una estirpe de bomberos que se apaga
La extinción de incendios en Mieres está ligada desde 1996 al parque de bomberos que ocupa una gran finca de casi 1.500 metros cuadrados situada justo en los accesos al polígono de Vega Arriba, a un rociado de manguera del casco urbano. Pero la historia de este servicio se remonta mucho más atrás en el tiempo. La primera sede se ubicó entre Requejo y El Poliar. Fue en 1913 cuando el Ayuntamiento contrató a los primeros bomberos municipales. Desde entonces, la administración local siempre ha tenido en su plantilla personal laboral destinado a luchar con el fuego. Hasta ahora.
La inminente retirada de Florentino Menéndez dejará al servicio por primera vez en más de 110 años sin trabajadores municipales. Toda la plantilla pasará definitivamente a depender del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).
A efectos prácticos, el ciudadano no percibirá cambios en la dotación local de bomberos, aunque emocionalmente el parque de Mieres afronta el final de una época. Durante más de tres décadas la unidad de bomberos de Mieres ha funcionado como una organización híbrida. Fue en septiembre de 1992 cuando se incorporaron los últimos bomberos adscritos al Ayuntamiento, entre ellos Florentino Menéndez y Richard Menéndez, que también acaba de jubilarse. Junto a ellos se integraron cuatro efectivos del antiguo Ceispa, ahora Bomberos de Asturias. Es decir, se juntó personal dependiente del Ayuntamiento, por un lado, y del Principado, por otro. Con esta fórmula mixta se ha venido trabajando desde entonces.
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Los ocho bomberos municipales que en 1992 conformaron un equipo de extinción mixto junto con efectivos de lo que ahora es Bomberos de Asturias se han ido poco a poco retirando. Hace unos meses lo hizo Richard y esta semana lo hará Florentino. Este último es oficialmente el postrero bombero del Ayuntamiento de Mieres. El último de una estirpe que se empapó del oficio asimilando sus secretos a través de la pericia que surge de la experiencia. «Me da un poco de pena marcharme. He tenido muy buenos compañeros y los echaré de menos», afirma en vísperas de colgar la manguera.
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Con motivo de la jubilación de Florentino Menéndez, varios de los que fueron sus compañeros han querido acercarse al parque de bomberos de Mieres para compartir anécdotas y recuerdos. José Ignacio Fuentes, Elías González y Venancio Zapico llevan años jubilados, pero se siguen sintiendo bomberos.
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