feliz de estar hoy aquí, además me acompaña mi familia», enfatizó.
Rossy de Palma piropeó a Gijón y al festival: «Tenéis una suerte y un privilegio enorme de vivir en una ciudad como esta, con playa y festival de cine. Es importante tenerlo, así que cuidarlo, protegerlo, ir al cine y celebrarlo mucho». En su intervención reconoció que «me pone el escenario», momento en el que besó el suelo del Jovellanos. Y defendió el papel del cine: «El arte es el único refugio que nos queda. Se agradece un cine honesto, que hay que cuidarlo y preservarlo».
Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, fue quien glosó la figura de la artista. «Es posiblemente la actriz más icónica, pero que cuenta también con un forma singular, honesta y precisa de entender el cine. Su huella es imborrable», apuntó, antes de añadir: «Siempre ha llevado a Asturias en su corazón». La alcaldesa también aprovechó su intervención para dar un respaldo a este festival, que ya supera las seis décadas de vida: «El FICX es siempre motivo de orgullo para esta ciudad, una cita marcada a fuego en el calendario. Un espacio que comparte aires de vanguardia y progreso». Y lanzó una recomendación: «¡Vean cine!».
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La gala no solo derrochó cine y humor. La música también fue protagonista. Cuatro músicos se juntaron para la ocasión: Dany León (guitarra eléctrica), Carlos Laiz (bajo), Richard García (teclado) y Luis Senén Fernández (batería y voz principal). Y también se arrancó a cantar Margherita Vicario, cantautora y actriz, además de ser la directora de la película «¡Gloria!», largometraje que se emitió en el teatro Jovellanos tras la gala como película inaugural. «Estoy muy honrada de abrir el festival. Vengo de la música, y les invito a sumergirse en esta dimensión fantástica y disfrutar de la película», apuntó.
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