Así trabaja el lagar más occidental de Asturias (porque también en el Occidente se hace buena sidra)
-¿En Taramundi se hace sidra?
María Lorido ha perdido la cuenta de las veces que ha tenido que responder a esta pregunta. Es la segunda generación al frente del lagar Sidra Solleiro, donde se elabora la sidra más occidental de Asturias e «igual de buena que la que se hace en el centro». La firma cumple este 2024 treinta años de andadura y aplaude el próximo reconocimiento de la Unesco para declarar la cultura sidrera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: «Todo lo que sea publicitar la sidra y lograr que se hable de ella es bueno, también llevar lejos el nombre de Asturias».
Fue su padre, el taramundés José Antonio Lorido, más conocido por Pepe Solleiro, el que abrió el lagar en pleno centro de Taramundi. Corría el año 1994 cuando puso en marcha un proyecto novedoso en una tierra donde tradicionalmente el vino manda. A base de tesón y mucho esfuerzo logró consolidar el negocio y también introducir la cultura sidrera en la comarca occidental, donde se vende la práctica totalidad de su producción. Pepe confía en jubilarse entre finales de este año y principios del que viene y su hija está lista para dar el relevo a este lagar que estima una producción de 150.000 litros en la próxima campaña. Este 2024 la producción fue de 120.000 litros, lejos de su récord: 180.000 litros.
Estos días están inmersos en la recogida de manzana, en una extensa pomarada en una finca llamada «Eiro» que está junto al lagar. «Este año vamos a tener un cosechón. Vamos a pie cambiado porque el año pasado fue en el centro donde tuvieron mucha manzana y nosotros no tanta y este año es al revés», señala Pepe, que calcula que recolectarán unas 100 toneladas de manzana. La finca de cinco hectáreas y veintiséis variedades está en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias desde 2003 y también, desde 2016, producen bajo la DOP una de sus dos marcas: Llagar de Pin. Con todo, la etiqueta más conocida en la zona sigue siendo Sidra Solleiro.
María Lorido nació un año después de la apertura del lagar Sidra Solleiro así que se puede decir que se crió allí. Aunque es tapiega, considera Taramundi su segunda casa y está dispuesta a tirar por el negocio familiar. «Primero, porque me gusta mucho tratar con la gente, creo que se me da bien. Segundo, porque me gusta la sidra y quiero dar relevo a un proyecto que sacaron adelante mis padres en una zona donde no se consume demasiada sidra», relata María, con formación en idiomas y en Administración y Dirección de Empresas. Tiene planes para impulsar el negocio, que pasan por poner en marcha visitas guiadas al lagar aprovechando el tirón turístico de Taramundi. «Mi idea es hacer aquí una especie de museo para contar la cultura de la sidra», relata, aunque de momento no tiene fechas para lanzar su proyecto.
Padre e hija coinciden en que hace falta valorar más la sidra: «Es un producto muy barato para lo que cuesta». Explican que para vender sidra barata, hay que lograr manzana barata y si se bajan los precios no compensa recogera las manzanas y, al final, la gente acaba abandonando las pomaradas. Por eso tienen claro que «hay que revalorizar la sidra para que las manzanas tengan mejor precio».
Sobre el consumo también son muy críticos. Ya no solo es que cueste introducir la sidra en el Occidente, sino que, añaden, la sidra tampoco crece en Asturias. «Los jóvenes son más de cerveza y ellos son nuestros clientes futuros», cuenta Pepe, que no se muestra demasiado optimista. Y, sobre lo que se ve en la zona, María añade: «Basta con entrar en cualquier bar y ver lo que está consumiendo la gente». Por concejos, donde más venden es en Tapia. Además, el stand de Solleiro es un clásico en dos de los eventos más destacados del concejo: el Festival Intercéltico d’Occidente (Fido) y la Feria Campomar.
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Con todo, Sidra Solleiro ha logrado reconocimientos importantes en los concursos que se desarrollan en Asturias. Por citar uno, en 2023, se llevaron el premio de Sidra más prestosa en el concurso Gijón de Sidras. «Los premios son un reconocimiento al trabajo y también sirven para dar a conocer que en el Occidente también se hace sidra y de muy buena calidad», opina María Lorido. Y es que, aunque la mayor parte de la producción sidrera sale del centro de la región, en el Occidente hay dos lagares: el más veterano es Solleiro y, desde 1997, también opera en Tineo La Llarada. Junto a ellos se sigue conservando la tradición de elaborar sidra casera. De hecho, en Salas se ha creado una asociación para impulsar esta tradición y se celebra desde hace cuatro años el Concurso de Sidra Casera. No obstante, el festival más veterano en materia sidrera se celebra cada verano en Navia: el Festival de la Sidra Villa de Navia cumplió veintidós años el pasado agosto.
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