¿Cómo será la nueva Escandalera, la plaza emblemática de Oviedo? Un gran salón urbano que se abre al Campoamor y al Antiguo
Convertir la plaza de la Escandalera en «el espacio público más importante de la ciudad», «un gran salón urbano» capaz de hacer convivir el encuentro de los peatones, las tertulias y el descanso con la celebración de grandes espectáculos. El propósito del Ayuntamiento ya tiene su reflejo en el diseño del remate exterior del nuevo aparcamiento frente a los Álamos. Los arquitectos Juan Tur y Daniel Cortizo (WALK Architecture & Landscape) han finalizado el encargo que les hizo el equipo de gobierno de Canteli y sobre el que ahora se lanzará la licitación de los trabajos. El resultado presenta una nueva Escandalera sin tráfico, que, desprovista del aislamiento de los coches, extiende su conexión con el entorno y refuerza dos ejes diagonales casi perdidos en la actualidad. Gracias a la desaparición de las actuales entradas y salidas del aparcamiento, la nueva plaza se abre hacia el teatro Campoamor y al Antiguo, en las esquinas Norte y Sureste, respectivamente.
El eje Norte-Sur, casi perdido en la actualidad, pone en conexión y realza el diálogo entre dos edificios, el teatro y la sede de la Junta General del Principado. En su nuevo encuentro con la salida hacia la calle Argüelles, la diferencia de cota se salva con unas escaleras diseñadas casi como una grada desde la que contemplar el Campoamor y con una rampa. Al otro lado, se habilita un paso directo que conecta con la calle San Francisco y, al otro lado de la plaza, conduce al Campo San Francisco. La recuperación de este eje es especialmente relevante, en tanto que conecta con el trazado histórico de la ciudad.
El ámbito, explican los arquitectos, aparecía ya atravesado diagonalmente por una avenida flanqueada de arbolado ornamental, en continuidad desde la calle de San Francisco hasta el Paseo de la Silla del Rey, conformando ya lo que se denominaría como «Senda al Real Hospicio», que más tarde se convertirá en la Avenida de Italia, también conocida como «Paseo de Chamberí».
Junto a la generación de estos dos nuevos ejes y su mejor conexión con todo el entorno, lo que también se traduce en una nueva sensación de amplitud para el Paseo de los Álamos, otro de los aspectos más importantes en el diseño final de la plaza es su remate de «barreras ecológicas». La nueva Escandalera aparece delimitada en tres de sus lados, y en una especie de juego de espejos con su cuarta fachada, la del Campo, por grandes manchas verdes.
Estas zonas de gran arbolado autóctono tienen la función de mejorar la calidad del espacio urbano, proporcionar sombra y equilibrar la sensación de plaza dura que el nuevo espacio peatonal podría ofrecer dadas sus dimensiones. Todas esas zonas de arbolado que delimitarán la plaza estará coronadas con unos bancos corridos que pretenden propiciar el encuentro de peatones tal y como en la actualidad ya sucede.
Ejes diagonales para la nueva Plaza de la Escandalera. / LNE
La renaturalización de todos esos límites es lo que logra generar ese «gran salón urbano». Con las entradas y salidas de coches alejadas de este punto (se accede por Marqués de Santa Cruz y se sale por la calle Argüelles), el acceso peatonal al aparcamiento queda situado frente al edificio de Unicaja, con una entrada ligera, a una cota inferior a la de la plaza.
Otros detalles acaban de dibujar lo que será la nueva Escandalera. Si en su interior se ha eliminado la fuente, no se renuncia a la presencia del agua. El proyecto contempla la instalación de una «fuente seca», que se concreta en la posibilidad de unos chorros que salen directamente del suelo de la plaza o de la ejecución de láminas de agua.
Por otra parte, y en el otro extremo de la plaza, en la conexión con la calle San Francisco, también está prevista la construcción de un pequeño aguaducho con una terraza, un elemento que ya estuvo presente en la Escandalera en las últimas décadas del siglo XX.
No olvida el Ayuntamiento que junto a la peatonalización se persigue el objetivo de tener un gran espacio libre en el centro de la ciudad donde poder alojar grandes espectáculos, como ya se hace ahora, de forma precaria, cortando el tráfico en Uría y montado escenarios en el arranque de Fruela.
Tur y Cortizo consideran que el conjunto de acciones proyectadas en esta reurbanización «logrará la consolidación de un ámbito identitario, un gran plano peatonal con una forma ordenada, con bordes permeables claramente definidos, fácilmente inteligible y reconocible». Gracias a este diseño, al gran espacio, su situación central y la programación municipal de actividades y eventos, «se convertirá, sin duda, en el espacio público más importante de la ciudad».
Esa idea es la que reitera el concejal de Planeamiento, Nacho Cuesta, a la hora de valorar el diseño propuesto, fruto de una colaboración intensa, explica, con el equipo de arquitectos. «La recuperación y reurbanizacion de la plaza de la Escandalera», explica Cuesta, «es una de las apuestas fundamentales de este mandato y en ello llevamos trabajando muchos meses».
Lo más difícil, explica el edil, ha sido solventar los problemas de inclinación del ámbito, que presentaba en algunos puntos hasta un desnivel del cuatro por ciento, y lograr un equilibrio «armonioso» entre esas dos funciones urbanas algo enfrentadas. «Había que conciliar», analiza Cuesta, «la generación de una zona capaz de acoger importantes concentraciones de gente y la preservación de su espíritu como lugar de tránsito y encuentro pausado». Ese «reto», concluye, «lo hemos superado con la propuesta alcanzada».
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La citada integración con los ejes diagonales que se abren hacia el Campoamor y el Antiguo, la ejecución de las zonas arboladas y los elementos de agua propician, resume el concejal, «una imagen más amable». La propuesta que ahora se incorporará a la licitación del proyecto de reforma del parking incluye también la posibilidad de incrementar las zonas verdes y la renaturalización de la plaza. Eso se logrará, explica Nacho Cuesta, con la instalación de otros elementos móviles en el centro de la Escandalera que puedan ser retirados o agrupados de forma diferente dependiendo de las necesidades de la actividad programada en la plaza.
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